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martes, 17 de enero de 2012

La violencia juvenil urbana

Por Héctor Enrique Lazo Huaylinos.

Experto en temas de violencia urbana

educadordecalle@gmail.comEsta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

El marco teórico y los conceptos sobre la violencia juvenil urbana son importantes pero estos deben ser desarrollados y confrontados desde y con la experiencia práctica. Desde el trabajo efectivo con los niños, jóvenes excluidos de la sociedad, etiquetados como pirañas, pandilleros, explotados sexualmente, victimas de la violencia social - familiar y que son débilmente atendidos por proyectos implementados por ONG's y las Entidades públicas

Algunos "especialistas" en varios casos solo ven este problema desde sus cómodas oficinas o recogiendo información de terceros. Sacando conclusiones y proponiendo alternativas que pueden sonar muy coherentes pero que llevadas a la practica fracasan u obtienen muy pobres resultados, más allá de sus buenas intenciones. Realizan análisis y elaboran lo que ellos creen son soluciones a los problemas sociales anteriormente mencionados. Pero cuando estas "alternativas" tienen que ser ejecutadas por lo que están en el frente de batalla es decir en las propias comunidades, sirven de poco y en ocasiones causan más frustraciones, mostrando en el mejor de los casos "vistosos resultados" iniciales que son insostenibles. Si más bien trabajamos e incluso vivimos en estos mundos llenos de exclusiones y marginaciones, escuchando su visión de ellos – que nos causa desazón por no decir lo menos – podremos hacer análisis y propuesta de intervención para la prevención en la delincuencia que este articuladas a los procesos sociales, a los esfuerzos que en las familias, las comunidades y desde los propios jóvenes se están dando.

Ser parte del proceso...

Es que cuando se realiza un análisis uno tiene que hablar de los orígenes de la problemática y para esto haremos un ejercicio. Imagínense cualquier barrio de Lima - también lo pueden hacer pensando en el resto de las regiones – donde un joven o un grupo de jóvenes que empiezan a experimentar con la droga más asequibles a ellos que en su mayoría es marihuana. Esto sucede cuando son jóvenes que aun no rompen su vinculo familiar, necesitan construir o integrase en redes sociales que les permiten enfrentar el mundo en el que se encuentran. Un mundo donde sus padres deben trabajar 10, 12 14 horas dias por salarios miserables dejándolos sin adultos que los orienten, son quien los acompañe o siquiera los escuche.

En ocasiones sus padres están tan o más confundidos (Y asustados) que ellos mismos, porque lo único seguro es que casi nada es seguro, empezando por el empleo, la comida del día siguiente o la seguridad personal. Aquí podemos ver mejor que en cualquier otro espacio, la crisis de un modelo que tran las grandes cifras, los barrios lujosos y las grandes tiendas, esconden un mundo en que las familias y sus jóvenes tienen pocas alternativas y menos esperanzas. Las pandillas crecen, se extienden y los podemos ver en los parques, en las esquinas, en cualquier espacio que les permita juntarse, y construir redes para enfrentar la vida. La comunidad (alimentada por los medios de comunicación y la falta de reflexión e información) los ve como grupos de jóvenes que no tienen nada que hacer, creyendo que la solución es llamar a la policía que responde con que no cuenta con medios para intervenir (Lease arrestar)

Y el barrio comienza a cambiar...

Que pasa luego? a ese pequeño grupo se adhieren más jóvenes, primero invadiendo las esquinas, parques y no hacemos caso. Los vecinos comentan que clase de padres tendrán, que pasa con serenazgo? Y luego los vecinos empiezan a reunirse para la gran solución: Las Rejas

Si lo vemos esto como una economía de mercado a alguno de estos jóvenes que compraban drogas en otro barrio, se le ocurre venderlas dentro del barrio ya que esto le agenciara un dinero, y podrá fumar o inhalar ganándose alguito. Pero como en toda economía de mercado salen otros vendedores, y el barrio empieza a tener más problemas, los vecinos empiezan a cerrar sus puertas los niños ya no salen a la calle a jugar.

En las calles los jóvenes que consumen se van dando cuenta que atemorizan al barrio posicionando de las esquinas ¿y la intervención? Bien gracias y los Municipios, haciendo casas de la Juventud, organizando paseos en vacaciones y la intervención policial brilla por su ausencia.

Luego que los jóvenes que consumen, de los que venden se aúnan otras personas más, en este caso son los que venden licor o mejor dicho las bodeguitas que se dan cuenta que pueden vender más cosas (cigarros, alcohol) en algunos casos se vuelven casa de empeño,¡ hey pero algunos jóvenes se paltean fumar en la calle,¡ para eso se prestan casas o mejor dicho se pagan por servicios temporales para fumar dentro de ellas. (Observemos como un barrio apacible se va desconfigurando)

El tiempo pasa y esos jóvenes que empezaron fumando como diversión y a la cual la policía, no les hizo caso, los vecinos pensaron como solución instalar rejas y la policía aun no consigue gasolina y los municipios siguen inaugurando filiales de la casa de la Juventud, se siguen deteriorando ahora pasan al robo en un primer lugar llevándose las cosas de la casa, robándole a las tías, llevándose las cosas de los primos etc, ¿Pero un momento y eso quien lo compra? Adivinaron en el apacible ex barrio donde los niños jugaban en su parque, los vecinos salían a conversar donde el carro se dejaba con tranquilidad en la puerta de la casa ¡AH QUE BELLOS TIEMPOS¡

Los jóvenes atraen otros jóvenes de otro barrio muchas veces más feroces, mas avezados que ya les enseñan a cogotear, a robar en taxis, a estafar en pocas palabras le enseñan la Maestria de la delincuencia, ¿Y el barrio? Se volvió una comunidad delictiva, donde los jóvenes para adquirir más dinero ya compran armas, secuestran, etc. El proceso de construcción social, en que la comunidad se encontraba desde su creación, termina de paralizarse, se detiene sin la capacidad de reponerse y responder a los cambios. Mientras tanto los vecinos se pusieron de acuerdo para las rejas, la policía no encuentra la gasolina, y los Municipios bien gracias.

Construyendo una ciudadanía desde las familias y los barrios

Algunos dirán que las causas son estructurales y tienen razón. Pero no podemos por eso no hacer nada, o suponer que los problemas de fondo se resuelven por decreto. Debemos desde el gobierno nacional, con el nuevo Ministerio de Inclusión Social, el Consejo Nacional de Juventudes, junto con los Gobiernos regionales y locales, establecer una hoja de ruta nacional, que dote a la diferentes instituciones publicas y privadas de un diagnostico (recopilando los estudios que se han hecho) evitando caer en el llamado "síndrome del análisis que paraliza la acción". Desarrollando una gran red nacional que comparte experiencias y recursos para su implementación local.

Estas intervenciones deben partir de estrategias de prevención en los espacios donde frecuentan estos jóvenes. Allí es donde se puede empezar algo grande (No en costosos eventos de expertos). Insertándose en los procesos sociales en los mismos barrios con la participación de las familias para que son ellos se acuerden las alternativas, proponiendo un abanico de mejores practicas basadas en resultados. Sería bueno tener un frente mixto donde los vecinos alerten de lo que está pasando en el barrio, la policía adquiera los conocimientos de trabajo que hacen las ONGs que con su experiencia han logrado cambios en diversas comunidades y donde incluso participen las empresas privadas.

Capacitarse para el trabajo con estos jóvenes que los Municipios hagan espacios en las comunidades previniendo la deserción escolar, creen programas donde los jóvenes puedan recrearse sanamente, desarrollando políticas publicas en beneficio de los mismos.

Donde los padres de familia de las comunidades intervengan en el desarrollo de las mismas que el presupuesto participativo deje de ser un concurso de construcciones y pase a ser un concurso de Desarrollo Humano. Hablamos de un proceso que debe venir y ser conducido por los mismos actores sociales, por las familias y los jóvenes. Ellos tienen muchas de las mejores respuestas (No las únicas) porque se han experimentado y logrado éxitos individuales y familiares, que ahora debemos hacer comunitarios.

Créanme que no es difícil esto ya se ha hecho en pequeña escala y es realizable solo falta el compromiso de todos para vencer este problema que luego , estoy más que seguro será incontrolable sino miremos a México, Guatemala o Brasil donde el crimen organizado ya tiene zonas urbanas liberadas

Estoy seguro que aquel que lea esto podrá ver lo que pasa o paso en su barrio y todo por no intervenir en el momento justo

viernes, 22 de julio de 2011

"Con Humala hay una gran oportunidad para el país”

Se está yendo como uno de los ministros más correctos del gabinete. Lo que pocos recuerdan es que es el único izquierdista en un gobierno considerado de derecha y que entre sus amistades están algunos de los hombres clave de la futura administración de Ollanta Humala. Un acercamiento a Óscar Ugarte, el último ministro de Salud de la segunda era García.

Por Óscar Miranda

Cuando Óscar Ugarte se sienta en su despacho con Álvaro Vidal, responsable de la transferencia en Salud de Gana Perú, el proceso se convierte en una charla de viejos amigos. Ugarte y Vidal se conocieron de niños en el colegio Guadalupe y forjaron su amistad en los años en que fueron dirigentes estudiantiles en la Facultad de Medicina de San Marcos. En los ochenta, ambos militaron en la Izquierda Unida. Con tanta historia juntos, la transferencia entre los dos camaradas ha sido cordial y transparente. En sus días de luchas callejeras, ninguno debe de haber imaginado que décadas después estarían pasándose el poder el uno al otro, como ahora.

Ugarte estuvo viviendo sus últimas semanas en el Ministerio de Salud con la tranquilidad que da el deber cumplido, hasta que la Federación Médica del Perú se alzó contra la transferencia de los servicios de salud a la Municipalidad de Lima. El ministro dice que no hay razón para las protestas y que la dirigencia solo está haciendo política. “Son muchachos. Muchos de ellos eran estudiantes cuando salió la Ley de Bases de la Descentralización (en 2004) y recién están conociendo el tema”, dice. Le pregunto si él mismo no hacía política cuando militaba en el Partido Unificado Mariateguista (PUM), el más importante partido de izquierda de los ochenta. “Sí, sin duda. Hacer política no está mal, pero hay que hacer política madura. No hay que hacer política de un día”.



–Usted es el único ministro que viene de la izquierda dentro de un gobierno que, en opinión de muchos, es de derecha.

–Eso lo dirá la gente. Es verdad que soy el único ministro que proviene de la izquierda, ese es un dato de la realidad. Pero creo que el presidente Alan García se la ha jugado en el caso de las políticas de salud; nos ha respaldado en todo.

–No es un gobierno de derecha, entonces.



–Mire, para algunos puede ser un gobierno de derecha, o algunas de sus políticas pueden serlo, pero lo que yo veo es una combinación de políticas que han dado como resultado este desarrollo económico, aunque todos hubiésemos querido un mayor proceso redistributivo en el país, y allí puede haber diferencias.



–¿Cuánto ha cambiado usted desde sus épocas de dirigente izquierdista?



–Todos cambiamos, en virtud de los diferentes contextos y de las oportunidades. Los de mi generación nos formamos en un contexto de oposición porque durante el gobierno militar no había otra forma de participación política. Sin embargo, un sector importante de la izquierda tuvo la inteligencia de incorporarse a la vida política activa cuando se abrieron los espacios, como parlamentarios y luego en lo que yo he denominado la izquierda ejecutiva. Yo trabajé en la Municipalidad de Lima acompañando a Alfonso Barrantes, y muchos representantes de izquierda asumieron municipalidades y, años después, entre 1989 y 1992, gobiernos regionales.



–Se formó una tecnocracia de izquierda.



–Sí, y ha hecho una interesante experiencia de gobierno. Algunos de sus representantes asumieron responsabilidades de gobierno con el presidente Alejandro Toledo. Han habido algunos que fueron ministros con Fujimori, incluso, al inicio.



–¿Sigue siendo un hombre de izquierda?



–Yo sí me considero de izquierda, en tanto izquierda es cambio. Izquierda es búsqueda y es intento permanente de mejorar las cosas. Ahora, claro, habrá quienes discrepen conmigo sobre esta definición pero así me siento yo y estoy contento de ser un permanente factor de cambio y no quedarme en el pasado, que es un lastre.



Mi amiga Susana



–En junio del 2009, Carmen Vildoso renunció al gabinete en desacuerdo con la forma en que el gobierno manejó el tema de Bagua. ¿Por qué no hizo lo mismo?



–Porque no había ninguna razón. Yo respeto la decisión de Carmen pero la verdad es que no tenía ninguna explicación. Lo que eso suponía era aceptar que el gobierno tenía una posición antinativos, y eso no era verdad. Probablemente fue un error dilatar demasiado la negociación, pero fue un error por reivindicar los derechos de los nativos. Por eso no entendí la decisión de Carmela ni me sentí obligado a imitarla.



–¿Y por qué no se fue cuando renunció Yehude Simon, que lo llevó al gabinete?



–Eso lo conversamos con Yehude, porque era lo que yo había pensado hacer, pero él mismo me planteó que lo más conveniente para el país, sobre todo para el tema de salud pública, era que yo continuase, y así se lo planteamos al presidente, y el presidente estuvo de acuerdo.



–¿Qué le dijo el presidente cuando fue a felicitar a su amiga Susana Villarán?



–Nada. Al contrario, me pidió que le transmita los saludos correspondientes. La posición del presidente ha sido no solo caballerosa sino en favor de normalizar las tensiones que había en ese momento.



–Pero hace poco prácticamente la llamó comunista que cree en el Muro de Berlín.



–Bueno, eso es parte de la situación política que seguro en el futuro, cuando no estén en funciones, pasará. Es inevitable que en momentos de gran tensión y sobre todo en temas tan sensibles para el presidente como el Cristo de Chorrillos y el Tren Eléctrico pueda haber reacciones así. Es natural que haya discrepancias.



