Para que el fútbol no sea un negocio oscuro
La posición en la que se encuentra el Perú en el llamado "planeta fútbol", último en la eliminatoria sudamericana para Sudáfrica 2010, por ejemplo, refleja que la participación de las autoridades gubernamentales no ha ido mucho más allá que la usual aparición para la fotografía de rigor, pues la dación de normas que promuevan la modernización de esta disciplina ha brillado por su ausencia.En muchos países el fútbol es manejado bajo los mismos patrones que cualquier corporación, lo que significa que puede generar ganancias y, por supuesto, paga impuestos. Pero en el Perú, cuyas empresas tuvieron que volverse competitivas con mucho esfuerzo a raíz de la apertura de la economía hace casi dos décadas, el fútbol continúa siendo un negocio manejado bajo una visión arcaica en la que la eficiencia y la rentabilidad son conceptos inexistentes.Salvo excepciones, los clubes "profesionales" de fútbol simplemente no lo son. Generalmente, están endeudados, como sucede con los dos más importantes: Universitario de Deportes y Alianza Lima, cuyas deudas con la Sunat llegan a S/. 24 millones y S/. 12 millones, respectivamente. Como era de esperarse, están pidiendo al Gobierno un trato especial para pagar esas obligaciones, pese a que ya se acogieron al régimen de fraccionamiento que finalmente incumplieron. Esta crisis puede significar una oportunidad para iniciar los cambios en el fútbol y dejar que este sea visto como un negocio oscuro de equipos quebrados, jugadores impagos y empresas auspiciadoras frustradas. El Gobierno tiene la posibilidad de promover la modernización del fútbol, y la salida más sensata sería conducir a los clubes a convertirse en sociedades anónimas.Con ello podrían capitalizar la deuda que tienen con acreedores privados y convertirla en acciones que se negociarían en el mercado de valores. La deuda que tienen con el Estado tendría que fraccionarse, pero en ningún caso condonarse o reducirse. Esperamos que la reunión que el primer ministro, Yehude Simon, sostendrá con los directivos de la "U" y Alianza gire en torno a soluciones de este tipo y que no comprometa recursos públicos en un mal negocio, sobre todo porque, como ya sabemos, el fútbol es utilizado por los políticos cuando necesitan ganar popularidad.
La posición en la que se encuentra el Perú en el llamado "planeta fútbol", último en la eliminatoria sudamericana para Sudáfrica 2010, por ejemplo, refleja que la participación de las autoridades gubernamentales no ha ido mucho más allá que la usual aparición para la fotografía de rigor, pues la dación de normas que promuevan la modernización de esta disciplina ha brillado por su ausencia.En muchos países el fútbol es manejado bajo los mismos patrones que cualquier corporación, lo que significa que puede generar ganancias y, por supuesto, paga impuestos. Pero en el Perú, cuyas empresas tuvieron que volverse competitivas con mucho esfuerzo a raíz de la apertura de la economía hace casi dos décadas, el fútbol continúa siendo un negocio manejado bajo una visión arcaica en la que la eficiencia y la rentabilidad son conceptos inexistentes.Salvo excepciones, los clubes "profesionales" de fútbol simplemente no lo son. Generalmente, están endeudados, como sucede con los dos más importantes: Universitario de Deportes y Alianza Lima, cuyas deudas con la Sunat llegan a S/. 24 millones y S/. 12 millones, respectivamente. Como era de esperarse, están pidiendo al Gobierno un trato especial para pagar esas obligaciones, pese a que ya se acogieron al régimen de fraccionamiento que finalmente incumplieron. Esta crisis puede significar una oportunidad para iniciar los cambios en el fútbol y dejar que este sea visto como un negocio oscuro de equipos quebrados, jugadores impagos y empresas auspiciadoras frustradas. El Gobierno tiene la posibilidad de promover la modernización del fútbol, y la salida más sensata sería conducir a los clubes a convertirse en sociedades anónimas.Con ello podrían capitalizar la deuda que tienen con acreedores privados y convertirla en acciones que se negociarían en el mercado de valores. La deuda que tienen con el Estado tendría que fraccionarse, pero en ningún caso condonarse o reducirse. Esperamos que la reunión que el primer ministro, Yehude Simon, sostendrá con los directivos de la "U" y Alianza gire en torno a soluciones de este tipo y que no comprometa recursos públicos en un mal negocio, sobre todo porque, como ya sabemos, el fútbol es utilizado por los políticos cuando necesitan ganar popularidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario