¿Qué impacto económico puede tener que los trabajadores reciban el íntegro de su gratificación y no tengan que pagar a las AFP ni a Essalud? Asimismo, ¿cuál va a ser el impacto de que se “libere” la CTS durante todo el 2009 para que el trabajador pueda gastarla íntegramente? Más allá de las peleas y dimes y diretes al interior del Poder Ejecutivo, así como entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, interesa conocer cuánto está en juego.
Comencemos por la CTS. De febrero del 2008 a febrero del 2009, los depósitos de CTS en el sistema bancario pasaron de US$ 1,656 a US$ 1,922 millones, según la SBS. Así, el incremento anual fue US$ 266 millones, lo que equivale a S/. 824 millones. Una cifra parecida se “liberaría” en el 2009.
Aquí la cuestión es que el 6.5% del total de 2´100,000 trabajadores con CTS representan el 66% del total de los depósitos y pertenecen a los sectores A y B. Por tanto, el 66% de los S/. 824 millones “liberados” va a quedar en manos de este 6.5%, que no tiene “urgencia” de gasto. Mientras que el 93.5% de los trabajadores solo tiene el 34% de la CTS. El problema aquí es que ellos son los que más corren el riesgo de ser despedidos.
Con respecto a las gratificaciones, se les va a exonerar del pago del 13% a las AFP, mientras que los empleadores ya no pagarían el 9% del salario a Essalud, sino que se lo darían a los trabajadores. ¿Quiénes recibirían este dinero? Pues en lo fundamental los trabajadores del sector privado que están en el Régimen General de Trabajo, cerca del 15% de la Población Económicamente Activa.
¿Cuánto dejarían de recibir las AFP? Más o menos S/. 350 millones anuales, de acuerdo al informe de la SBS “Evolución del Sistema Privado de Pensiones” de diciembre del 2008 (www.sbs.org.pe). Ciertamente, los trabajadores acumularían 14% menos por año en su libreta de pensiones. Pero quizá lo que más les duele a los dueños de las AFP es que dejarían de cobrar su comisión del 2% por esos S/. 350 millones.
De su lado, Essalud dejaría de percibir S/. 450 millones anuales, según cálculos del gobierno. Esto es, quizá, lo que más le duele al ministro Carranza, porque ese faltante va a ser cubierto por el Tesoro. Pero lo que no se dice es que, como todos estos “ingresos nuevos” van a estar sujetos al impuesto a la renta, el fisco va a recuperar de todas maneras una parte importante de esos S/. 450 millones.
En total, los “nuevos ingresos” que van al mercado ascienden a S/. 1,624 millones, lo que equivale al 0.68% de la demanda interna del 2008 (ver cuadro) y al 0.43% del PBI. Estos “nuevos ingresos” son, de un lado, muy pequeños para estimular la economía y, de otro, van a beneficiar sobre todo a los sectores A y B. Mucho ruido, pocas nueces.
Es por eso necesario un “shock” de demanda –como en Brasil y Colombia– que beneficie a los sectores de menores ingresos, que tienen una propensión al consumo de 69%, según estudios del Ministerio de Trabajo del 2005. Esto incluye, entre otras medidas, el aumento del salario mínimo a S/. 750 mensuales y un aumento a los empleados públicos, como parte de la homologación de sueldos y la ley de la carrera pública.
Para terminar, se aprecia que las peleas entre los ministros no van al fondo del asunto y, más que nada, alimentan portadas de diarios y discusiones sobre aumentos deleznables. Mucho sonido, pocas piedras. Hay que implementar un shock de demanda de a verdad.
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