Según una investigación realizada por el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA), revela que entre los años 1100 y 1500 se registraron altas temperaturas que ayudaron a habitar las montañas y diseñar el sistema de cultivo.
Estas terrazas de cultivo eran regadas con agua de los glaciares que se derritieron debido al calentamiento, que también hizo posible que se planten árboles en las montañas, evitando la erosión del suelo y aumentando su fertilidad, según afirmó a la BBC.
Para llegar a esa conclusión los especialistas analizaron minuciosamente capas de suelo de la laguna Marcacocha, en el denominado Camino Inca que va desde Cusco hasta la ciudadela de Machu Picchu.
Se evaluó polen, semillas y otros indicadores ambientales que determinaron que entre los años 880 y 1100 hubo una sequía, y que luego de ello las temperaturas aumentaron.
Remarcó que los incas rediseñaron el paisaje y maximizaron la producción agrícola, y que los excedentes de cultivos como el maíz y las papas provocaron un aumento de la población y el desarrollo en caminos y otras estructuras, y que la formación de un ejército favoreció una rápida expansión territorial.
La investigación duró 15 años y fue financiada por el gobierno francés. También trabajaron especialistas de la Universidad de Sussex, en Inglaterra.Por su parte, el jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu, Fernando Astete, señaló a la agencia Andina que coincide con la teoría planteada por el referido estudio respecto al impacto del clima en el desarrollo inca.
“En nuestra historia todo está relacionado con fenómenos climáticos como El Niño y La Niña. En algún grado, hechos como una mayor temperatura fueron determinantes en la época inca, sobre todo en aspectos como la agricultura”, remarcó.(Con información de Andina)
Estas terrazas de cultivo eran regadas con agua de los glaciares que se derritieron debido al calentamiento, que también hizo posible que se planten árboles en las montañas, evitando la erosión del suelo y aumentando su fertilidad, según afirmó a la BBC.
Para llegar a esa conclusión los especialistas analizaron minuciosamente capas de suelo de la laguna Marcacocha, en el denominado Camino Inca que va desde Cusco hasta la ciudadela de Machu Picchu.
Se evaluó polen, semillas y otros indicadores ambientales que determinaron que entre los años 880 y 1100 hubo una sequía, y que luego de ello las temperaturas aumentaron.
Remarcó que los incas rediseñaron el paisaje y maximizaron la producción agrícola, y que los excedentes de cultivos como el maíz y las papas provocaron un aumento de la población y el desarrollo en caminos y otras estructuras, y que la formación de un ejército favoreció una rápida expansión territorial.
La investigación duró 15 años y fue financiada por el gobierno francés. También trabajaron especialistas de la Universidad de Sussex, en Inglaterra.Por su parte, el jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu, Fernando Astete, señaló a la agencia Andina que coincide con la teoría planteada por el referido estudio respecto al impacto del clima en el desarrollo inca.
“En nuestra historia todo está relacionado con fenómenos climáticos como El Niño y La Niña. En algún grado, hechos como una mayor temperatura fueron determinantes en la época inca, sobre todo en aspectos como la agricultura”, remarcó.(Con información de Andina)
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