–Si lo convoca Susana Villarán, ¿colaboraría con ella en el municipio?



–Puedo asesorar no solo al municipio de Lima sino a cualquier instancia de gobierno regional y municipal, pero yo ya cumplí mi cuota de trabajo municipal obligatorio hace varios años y ahora hay una generación de profesionales jóvenes que están dedicados a esa tarea.



–Gente de su generación sintió el triunfo de Ollanta Humala como suyo y muchos ya están colaborando con él. ¿Usted lo celebró?



–Bueno, la opinión pública ha demostrado que, puestos en la disyuntiva, la mayoría ha optado por Ollanta Humala en el sentido de ver una perspectiva de cambio más consistente. Yo, personalmente, pienso que es así y que hay ahora una gran oportunidad para el país no solo en lo que puede significar el desarrollo de políticas sociales sino porque además hay un contexto latinoamericano bastante favorable a un desarrollo de este tipo, que está más cercano al estilo brasileño. Yo espero que tenga el mayor de los éxitos.



–¿Se siente optimista con Humala?



–Yo me siento optimista de la perspectiva del país y creo que todos deberíamos sentirnos optimistas.



–¿Colaboraría con él si lo convoca?



–Eso no está planteado. Ellos han designado un equipo para la transferencia que encabeza (el médico) Álvaro Vidal, que es una excelente persona, somos amigos de hace muchos años. Aquí el proceso de transferencia ha sido absolutamente transparente y con la mejor buena voluntad.



–No me ha dicho si aceptaría.



–Si eso estuviese planteado, en su momento lo consideraría. Pero por ahora no está planteado.



La izquierda y el caudillismo



–No muchos saben que en los 70 militó en Vanguardia Revolucionaria, un partido considerado de izquierda radical.

–Bueno, eso de radical depende de quién lo considera así. Éramos de izquierda, sin duda, y una izquierda que planteaba alternativas de cambio, sin duda.



-¿Cómo cuáles?



–Reformas con respecto al modelo de gobierno y de participación democrática. Era el tiempo del gobierno militar y todos los espacios democráticos estaban cerrados. Planteábamos elecciones, participación de los partidos, una amplia participación popular y una mayor redistribución de la riqueza.



–En los 80 estuvo en el PUM, el mayor partido de izquierda, que luego eclosionó. ¿Qué autocrítica haría de esos años?



–La izquierda perdió una gran oportunidad de no ponerse por encima de sus intereses de grupo, y eso lo llevó a la ruptura.

–Había mucho caudillismo.



–Sin duda. Mucho caudillismo, mucho interés menor de los diferentes grupos, que se peleaban por cuántos congresistas tienes tú, cuántos candidatos tengo yo. Eso es lo que anuló a la izquierda y al gran proyecto de Alfonso Barrantes.



–¿En los 90 militó en algún partido?



–No, fui independiente y mantuve mi posición hasta mi incorporación al Partido Humanista, en el 2004, como un intento de reagrupamiento menos ideologizado.



–¿Por qué menos ideologizado? ¿La ideología fue un lastre para la izquierda?



–No, no, la ideología dogmatizada es lo que ha sido un lastre

Los cuadros del presidente ¿quienes y donde estan quienes haran la gran transformacion?

Se necesitan 300 técnicos de primer nivel para gobernar. El Partido Nacionalista no los tiene y por eso el colectivo Ciudadanos por el Cambio proveyó los expertos, la mayoría de izquierda, que elaboraron el Plan de Gobierno y abastecieron de discurso a Ollanta Humala. Ahora, a 11 días de la asunción del nuevo gobierno, definir un futuro de convivencia en el poder es la tarea pendiente.


Por Óscar Miranda


Este mediodía, en un hotel de Miraflores, concluirá una reunión de trabajo que podría ser fundamental para el futuro de Gana Perú y del gobierno de Ollanta Humala. Ciudadanos por el Cambio, el colectivo de intelectuales y tecnócratas de izquierda que elaboró el Plan de Gobierno, y cuya figuras más visibles son Alberto Adrianzén y Salomón Lerner Ghitis, desarrolla desde ayer una exhaustiva discusión sobre cuál será su papel en la administración que se inaugura el 28 de julio. Aunque tras la segunda vuelta su peso en la órbita del presidente electo decreció ligeramente –mientras lo ganaron profesionales llegados de otros ámbitos–, continúan siendo el think tank que da el principal sustento programático a Gana Perú. Y Lerner sigue siendo la persona que más influye en Humala. Después de Nadine, claro.


El debate interno en Ciudadanos por el Cambio también podría ser decisivo para el futuro del Partido Nacionalista. Domingo conversó esta semana con Sinesio López, Carlos Tapia, Cecilia Israel y otros miembros del colectivo, y comprobó que está en sus planes proponer que Gana Perú sea una alianza de gobierno en la que el nacionalismo tenga su lugar junto con la tecnocracia izquierdista (aunque independiente), los partidos de izquierda y los movimientos regionales. “Una formación al estilo del Frente Amplio de Uruguay”, explica Tapia. Al Partido Nacionalista la idea no le hace ninguna gracia. Sin embargo, según uno de sus impulsores, Humala la ve con buenos ojos.


Lo que se viene en los próximos días es una importantísima discusión sobre el futuro de Gana Perú, saludable en cualquier organización política, que no llamaría la atención si no fuera porque revela que a menos de dos semanas de que asuman las riendas del gobierno, los vencedores del 5 de junio todavía no tienen claro cómo se van a organizar para administrar el país.



Recelos nacionalistas



¿En Gana Perú hay cuadros suficientes para gobernar? Lanzamos la pregunta a varios miembros de la bancada nacionalista –para todo efecto, el único ámbito de dirigentes que tiene el partido–. Algunos, como Fredy Otárola, aseguraron que los tienen. Otros, como Víctor Mayorga, señalaron que los hay aunque no son muchos. Cayo Galindo, otrora vocero de la bancada, fue el único que admitió –al menos, on the record– que son pocos. Sin embargo, agregó que esa carencia no tenía por qué significar un problema. “Los técnicos se pueden convocar”, observó, parafraseando, no necesariamente adrede, la famosa sentencia de Luis Bedoya Reyes a Jorge Grieve en el debate municipal de 1966.



La paradoja es que al mismo tiempo que congresistas como Galindo y otros confían en que sus ‘jales’ pueden ayudarlos en la complicada tarea de gobernar dejan entrever su fastidio por la predominancia de los tecnócratas de izquierda en Gana Perú. Un legislador que prefirió no identificarse comentó que “ellos se creen el súmmum de la intelectualidad” y que “no nos ven a su altura”. Fredy Otárola cree que Ciudadanos por el Cambio “quizá puedan aportar con algunos cuadros, obviamente, como cualquier colectivo”. Galindo relativiza su papel en la elaboración del Plan de Gobierno. “Han colaborado en la redacción pero la línea matriz la ha dado el presidente Ollanta Humala”, afirma. Otros prefieren reservarse su opinión.

El malestar de los nacionalistas con los cuadros de izquierda es difícil de ocultar.



Una historia de izquierda



Pero ¿quiénes son los Ciudadanos por el Cambio? ¿Cómo llegaron a ser la cantera de las ideas y políticas públicas que presentó Humala en la campaña? Su historia, relata su coordinadora, Cecilia Israel, comenzó en el 2008, cuando ella, el economista José Oscátegui, el ambientalista Ricardo Giesecke y los sociólogos Gustavo Riofrío y Vicente Otta le propusieron al líder nacionalista convocar a intelectuales y expertos de diferentes campos para conocer sus opiniones sobre temas que por entonces eran parte de la agenda pública (el gas, los acuerdos de libre comercio). Otro grupo, integrado por los analistas políticos Alberto Adrianzén, Sinesio López, Carlos Tapia, Isabel Coral, entre otros, se reunía por su cuenta con las mismas inquietudes. Eventualmente, los dos grupos confluyeron. En febrero del 2009, con su primer pronunciamiento, sobre el TLC con Chile, salieron a la luz pública. Y en el tercero, en enero del 2010, expresaron públicamente su respaldo a la candidatura de Humala.



El pasado político de ese núcleo básico, al que poco después se integrarían Félix Jiménez y Nicolás Lynch, se remonta a la Izquierda Unida de los ochenta y en algunos casos todavía más atrás. Tapia y López estuvieron en el MIR en los sesenta, y Adrianzén en el MIR-IV Etapa. Jiménez militó en el Partido Comunista Peruano (Unidad). Lynch perteneció al Partido Comunista Revolucionario (PCR). Israel fue cercana colaboradora del ex alcalde de Lima Alfonso Barrantes. La mayoría de ellos se encontró en el Partido Unificado Mariateguista (PUM) en los ochenta. Su espíritu de hombres de izquierda los condujo hacia el proyecto nacionalista de manera natural. Por esa época, entre el 2008 y el 2009, Carlos Tapia era el principal asesor de Humala y una de las personas que más lo influían. El líder nacionalista había aceptado su proyecto de construir una organización política que trascendiese a su partido, una “mesa de cuatro patas” en las que también estuvieran los intelectuales, los partidos de izquierda y los movimientos regionales. El proyecto encajaba con lo que venía haciendo el colectivo, que ya se había bautizado a sí mismo como Ciudadanos por el Cambio (desecharon su primer nombre, Intelectuales por el Cambio, porque algunos miembros, alejados de la esfera académica, no sentían que los representara).



Entre abril y mayo del 2010, Humala les pidió que elaboraran el Plan de Gobierno. Ya eran una treintena y tras convocar a expertos amigos sumaron casi 60 especialistas. Fueron siete meses de apasionadas discusiones internas. El 20 de diciembre fueron presentados oficialmente como el Equipo Técnico de Gana Perú. Aunque Jiménez fue el coordinador, para entonces Salomón Lerner Ghitis –quien se había incorporado en el camino– había ganado influencia y se convirtió en su principal interlocutor ante el candidato presidencial.



Chuquihuara, el secretario



Durante la campaña, el equipo de cuadros recibió al menos dos inyecciones adicionales de tecnócratas y profesionales. La primera, tras la primera vuelta, cuando se buscó una imagen de apertura y llegaron los ex funcionarios de Perú Posible (Kurt Burneo, Óscar Dancourt, Alfonso Velásquez, Daniel Schydlowski y otros), así como expertos que habían colaborado en el Plan de Gobierno de manera reservada y que al fin se animaban a dar la cara (Ketín Vidal, Carlos Herrera Descalzi, Fernando Sánchez Albabera y varios más).



La segunda, luego del triunfo, cuando se organizaron las comisiones de transferencia. La distribución de las comisiones sectoriales evidenció una nueva correlación de fuerzas: los miembros de Ciudadanos por el Cambio ya no eran mayoría. Por ejemplo, Luis Chuquihuara asumió la conducción de la transferencia en la PCM. Según diversas fuentes, Salomón Lerner influyó para ubicarlo en ese cargo, aunque Tapia cree que el diplomático entabló relaciones con Humala en el 2009 cuando este viajó a El Salvador –donde Chuquihuara era embajador del Perú– para reunirse con el mandatario de ese país. Hoy, Chuquihuara es el secretario personal del presidente electo y, según las fuentes, el virtual secretario general de la Presidencia.



¿Qué es Gana Perú?



En las últimas semanas, Ciudadanos por el Cambio ha seguido creciendo en número. Se ha organizado en 14 comisiones sectoriales que continúan reuniéndose para analizar la coyuntura y producir documentos de cara a los primeros 100 días de gobierno. Cecilia Israel dice que Soledad Piqueras, hija de Susana Villarán, se ha acercado a ellos interesada en trabajar de la mano de su propio colectivo. Tapia cree que deben seguir siendo un espacio que alimente de propuestas políticas, y eventualmente de ‘cuadros’, al presidente.



El futuro de Gana Perú como alianza será un problema que Ollanta Humala tendrá que encarar más temprano que tarde. Para el nacionalista Cayo Galindo, no existe alianza ni frente. “Lo único que se hizo fue cambiar de nombre al Partido Nacionalista. Si Gana Perú fuese una agrupación distinta tendría una estructura propia, y eso no existe”, apunta. Alberto Adrianzén discrepa; señala que se trata de una organización más amplia que el Partido Nacionalista y que el tema de la estructura que tendrá es precisamente uno de los asuntos importantes que se abordará en los próximos días. “Este es un frente que debe incluir a nacionalistas pero también a los independientes”, subraya. Los miembros de Ciudadanos por el Cambio empezaron la discusión este fin de semana. En el nacionalismo, a tan solo 11 días del cambio de mando, esperan que el presidente electo aborde la cuestión cuanto antes.



funcionarios, se busca



“Un gobierno necesita entre 250 y 300 cuadros profesionales para implementar su plan de gobierno”, dice Nuria Esparch, hasta marzo presidenta ejecutiva de la Autoridad Nacional del Servicio Civil-Servir y una de las personas que mejor conoce los requerimientos de funcionarios en el Estado. Se trata de cargos de confianza, ministros, viceministros, directores de oficinas, asesores, etc., explica. La cifra parece pequeña si se la compara con los aproximadamente 6,000 cargos de jefatura pública que existen en el Ejecutivo. Pero la pregunta es si Gana Perú los tiene. Y todo indica que no, no los tiene.



