El mundo entero en un USB
La memoria USB (Universal Serial Bus) es el pequeño dispositivo de almacenamiento que mandó al olvido al insuficiente disquete y que amenaza con desaparecer al siempre delicado disco compacto. Utilizando la tecnología flash, que permite leer y escribir información, esta unidad portátil tiene el camino libre para seguir revolucionando nuestras vidas sin pedir permiso. Todo esto a muy bajos costos. Por Rafael Robles Fotos: Rocío OrellanaPara entender mejor la relevancia de la memoria USB podemos empezar narrando la historia de un individuo cualquiera. Una persona que en esta nota se llamará X y que al despertarse, como muchos, lo primero que hace es encender su computadora. Así, mientras el sistema operativo carga, X sacará del bolsillo un pequeño lapicero de tinta azul que al partirse en dos (oh sorpresa) dejará al descubierto a una minúscula unidad de almacenamiento capaz de guardar una respetable colección de música popular y la obra completa de Mario Vargas Llosa. Con ella X podrá hacer prácticamente lo que le venga en gana: introducirla en un equipo de sonido para poner a bailar a sus amigos durante toda la noche, imprimir directamente un documento de Word sin que sea necesaria una PC, transportar cualquier tipo de información de una computadora a otra (fotos, videos, textos, etc.) o incluso conectarla en un reproductor de DVD y prescindir de los delicados y cada vez más obsoletos discos láser.Ventajas y desventajasHace quince años, cuando a la IBM todavía no se le ocurría inventar este dispositivo de memoria, X no hubiera tenido ningún lapicero mágico en el bolsillo. En realidad, habría sido necesaria una maleta llena de disquetes o discos compactos con la información, además de varios reproductores diferentes para cada caso. Para Roberto Bustamante, investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales, la memoria USB ha entrado a nuestras vidas casi sin que nos percatemos de ello, quizás porque estamos acostumbrados a los rápidos giros de la tecnología. “Este tipo de memoria es como un disquete pero con mucha mayor capacidad y, aunque sea más caro que un CD, si lo comparas con un disco duro es mucho más barato. Además se puede modificar, borrar y agregar nueva información, algo que antes no se podía hacer con los CDs”, señala, dejando en claro las notables ventajas de la memoria USB cuando se le compara con sus predecesores. Hay que agregar mucho más: la memoria USB no requiere de energía externa como pilas o corriente eléctrica, su precio es accesible a todos los bolsillos, la rapidez con que transfiere datos, su portabilidad y la ventaja de que no es necesario que el equipo se reinicie una vez que se ha introducido la memoria, algo que se conoce como “plug and play”. Sin embargo, no todo es felicidad. Sería injusto obviar las desventajas del caso. Las posibilidades de que adquiera un virus (como una amante promiscua que se pasea de computadora en computadora) son muy altas, así como el hecho de que es muy sencillo que se extravíe y con ella varios gigabytes de información en muchos casos valiosa. Bustamante tampoco peca de entusiasta y revela el principal punto flaco del USB. “Todavía no se puede utilizar como un disco duro en tiempo real. Estas memorias no son tan rápidas como para cargar un sistema operativo”, sentencia, mientras que Emerson Carranza, catedrático de la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la UNI y hombre con cuatro de estas unidades en los bolsillos, precisa que ya es posible que la memoria USB reemplace al disco duro. “Hoy en día tenemos estos dispositivos funcionando como memorias de arranque. En otras palabras, desde ahí ya se puede cargar el sistema operativo, aunque todavía no con la misma efectividad”, asegura. La ingratitud de la tecnologíaQué rápido se olvidó X de sus queridos disquetes, esos que llevaba agrupados en un estuche y que aparecieron en el mercado cuando la informática daba sus primeros pasos. Eran la herramienta más común para transmitir información y archivos de una PC a otra y consistía en un pequeño disco magnético y flexible que se guardaba en una carcasa de plástico muy fina. De nada le valió al disquete alcanzar una capacidad de 1.44 MG. De todas maneras X lo olvidó pronto y lo cambió por el CD-ROM, que podía albergar hasta 700 MG y que a su vez fue desplazado después por los siguientes motivos: la dificultad de sobreescribir información, su incómodo tamaño y la latente eventualidad