Por: Percy Medina
Es importante que los organismos electorales, como el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), participen directamente en las votaciones internas, tanto para la elección de sus autoridades como la de candidatos a cargos públicos.
Cada una de estas instituciones debe participar cumpliendo el papel que tienen en las elecciones generales o municipales: la ONPE en la organización y el JNE en la fiscalización.
En la elección de dirigentes, la participación de la ONPE y del JNE es importante para garantizar los derechos de los afiliados, pues los dirigentes que surgen de este proceso van a tener una serie de atribuciones, como designar el 20% de candidatos sin necesidad de elección interna.
Por otro lado, también es importante que los órganos electorales sean efectivamente autónomos. Y si bien ellos deben estar compuestos por militantes, estos últimos no deben ser elegidos por los secretarios generales o los comités ejecutivos.
La Ley de Partidos Políticos ya establece que estos órganos deben ser colegiados (integrados por al menos tres miembros) y deben tener a su vez órganos descentralizados.
No obstante, la autonomía no ha sido muy real. Es muy difícil cambiar la cultura partidaria.
A pesar de que fue promulgada en el 2003, todavía no hay una práctica extendida de cumplimiento de lo que dicta la Ley de Partidos Políticos sobre elecciones internas.
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