“Alan García ha sacado el hacha de guerra” (1) García lleva al país a una peligrosa polarización. (2) La gente reclama cambio de modelo. (3) Nombrar a Giampietri, Benavides o Kuczynski desnudaría al régimen.
Antropólogo, historiador e investigador asociado de Desco, Carlos Monge analiza las causas de las protestas sociales que sacuden al país y que han puesto en jaque al gobierno y a su modelo de desarrollo. Monge no le da crédito a la versión oficial de un complot internacional contra el gobierno peruano y advierte que el discurso confrontacional del presidente García le quita piso a las mesas de diálogo y está conduciendo al país por el camino de la polarización y el autoritarismo.-En su último artículo, “A la fe de la inmensa mayoría”, Alan García insiste en que el Perú es blanco de una gran conspiración internacional para derrocar su gobierno y que eso explica las crecientes protestas sociales en el país. ¿Esa tesis tiene alguna base? -No tiene ninguna base. Creo que detrás de esa afirmación hay una manipulación interesada para justificar el empecinamiento en un proyecto político y económico en el que García está embarcado y para buscar culpables por la crisis y no tener que asumir sus propias responsabilidades. El discurso de la conspiración internacional es tan poco creíble, incluso dentro de la propia Cancillería, que García ha tenido que llamar a todos sus embajadores, lo que es algo inédito, para alinearlos detrás de ese discurso. Seguramente hay sectores que buscan capitalizar los conflictos sociales, lo que es parte del juego democrático, y también puede haber algunos sectores muy radicalizados que tienen como objetivo crear conflicto, pero eso no explica las protestas sociales…-¿Qué las explica? -Los movimientos de protesta se explican por una dinámica interna. La protesta de la Amazonía tiene una dinámica que se inicia con la reforma neoliberal de los noventa, luego vienen las concesiones petroleras y mineras, que en el 2004 representaban el 15 por ciento del territorio amazónico y ahora son el 82 por ciento de la Amazonía, lo que obviamente revela que se están metiendo en la casa de alguien, y finalmente la avalancha de decretos leyes dados por el gobierno con el pretexto del TLC con Estados Unidos, pero que en realidad forman parte de la agenda del gran capital. Ese proceso está ratificado por el discurso del perro del hortelano, que la gente lo toma como una declaración de guerra contra la propiedad comunal. No se puede culpar a Chávez porque los pobladores de la Amazonía estén molestos y reaccionen debido a que se están metiendo a su territorio.-Las protestas se han extendido a distintas regiones del país. ¿Eso revela el agotamiento del modelo económico? -Desde el gobierno de Toledo hasta mediados del año pasado, las protestas exigían una mayor redistribución de los beneficios del modelo económico. Ahora la gente siente que el modelo económico no sólo la deja afuera y no la beneficia, sino que además le contamina el agua, destruye su entorno, mata sus otras posibilidades de desarrollo y empeora sus condiciones de vida… -¿Las protestas sociales ahora cuestionan el modelo de desarrollo, basado en la explotación de los recursos naturales?-En la protesta que viene de la Amazonía y en algunos de los puntos de las exigencias que están en las protestas en Andahuaylas y Canchis, hay, efectivamente, una protesta contra ese modelo primario exportador dependiente de las grandes inversiones mineras y petroleras. Es una protesta contra una forma de entender el desarrollo que dice que la única manera de crecer y desarrollarnos es desalojar a la gente pobre, a los campesinos, a los comuneros, a los indígenas, a los pescadores artesanales, para que los recursos sean explotados por las grandes empresas transnacionales. Ya no es una pelea redistributiva, ahora la protesta rechaza ese modelo primario exportador, que es ambientalmente insostenible y que ahora tampoco es sostenible socialmente porque la gente ha dicho basta.-¿Este movimiento social que rechaza el actual modelo de desarrollo tiene alguna propuesta alternativa?-Comienza a generalizarse entre la población la idea que hay vías alternativas de desarrollo que priorizan la agricultura, la ganadería, la pequeña agroindustria, el desarrollo artesanal, que ve en la biodiversidad y en el ecoturismo fuentes de ingresos. Sobre la base de esas actividades se puede construir un modelo de desarrollo alternativo al actual. Esa alternativa es la que los movimientos sociales han puesto en la agenda del país. -¿El último artículo de García, en el que acusa a las protestas sociales de ser parte de un complot desestabilizador, le quita piso a las mesas de diálogo abiertas por Yehude Simon?-Esas mesas de diálogo han quedado desautorizadas con ese artículo. No se puede negociar frente a un presidente que dice que no hay nada que negociar, y que retorna a los insultos y a las acusaciones. Simon debió renunciar asumiendo su responsabilidad frente a los hechos de Bagua y si no renunció ahí debió hacerlo luego de ese artículo de García, que le saca la alfombra bajo los pies y le corta la lengua y las manos. No entiendo cómo no renuncia. -¿El cambio de gabinete puede aliviar la crisis política? -Eso dependerá de cuál sea el nuevo gabinete. Estoy de acuerdo en que Simon está quemado, pero si lo reemplaza alguien como Giampietri, Ismael Benavides o Kuczynski, es decir los lobistas militares y de los grandes intereses económicos, la crisis se agravaría, porque eso desnudaría la verdad de un Estado capturado por esos grupos de poder.-¿Qué acciones urgentes debería tomar el nuevo gabinete?-Una moratoria de todas las concesiones mineras y petroleras, revisión de los contratos de las concesiones ya existentes, hacer una zonificación económica y ecológica para ver en qué sitios debe haber explotación minera y petrolera y en cuáles no. El nuevo gabinete debería estar dirigido por alguien con un perfil negociador que tenga un mandato claro para negociar...-¿Cree que García le dará a su primer ministro un mandato claro para negociar con los movimientos sociales? -Después del último artículo de García, creo que esa opción, que es la deseable, es la menos probable. Si García es fiel a su discurso, debería poner como primer ministro a alguien como Giampietri. -¿Vamos hacia un mayor autoritarismo del gobierno?-Me temo que sí. Eso es lo que anuncia el último artículo de García, en el que saca el hacha de la guerra. Vamos hacia una polarización en la que el gobierno encabeza el conflicto y le declara la guerra a todo el mundo. Eso calza perfectamente con el discurso ante los banqueros en el que García dijo que podía decidir quién no llegará a la presidencia. Vamos hacia una parte final del gobierno muy marcada por la confrontación.
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