de que se raye. Frente a esta sucesión de fracasos es que aparece la memoria USB, fabricada en 1995 y cuyas primeras unidades aparecieron bajo la marca “Disgo”, en tamaños de 8, 16, 32 y 64 Megabytes. Desde el principio fue presentada por sus creadores como “el verdadero reemplazo del disquete”. Cuando uno la mira de cerca, pequeña, portátil, rápida y con una capacidad que hoy en día ha alcanzado los 128 gigas (capacidad suficiente para que X lleve la filmografía entera de Clint Eastwood en el bolsillo) no tiene otra opción que darles la razón. Es válido preguntarse sobre el futuro, sobre qué pasará con nuestras bibliotecas cuando esta unidad de memoria pueda contener la totalidad de los textos de la Biblioteca Nacional, por dar un ejemplo algo apocalíptico. La condición obsoleta del papel, el espacio que ocupa, los costos y el impacto ecológico que competen en su fabricación ponen, para muchos, a la memoria USB como firme candidata a reemplazar al libro de nuestras vidas. En opinión de Roberto Bustamante la afirmación anterior no es del todo correcta. “Dudo mucho de que esto suceda porque se echaría de menos la parte física de un libro, aunque quizás en un tiempo este termine siendo usado solamente por algunas élites, como lo son ahora los vinilos”, declara. Asimismo añade que en el Perú estos cambios todavía no se pueden ver con claridad porque existe una brecha tecnológica que no saltamos, factor que se comprueba con la cantidad de discos que se venden en las calles. “Mientras las cabinas públicas de internet no tengan puertos USB en todos sus equipos, no nos podremos adecuar totalmente a los tiempos modernos”, finaliza. El camino de la memoria USB¿Y si imaginamos a X con un USB capaz de volar diez veces más rápido que la versión que hoy conocemos? Bueno, para los amantes de las nuevas tecnologías es un placer contarles que la nueva memoria USB 3.0 fue presentada el año pasado y que todo está listo para su próximo lanzamiento al mercado. Su principal novedad radica en el puerto. “Los hilos de cobre que se usan hoy han sido reemplazados por fibra óptica, o sea, se trabajará con señales de luz, alcanzando una velocidad muy superior a la actual”, afirma el catedrático Carranza. Por su lado, Roberto Bustamante complementa que la tendencia es que esta memoria sea más rápida, pequeña y durable, hasta lograr que pueda ser utilizada como disco duro. “Estos cambios van a alterar la industria de los equipos, sobre todo de las laptops: menos costos, menos tamaño, menos gastos de energía”, profetiza y nos deja la sensación de que nuevos y mejores cambios llegarán a nuestras vidas, así como hasta ahora, entrando de a pocos, casi sin que nos demos cuenta. Un día de estos sacaremos una memoria USB, la insertaremos en una parte de nuestro cerebro con el único fin de recordar cómo era el mundo antes de este dispositivo. Con la tecnología de hoy, hasta tal afirmación ha dejado de sonar a locura. Póntelo en la lenguaHace unas semanas se lanzó al mercado el USB más pequeño del mundo. Se llama Thumbkey, lo inventó la compañía japonesa Buffalo y mide tan solo 5 milímetros más que el propio puerto USB, por lo que, según dicen, conforma una pieza tan valiosa como propensa a extraviarse. Si alguna vez imaginaste esconder debajo de tu lengua la información que consideras importante, con Thumbkey es posible. Eso sí, cuesta 136 dólares, algo que definitivamente lo aleja de la mayoría de los bolsillos. Una memoria USB por dentroEmerson Carranza, catedrático de la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la UNI, nos da una breve clase acerca de lo que compone una memoria USB y de qué manera funciona. “En primer lugar es preciso dejar en claro que los nombres con los que se le conoce son ‘memoria USB’ y ‘memoria Flash’. Dicho esto, paso a describir brevemente sus elementos básicos. 1. Por un lado se tiene al conector, que es estrictamente el puerto USB. Este se conecta a la máquina y tiene cuatro hilos: dos de ellos para acceder a los datos y el otro para transportar corriente eléctrica. 2. Detrás encontraremos un chip controlador de transferencias. Normalmente tiene un pequeño procesador que permite que el sistema operativo lo lea rápidamente, sin necesidad de instalar ningún programa. 3. Finalmente está la memoria en sí, que es fundamentalmente un elemento estrictamente de almacenamiento. Tiene celdas para tal fin, que son compuertas digitales que recopilan los elementos binarios.
La memoria USB (Universal Serial Bus) es el pequeño dispositivo de almacenamiento que mandó al olvido al insuficiente disquete y que amenaza con desaparecer al siempre delicado disco compacto. Utilizando la tecnología flash, que permite leer y escribir información, esta unidad portátil tiene el camino libre para seguir revolucionando nuestras vidas sin pedir permiso. Todo esto a muy bajos costos. Por Rafael Robles Fotos: Rocío OrellanaPara entender mejor la relevancia de la memoria USB podemos empezar narrando la historia de un individuo cualquiera. Una persona que en esta nota se llamará X y que al despertarse, como muchos, lo primero que hace es encender su computadora. Así, mientras el sistema operativo carga, X sacará del bolsillo un pequeño lapicero de tinta azul que al partirse en dos (oh sorpresa) dejará al descubierto a una minúscula unidad de almacenamiento capaz de guardar una respetable colección de música popular y la obra completa de Mario Vargas Llosa. Con ella X podrá hacer prácticamente lo que le venga en gana: introducirla en un equipo de sonido para poner a bailar a sus amigos durante toda la noche, imprimir directamente un documento de Word sin que sea necesaria una PC, transportar cualquier tipo de información de una computadora a otra (fotos, videos, textos, etc.) o incluso conectarla en un reproductor de DVD y prescindir de los delicados y cada vez más obsoletos discos láser.Ventajas y desventajasHace quince años, cuando a la IBM todavía no se le ocurría inventar este dispositivo de memoria, X no hubiera tenido ningún lapicero mágico en el bolsillo. En realidad, habría sido necesaria una maleta llena de disquetes o discos compactos con la información, además de varios reproductores diferentes para cada caso. Para Roberto Bustamante, investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales, la memoria USB ha entrado a nuestras vidas casi sin que nos percatemos de ello, quizás porque estamos acostumbrados a los rápidos giros de la tecnología. “Este tipo de memoria es como un disquete pero con mucha mayor capacidad y, aunque sea más caro que un CD, si lo comparas con un disco duro es mucho más barato. Además se puede modificar, borrar y agregar nueva información, algo que antes no se podía hacer con los CDs”, señala, dejando en claro las notables ventajas de la memoria USB cuando se le compara con sus predecesores. Hay que agregar mucho más: la memoria USB no requiere de energía externa como pilas o corriente eléctrica, su precio es accesible a todos los bolsillos, la rapidez con que transfiere datos, su portabilidad y la ventaja de que no es necesario que el equipo se reinicie una vez que se ha introducido la memoria, algo que se conoce como “plug and play”. Sin embargo, no todo es felicidad. Sería injusto obviar las desventajas del caso. Las posibilidades de que adquiera un virus (como una amante promiscua que se pasea de computadora en computadora) son muy altas, así como el hecho de que es muy sencillo que se extravíe y con ella varios gigabytes de información en muchos casos valiosa. Bustamante tampoco peca de entusiasta y revela el principal punto flaco del USB. “Todavía no se puede utilizar como un disco duro en tiempo real. Estas memorias no son tan rápidas como para cargar un sistema operativo”, sentencia, mientras que Emerson Carranza, catedrático de la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la UNI y hombre con cuatro de estas unidades en los bolsillos, precisa que ya es posible que la memoria USB reemplace al disco duro. “Hoy en día tenemos estos dispositivos funcionando como memorias de arranque. En otras palabras, desde ahí ya se puede cargar el sistema operativo, aunque todavía no con la misma efectividad”, asegura. La ingratitud de la tecnologíaQué rápido se olvidó X de sus queridos disquetes, esos que llevaba agrupados en un estuche y que aparecieron en el mercado cuando la informática daba sus primeros pasos. Eran la herramienta más común para transmitir información y archivos de una PC a otra y consistía en un pequeño disco magnético y flexible que se guardaba en una carcasa de plástico muy fina. De nada le valió al disquete alcanzar una capacidad de 1.44 MG. De todas maneras X lo olvidó pronto y lo cambió por el CD-ROM, que podía albergar hasta 700 MG y que a su vez fue desplazado después por los siguientes motivos: la dificultad de sobreescribir información, su incómodo tamaño y la latente eventualidad de que se raye. Frente a esta sucesión