Los nacionalistas Víctor Mayorga y Cayo Galindo dicen que Ollanta Humala está preocupado por la formación de cuadros técnicos en su partido y que esa será una de las tareas que se pondrán en marcha en el corto plazo. “Hay que formar cuadros para que desempeñen cargos públicos o para que asuman cargos dentro del partido”, sostiene Mayorga. Galindo dice que los congresistas que no fueron a la reelección serán los que asuman estas responsabilidades

domingo, 16 de enero de 2011

“Los ideales de Arguedas no son arcaicos, apuntan al futuro”

Este martes 18 de enero se cumplen cien años del nacimiento del escritor José María Arguedas (Andahuaylas 1911-Lima 1969). El autor de Los ríos profundos, Todas las sangres y El zorro de arriba y el zorro de abajo dejó un legado que ahora es revalorado con homenajes nacionales e internacionales y con el anuncio de la edición completa de sus estudios antropológicos. Carmen María Pinilla, estudiosa de su obra, hace aquí un acercamiento a sus ficciones, pero también a su vida atormentada, marcada por los contrastes.

Por Cynthia Campos

“Dicen que ya no sabemos nada, que somos el atraso, que nos han de cambiar la cabeza por otra mejor. Dicen que nuestro corazón tampoco conviene a los tiempos (...). Dicen que algunos doctores afirman eso de nosotros”, escribió José María Arguedas en 1966 en un texto que tituló Llamado a algunos doctores. Líneas después, los desafiaría: “Saca tu largavista, tus mejores anteojos. Mira, si puedes. Quinientas flores de papas distintas crecen en los balcones de los abismos que tus ojos no alcanzan, sobre la tierra en que la noche y el oro, la plata y el día se mezclan”. Arguedas lanzaba así el reto: entender el ande con una nueva mirada, una que valore la riqueza de la cultura andina como la de todas las culturas que habitan el Perú, para lograr un país, como en el título de su novela, de todas las sangres.

El reto de repensar a Arguedas sigue vigente y fue el propio Mario Vargas Llosa quien recordó al autor en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura 2010. Vargas Llosa saldaba con él una deuda que tenía desde que publicó La utopía arcaica (1996) y los expertos de la obra de Arguedas, como Alejandro Ortiz Rescaniere y Rodrigo Montoya, le salieron al encuentro. La especialista Carmen María Pinilla, miembro de la Comisión del Centenario de José María Arguedas, nos acerca a esta polémica y a la vida y obra del autor de Yawar Fiesta.

–¿Mario Vargas Llosa ha cambiado su visión sobre la obra de José María Arguedas. Ya no la considera ‘arcaica’?
 
–En primer lugar, Mario Vargas Llosa admira a Arguedas. Es un admirador sincero de la obra de Arguedas y la ha estudiado a profundidad. Lo que pasa es que él considera que José María Arguedas siente alguna añoranza porque se está perdiendo la tradición andina, pero Vargas Llosa interpreta esta añoranza como un deseo de regresar a ese orden andino, de que no cambie, de que se quede congelado. Entonces, sí, pienso que con este último discurso Mario Vargas Llosa ha enmendado el calificativo de ‘arcaica’ a la utopía de Arguedas, o a los ideales de Arguedas. No son arcaicos porque los ideales de Arguedas no son regresar al pasado sino más bien utilizar valores del pasado, que existen todavía en las poblaciones actuales, herederas del pasado incaico, y que esos valores tengan una utilidad en el futuro. Por último, sería en todo caso la utopía de todas las sangres, como dijo Rodrigo Montoya.

 
–Qué hace al mensaje de la obra de Arguedas un discurso tan actual?

 
–Este proceso por hacer del Perú un país de todas las sangres sigue vigente y las expresiones culturales del ande también; no se opacan en absoluto con la llegada de las tradiciones occidentales. Aún ahora sucede eso. Mira, por ejemplo, en Gamarra, las creaciones de los empresarios de origen andino tienen todos los colores del ande. Fíjate en la música chicha. Nuestro idioma también está lleno de imposiciones de la cultura quechua. No es que se va a arrasar con el pasado; se está demostrando que eso no es así necesariamente. Además, Arguedas habla de segregación y discriminación, que son problemas que se viven aún ahora en todas partes del mundo, por eso lo estudian en España, en Alemania.

–Pero el mensaje arguediano ha sido aprovechado políticamente también. Alejandro Toledo, por ejemplo...

 
–Claro. Sin ir más lejos, también el gobierno de Fernando Belaunde. Belaunde apreció la obra de Arguedas y muchas veces se inspiró en ella, incluso lo invitó a ser director de la Casa de la Cultura. Esa es la propiedad y la actualidad de Arguedas, que es de todos y no puede ser apropiado por un partido político o un determinado sector, ya sea de derecha o de izquierda. Es algo parecido a lo que sucedió también con la figura de Túpac Amaru en los tiempos de Juan Velasco Alvarado. Pero está bien que Toledo lo cite porque lo difunde, y en la medida que lo lees te das cuenta de que no es el mensaje de Toledo sino el de Arguedas.


Arguedas en su tiempo

 
–¿Cuáles son los hechos que marcan la escritura de José María Arguedas?



–Como dijo Alberto Flores Galindo, Arguedas vivió los procesos sociales más importantes del Perú en el siglo XX. Entre los 9 y 14 años vio nacer los grandes movimientos reivindicatorios del indio en la sierra. Entre los 20 y 23 años ve la serie de levantamientos de los indígenas en contra del gamonalismo, que había alcanzado altísimos niveles de explotación. Además, su padre era juez de primera instancia en Puquio y tenía que recorrer con él varias regiones en el país. Ello sin contar que, desde niño, el escritor estuvo expuesto a los contrastes. Mientras el padre salía de viaje, la madrastra en casa lo maltrataba y lo exiliaba al mundo de la cocina, con los indios. Cuando el padre regresaba, lo peinaban, lo limpiaban y lo sentaban en el comedor principal. Él pudo ver ambos mundos, del indio y del gamonal con todas las desigualdades y contrastes entre ambos, desde muy chico.

 
–En Lima también ve estos contrastes...

 
–Sí, en la década del 40 van a intensificarse los movimientos migratorios que cambian totalmente el rostro de las ciudades. Todo esto va a cambiar la situación en el ande y, coincidiendo con el empobrecimiento del agro, se produce el deseo de emigrar, de abandonar el campo, la agricultura tradicional. Esto significa un cambio total en la costa, donde Arguedas es testigo de cómo se van formando los pueblos jóvenes, las barriadas. Él frecuenta estas barriadas, tiene allí amigos músicos, folcloristas, y los visita frecuentemente. Por eso es que critica a Luis Felipe Angell (Sofocleto) cuando este publica su novela La tierra prometida, y –según Arguedas– las presenta como una realidad deformada y sin futuro. Arguedas dijo que no es así y quiso demostrarlo en su última novela El zorro de arriba y el zorro de abajo cuando presenta en el escenario del mercado a migrantes de distintas partes del Perú que caminan juntos y luchan por un proyecto común.

 
La realidad golpea como un río

 
–Se dice que uno de los mayores aportes de Arguedas ha sido revalorar la figura del indio...

 
–También lo creo, pero se ha prestado a exageraciones. Es un tema que le han achacado mucho, sin embargo el mismo Arguedas se defiende diciendo que él no retrata solo al indio. Él dice que para expresar al indio él tiene que expresar con la misma agudeza a los personajes que hacen del indio lo que es. Es decir, él trabaja con el mismo ímpetu al gamonal, al patrón, a los jueces, a los curas, al gendarme, etc, y los presenta a todos –incluyendo al indio– con sus virtudes y sus defectos. Su objetivo es otro. Él dice muchas veces qué es lo que le lleva a escribir. Dice que los dos grandes objetivos de su vida son mostrar una realidad desconocida –o mal conocida por los prejuicios– y luego golpear como un río la conciencia del lector. Por eso luego va a complementar su vocación literaria con la de científico social, de antropólogo.
 
–Las mujeres jugaron un rol importante en la vida amorosa de Arguedas, pero parece quejarse siempre...

–Lo que pasa es que Arguedas era enamoradizo y enamorador. Su primer gran amor fue Celia Bustamante Vernal, pero antes tuvo varias relaciones, no tan fuertes. José María y Celia, que ya se habían conocido en la peña Pancho Fierro, se enamoran cuando ella lo visita y ayuda en la prisión El sexto, en compañía de su hermana Alicia, quien pertenecía a Socorro Rojo (organismo del Partido Comunista). Arguedas estaba preso por protestar contra un general fascista que visitó San Marcos. Viven 26 años de un matrimonio feliz para todos los que los conocieron. Pero él frecuentemente se queja de insatisfacción. A la par, tiene varios amoríos que no llegan a nada. Solo uno es importante, el romance que tiene con Vilma Ponce, en Apata (Junín), que lo ayuda a terminar Los ríos profundos. Finalmente, se enamora de Sybila Arredondo, pero también se queja de insatisfacción. Con todo, cuando él se siente decaído, enamorarse e ilusionarse le despierta la chispa de la vida.

–Pero la depresión le gana a la ilusión.
 
–Es característico de su tipo de personalidad. Esta personalidad que tiene sentimientos de muerte, que luego de la muerte de la madre vive en ambientes amenazantes. Con un padre casi ausente, tendrá luego problemas para mantener vínculos afectivos estables. Va siempre buscando a la mujer perfecta, virginal, algo que, evidentemente, no se puede alcanzar.

Las crisis

–Otra mujer, su terapista Lola Hoffmann, es fundamental también.

 
–Sí, a partir de los años 60 él comienza terapia con Lola Hoffman. Arguedas dice que es ella quien le da el empuje para terminar su matrimonio con Celia. Pero luego Lola entrará en crisis también; muere su pareja sentimental y luego tendrán que quitarle un ojo por un problema de glaucoma. Esto afecta a Arguedas profundamente; su temperamento es bastante sensible.

 
–Bastante sensible a las críticas también. La mesa redonda sobre Todas las sangres en el año 65 lo hirió de muerte...

–Esas críticas en el Instituto de Estudios Peruanos fueron devastadoras, pero no creo que hayan sido determinantes de su decisión de suicidio. Su situación afectiva, el problema de Lola Hoffmann –su ‘mama Lola’–, la situación política y social, el hecho de que siente que otros han hecho cosas mejor que él –como la traducción de los mitos de Huarochirí–, todo ello hace que no soporte más. Es curioso, en el psicoanálisis se ve que las personas que han tomado esta decisión radical sienten tranquilidad. Eso al parecer le ocurrió a Arguedas pues antes de morir hizo llamadas para despedirse de sus seres queridos, dio recomendaciones, escribió cartas.


Lo que dice en el último diario, incluido en El zorro de arriba y el zorro de abajo, lo corrobora. “He sido feliz en mis llantos y lanzazos porque fueron por el Perú; he sido feliz con mis insuficiencias porque sentía el Perú en quechua y en castellano (...). En la voz del charango y de la quena lo oiré todo”. Sí lo oyó. Pero fue después de que sus amigos trasladaron su cuerpo a escondidas para que fuera enterrado en su tierra, Andahuaylas. Lo oyó todo: las danzas, los charangos, las quenas y los cantos.

En el Perú y el extranjero

El martes 18, el Congreso de la República realizará un homenaje a José María Arguedas, que será iniciado con la parte musical de Máximo Damián y Jaime Guardia. Seguirán las ponencias de expertos como Carmen María Pinilla. El miércoles 19, se inaugurará la muestra bibliográfica ‘Poética de un demonio feliz’, en la Biblioteca Nacional. Allí mismo se abrirá la mesa redonda ‘Literatura y realidad andina en la obra de José María Arguedas’. El mismo día, la Universidad Agraria de La Molina rendirá otro homenaje, también con mesas redondas y testimonios. La revaloración de la obra del autor de Agua también será internacional. En Cuba ya se alista otra serie de actividades, convocada por la Casa de las Américas. En Roma, la Asociación Cultural Nuevo Horizonte también prepara un homenaje.
 

sábado, 9 de enero de 2010

EL MILAGRO CHINO



El desafío de China


 El gobierno de Pekín se concentra en fortalecer el consumo interno para superar la crisis económica. (2) Como consecuencia de la crisis, perdieron el empleo directo millones de trabajadores inmigrantes. (3) China exportó productos por valor de más de 1,218 millones.

Como nunca, el gigante asiático se ha concentrado en fortalecer el consumo interno para combatir la crisis mundial y la insatisfacción interna. A la fecha ha invertido un paquete de 585 mil millones de dólares para la construcción de infraestructura y en proyectos sociales. La crisis se ha convertido en una oportunidad.

La crisis económica y financiera mundial hizo temblar el orden internacional y nos conduce hacia una nueva era. Entramos a tiempos de inseguridad en los que nuevos poderes determinarán la política global. Desde hace tiempo se comenta el traslado del poder del Atlántico hacia el Pacífico. China e India son países que económicamente crecen y abarcan a un tercio de la humanidad. Además, ambos países poseen armas nucleares. Sin embargo, el potencial económico de China es más fuerte y desarrollado y a largo plazo esta situación posiblemente no cambie. China se convertirá en el poder asiático líder y a nivel internacional jugará un papel más significativo.


El dualismo del Boom chino

Sin embargo, China como otros países, se ve afectada por la crisis económica. La ampliación de sus posiciones de poder dependerá en gran medida de cómo trate a la crisis. El crecimiento económico regaló a China un desarrollo inesperado pero al mismo tiempo problemas enormes. Mientras que la región costeña se benefició con más fuerza del Boom económico, las regiones del centro y el occidente permanecieron subdesarrolladas. La diferencia en el ingreso entre la ciudad y el campo es la más grande en el mundo, de 7 a 1. Por esta razón cada año migran más de 130 millones de trabajadores hacia las regiones urbanas ricas de la costa, en busca de ingresos.

China tiene una economía orientada hacia la exportación. La crisis afecta al país con una gran violencia. A comienzos del año 2009 cayeron las exportaciones en más de un 25 %. Aumenta la desocupación y disminuye la disposición de la gente a gastar. Crecen las tensiones sociales y ahora sí se nota la ausencia de una red de asistencia social. La demanda interna, deficitaria debido a la falta de capacidad de compra, es muy baja como para detener este desarrollo. Mucho tiempo se concentró Pekín en convertirse en “la fábrica del mundo” sin ampliar su base de consumo interno.

China necesita por lo menos un crecimiento de 8 % para conservar la paz social en el país. Si el crecimiento cae debajo de este límite, no se podrá ocupar a millones de jóvenes que quieren integrarse al mercado de trabajo. Y esto sí podría conducir a un colapso social, aunque los pronósticos confirman ese crecimiento.

Como consecuencia de la crisis económica han perdido el empleo ya 20 millones de trabajadores inmigrantes. A estos se le unirán cerca de 7 millones de egresados de centros superiores que no encontrarán trabajo. La cuota oficial de desempleo es de 4% la no oficial se calcula en un 9%, equivalente a más de 70 millones de personas. La legitimación del dominio de un solo partido está en juego. Mientras la economía experimentaba un boom y el capitalismo comunista podía amortiguar las tensiones sociales, el Partido Comunista Chino no necesitaba de preocuparse y atemorizarse. La crisis lleva consigo el potencial de protestas masivas. En el pasado siempre hubo protestas que fueron derrotadas violentamente. La estadística oficial registra cerca de 80,000 desordenes locales anualmente. La inestabilidad es una de las cuestiones que más atemoriza o preocupa al gobierno central y puede sacudir su poder. Desde el punto de vista histórico, la estabilidad social es una necesidad para el gobierno en Pekín. En el pasado los gobernantes chinos fundamentaban su derecho a dominar a “un Mandato del cielo”. El derrumbe económico o las catástrofes sociales significaron la revocación de dicho mandato. Por esta razón, kaiseres chinos cayeron o fueron derrumbados por rebeliones campesinas. Junto a las causas internas los gobernantes chinos tienen un trauma político externo. En tiempos en que China estaba debilitada internamente, frecuentemente fue víctima de agresiones externas. Este escenario es improbable que se repita en la actualidad, sin embargo el tema influye en el pensamiento chino hasta ahora.

El paquete chino

El miedo a que la crisis económica se convierta en una crisis política, presiona al gobierno chino a tomar una serie de medidas anticrisis. China ha reaccionado a la crisis con un paquete coyuntural de 585 mil millones de dólares. El dinero deberá ser utilizado en la construcción de infraestructura y en proyectos sociales. A pesar de esto el gobierno chino teme una rebelión de hambre y desesperanza provocada por la creciente desocupación. Precisamente la población rural es la más afectada por la crisis. Más del 40% del ingreso del campo proviene de los trabajadores inmigrantes del campo que trabajan en las ciudades y que apoyan a sus familias que se quedaron en el campo. Estas transferencias se han reducido considerablemente debido a la crisis. Los campesinos están excluidos del sistema social estatal. Desde 1958 el Estado divide al pueblo en los que se aseguran por cuenta propia en el campo y los que el Estado asegura en las ciudades. Quien no posee un pasaporte o carnet de identidad de la ciudad no tiene derecho gozar de los servicios sociales de las ciudades. La situación es precaria especialmente para los trabajadores inmigrantes del campo, muchos de los cuales tuvieron que vender sus terrenos para emigrar a la ciudad, y no pueden regresar al campo y de esta manera conforman una masa con potencial de protesta.


Por esta razón, Pekín se concentra en fortalecer el consumo interno como medio para superar la crisis económica. Descargas impositivas, facilitación del otorgamiento de créditos y subvenciones deben de favorecer a la población del campo. En el 2009 se utilizaron 16 mil millones de dólares en subvenciones sólo para el apoyo a los precios del trigo.

El gobierno quiere apoyar a la industria automovilística y la de acero, las cuales sufren especialmente los efectos de la crisis, con medidas como las reducciones de impuestos en la compra de autos y el facilitamiento de medios financieros estatales para el desarrollo y producción de autos que dañen menos el medio ambiente.

A ello se le agrega el aumento de la pensión para jubilados estatales y de sueldos a 12 millones de maestros. El sistema de salud deberá ser reorganizado con el objeto de que gente ahorre su dinero en caso de emergencia y los utilice en el consumo diario.

EE.UU., el gran mercado del “Gigante”

China esta en la capacidad de realizar medidas de reactivación, pues posee reservas en divisas de más de 2 billones de dólares americanos. Por otro lado, China tiene sus manos atadas ya que si reduce sus reservas en dólares contribuiría a una caída del dólar y lo cierto es que esto no le conviene a China porque los Estados Unidos son su segundo importador de productos más importante después de la Comunidad Europea.

En el año 2007 China exportó productos por un valor global de más de 1 billón 218 mil millones. El porcentaje de ventas a Estados Unidos fue del 19,1 por ciento. De ningún otro país importaron los EE.UU. tantos productos y mercancías.

La recuperación económica en Asia se basó en determinada medida en el consumo estadounidense financiado por créditos y la austeridad asiática. Después del reventón de la burbuja financiera en los Estados Unidos y el inicio de la desaceleración económica global, China teme el total colapso de la moneda norteamericana.

Washington intenta estabilizar su economía con sumas cada vez más grandes de dinero. Al multiplicar la masa monetaria a través de las bajas del la tasa de interés y la edición de nuevo dinero se corre el riesgo de una masiva devaluación del dólar. El Banco emisor (FEB) ya anunció la compra de títulos de hipotecas aseguradas por un valor de 750 mil millones de dólares para liberar a los bancos de sus títulos de valores “basura”. Además, el FED quiere emitir bonos estatales a largo plazo por un valor de 300 mil millones de Dólares.

De este modo, serán emitidos más de un billón nuevos dólares americanos al mercado monetario orteamericano. Esto deberá resucitar el estancamiento del sistema de circulación financiero. A corto plazo este es un medio para estimular a la economía. A mediano plazo esta política puede convertirse en un boomerang por los riesgos de inflación que implica. El dinero creado no corresponde a valores reales. De está manera existe la posibilidad de que el dólar colapse y que esto conduzca a una bancarrota de los Estados Unidos.

Dirk Herrmann y Rubén Cárdenas
Colaboradores




domingo, 16 de agosto de 2009

La desconocida vida de “José”, el cabecilla terrorista del VRAE



Celebró su cumpleaños con ataque a la base policial de San José de Secce. La República obtuvo documentos exclusivos sobre el pasado de Víctor Quispe Palomino, el terrorista más buscado por la policía.Ángel Páez (*) Elías Navarro.Las claves de un hombre están en su pasado. En el caso de Víctor Quispe Palomino, “camarada José”, jefe de la agrupación senderista que opera en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), se conoce muy poco de su vida anterior a su integración a la organización maoísta. Pero solo hasta hoy. Este hombre que se autoproclama sucesor de Abimael Guzmán Reinoso, pero que al mismo tiempo despotrica de él y lo llama traidor, también lo imita: el ataque a la base policial de San José de Secce, en el que murieron tres policías, dos civiles y al menos cinco senderistas, no fue otra cosa que un ritual terrorista por el onomástico de Víctor Quispe Palomino. Como Guzmán, “José” festeja su natalicio con ataques y asesinatos.De acuerdo con su partida de nacimiento, el hijo de Martín Quispe Mendoza, de 32 años, en aquella época, e Irene Palomino Altamirano, de 22 años, llegó al mundo el 1º de agosto de 1960. Así consta en este y otros documentos originales obtenidos por La República. Y no nació en un pueblo cualquiera, sino en uno lleno de simbolismo: Chuschi, distrito de la provincia de Cangallo, donde Abimael Guzmán dio inicio a la lucha armada el 17 de mayo de 1980. Irene Palomino dio a luz en su propia casa, en la calle Quispillaccta. Sin embargo, sus padres eran naturales del poblado de Umaru, de la jurisdicción distrital de Vischongo, provincia ayacuchana de Vilcashuamán. Umaru también tiene un fuerte simbolismo entre los senderistas.Fuentes de inteligencia antiterrorista indicaron que cuando Guzmán inició la lucha armada, uno de los integrantes del primer contingente era Martín Quispe, padre de Víctor Quispe Palomino. En los primeros años de guerra, Abimael Guzmán decidió convertir la comunidad de Umaru en la semilla de la utópica “República Popular Democrática del Perú”, del mismo modo que hizo Mao Zedong durante la Larga Marcha en la provincia de Yenán. Al mando de Umaru estaba Martín Quispe, padre del “camarada José”. Martín Quispe entregaría a sus hijos Víctor, Jorge e Iván a las “escuelas populares” para que se formen como militantes senderistas. Solo Víctor y Jorge siguen juntos en el VRAE.Tras sus pasosPero antes de la lucha armada, Víctor Quispe Palomino siguió estudios normales de primaria y secundaria. Fue un alumno muy mediocre de acuerdo con sus certificados de estudios. El primero de secundaria lo realizó en la Gran Unidad Escolar Mariscal Cáceres, de Huamanga, en 1972. Su ponderado es de 11.3. De las nueve asignaturas, aprobó seis con 11 y tres con 12, siendo estas: religión, educación física y geografía.El segundo de secundaria lo cumplió en otro legendario semillero de senderistas: el Colegio de Aplicación Guaman Poma, perteneciente a la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho. Mejoró, pero no en las materias más exigentes e importantes. Obtuvo un 15 en religión, 14 en inglés y 13 en historia del Perú y educación artística. Alcanzó el promedio de 12.3. Al año siguiente sufrió un bajón.De las 10 asignaturas que tomó en la misma escuela, seis aprobó con 11, dos con 12, una con 13 y una con 14. Su promedio fue un pésimo 11.7. Toda la secundaria mantuvo el mismo ritmo. Estaba muy lejos de ser un estudiante aprovechado, mucho menos ejemplar. El certificado de cuarto año de secundaria confirma que el adolescente Víctor Quispe Palomino no pasaba de la línea de mediocridad. De las 12 materias que le tocó, la mayor nota, 14, corresponde a educación física. Esta vez desaparecieron los 11, pero su promedio anual fue de 12.4. Algo es algo.En quinto de secundaria no cambió demasiado. Por el contrario, bajó. Lo máximo que obtuvo fue un 13. Cursó 13 asignaturas, cosechando un promedio anual de 12. Con las justas, como se dice. Acabó en 1976.En la Universidad de HuamangaNo obstante su pobre desempeño en la secundaria, a Víctor Quispe Palomino no le resultó difícil ingresar a la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Entre abril de 1977 y diciembre de 1979 estudió Antropología. De las seis asignaturas que tomó, solo obtuvo una nota “B” (entre 14 y 16) en quechua, que es la lengua de sus padres. En las otras cinco se ganó una “C” (entre 11 y 13). En el segundo ciclo, de las seis asignaturas en cinco se ganó una “C” y desaprobó Ciencias Sociales II con una “D” (entre 10 y 06). Y pasó con bajas notas las seis materias del tercer ciclo. En todas cosechó una “C”. El cuarto ciclo fue peor. Tomó nueve cursos, desaprobó siete con “E” y solo pasó con una “C”: Quechua y Ciencias Sociales II, que lo había repetido. El registro de sus notas cerró el 17 de diciembre de 1979, exactamente cinco meses antes del ataque a Chuschi, la localidad donde había nacido, dándose inicio a la lucha armada senderista que desató el vértigo de la guerra interna que asoló el país. Víctor Quispe Palomino no retornó a la universidad. Se unió a la lucha armada con su padre y sus hermanos. Fuentes de la Policía Antiterrorista tienen consignado en sus registros que “José” ingresó oficialmente al Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso en 1982, a los 22 años, luego de un periodo como “pionero” en las “escuelas populares”.El 7 de agosto de 1982 acompañó a su padre, Martín Quispe, en el ataque y copamiento de la comunidad de Umaru, justo cuando la población se preparaba para festejar a su patrono San Antonio de Padua. Poco después, Víctor Quispe intervino en el ataque al puesto de la policía de Vilcashuamán, provincia de Cangallo. Pero el verdadero bautizo de sangre se produjo el 3 de abril de 1983, cuando fue parte de la masacre de 69 campesinos de Lucanamarca, crimen masivo autorizado por el propio Abimael Guzmán. Víctor Quispe fue identificado por la policía como uno de los agresores. La jefatura terrorista lo premió asignándole la condición de “mando militar”. Sin embargo, ese mismo año su padre, Martín Quispe, cayó en un enfrentamiento.Su nombre es consignado en el asesinato de siete campesinos en Carhuanca, en marzo de 1983; en el enfrentamiento con la policía en Sacsamarca, en mayo del mismo año; en el asalto a los puestos policiales de Cabana, Andamarca y Anucará, en octubre de 1983; y en julio de 1984, condujo la toma del puesto policial de Huancasancos. El 4 de abril de 1985 fue detenido por primera vez y liberado por falta de pruebas. Tenía vinculación directa con la cúpula, a la que tuvo acceso por su amistad con Margie Clavo Peralta, quien a su vez la relacionó con Augusta La Torre Carrasco, “camarada Norah”, esposa de Abimael Guzmán.La familia de Quispe era dueña de una chacra en la localidad de Selva de Oro, distrito de Río Tambo, en la provincia de Satipo, zona perteneciente al VRAE. Allí Martín Quispe entrenaba a sus hijos Víctor, Jorge e Iván. Desde esa época, “José” conoce el VRAE como la palma de su mano, una de las grandes ventajas para evadir a las fuerzas de seguridad.(*) Contribuyeron en este reportaje los estudiantes del Taller de Periodismo de Investigación de la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC) Andrea Fonts, Luisa Jabiles y Tania Misagel.

NO AL RETROCESO DE LA POLÍTICA DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE

“Desde el gobierno de Sagasti venimos arrastrando recortes presupuestales a la Política de EIB, que tiene impacto directo en la formación y ...