de fracasos es que aparece la memoria USB, fabricada en 1995 y cuyas primeras unidades aparecieron bajo la marca “Disgo”, en tamaños de 8, 16, 32 y 64 Megabytes. Desde el principio fue presentada por sus creadores como “el verdadero reemplazo del disquete”. Cuando uno la mira de cerca, pequeña, portátil, rápida y con una capacidad que hoy en día ha alcanzado los 128 gigas (capacidad suficiente para que X lleve la filmografía entera de Clint Eastwood en el bolsillo) no tiene otra opción que darles la razón. Es válido preguntarse sobre el futuro, sobre qué pasará con nuestras bibliotecas cuando esta unidad de memoria pueda contener la totalidad de los textos de la Biblioteca Nacional, por dar un ejemplo algo apocalíptico. La condición obsoleta del papel, el espacio que ocupa, los costos y el impacto ecológico que competen en su fabricación ponen, para muchos, a la memoria USB como firme candidata a reemplazar al libro de nuestras vidas. En opinión de Roberto Bustamante la afirmación anterior no es del todo correcta. “Dudo mucho de que esto suceda porque se echaría de menos la parte física de un libro, aunque quizás en un tiempo este termine siendo usado solamente por algunas élites, como lo son ahora los vinilos”, declara. Asimismo añade que en el Perú estos cambios todavía no se pueden ver con claridad porque existe una brecha tecnológica que no saltamos, factor que se comprueba con la cantidad de discos que se venden en las calles. “Mientras las cabinas públicas de internet no tengan puertos USB en todos sus equipos, no nos podremos adecuar totalmente a los tiempos modernos”, finaliza. El camino de la memoria USB¿Y si imaginamos a X con un USB capaz de volar diez veces más rápido que la versión que hoy conocemos? Bueno, para los amantes de las nuevas tecnologías es un placer contarles que la nueva memoria USB 3.0 fue presentada el año pasado y que todo está listo para su próximo lanzamiento al mercado. Su principal novedad radica en el puerto. “Los hilos de cobre que se usan hoy han sido reemplazados por fibra óptica, o sea, se trabajará con señales de luz, alcanzando una velocidad muy superior a la actual”, afirma el catedrático Carranza. Por su lado, Roberto Bustamante complementa que la tendencia es que esta memoria sea más rápida, pequeña y durable, hasta lograr que pueda ser utilizada como disco duro. “Estos cambios van a alterar la industria de los equipos, sobre todo de las laptops: menos costos, menos tamaño, menos gastos de energía”, profetiza y nos deja la sensación de que nuevos y mejores cambios llegarán a nuestras vidas, así como hasta ahora, entrando de a pocos, casi sin que nos demos cuenta. Un día de estos sacaremos una memoria USB, la insertaremos en una parte de nuestro cerebro con el único fin de recordar cómo era el mundo antes de este dispositivo. Con la tecnología de hoy, hasta tal afirmación ha dejado de sonar a locura. Póntelo en la lenguaHace unas semanas se lanzó al mercado el USB más pequeño del mundo. Se llama Thumbkey, lo inventó la compañía japonesa Buffalo y mide tan solo 5 milímetros más que el propio puerto USB, por lo que, según dicen, conforma una pieza tan valiosa como propensa a extraviarse. Si alguna vez imaginaste esconder debajo de tu lengua la información que consideras importante, con Thumbkey es posible. Eso sí, cuesta 136 dólares, algo que definitivamente lo aleja de la mayoría de los bolsillos. Una memoria USB por dentroEmerson Carranza, catedrático de la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la UNI, nos da una breve clase acerca de lo que compone una memoria USB y de qué manera funciona. “En primer lugar es preciso dejar en claro que los nombres con los que se le conoce son ‘memoria USB’ y ‘memoria Flash’. Dicho esto, paso a describir brevemente sus elementos básicos. 1. Por un lado se tiene al conector, que es estrictamente el puerto USB. Este se conecta a la máquina y tiene cuatro hilos: dos de ellos para acceder a los datos y el otro para transportar corriente eléctrica. 2. Detrás encontraremos un chip controlador de transferencias. Normalmente tiene un pequeño procesador que permite que el sistema operativo lo lea rápidamente, sin necesidad de instalar ningún programa. 3. Finalmente está la memoria en sí, que es fundamentalmente un elemento estrictamente de almacenamiento. Tiene celdas para tal fin, que son compuertas digitales que recopilan los elementos binarios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario