El cielo del antiguo Perú
Sigo apostando por la arqueoastronomía como punto de partida para ganar adeptos en el Perú ahora que el mundo celebra el 2009 como Año Internacional de la Astronomía. Pero para no quedar en una simple sugerencia, me atrevo a recomendar unas lecturas básicas que se pueden adquirir en librerías (recomiendo El Virrey) y aprovechar el cielo nocturno de la sierra ahora que pasaron las lluvias de temporada.
Todos sabemos que la ciencia nació de la observación del cielo. Pero cuando insistimos en los estudios de arqueoastronomía nos encontramos con incrédulos que reducen esta disciplina a una simple comparación de cuánto sabemos hoy del cosmos con respecto a los conocimientos de antiguas civilizaciones.
Nada más falso. Si el Perú es uno de los destinos turísticos mas atractivos del mundo es porque sus antiguas civilizaciones siguen vivitas y coleando. Esto lo comprobó el peruanista Gary Urton cuando investigaba en la comunidad de Mismimay, en Cusco. Durante su visita los pastores de puna mostraron su desazón luego de observar largamente el brillo de las Qullpa (Las Pléyades). Urton preguntó el porqué de su preocupación y uno de los pastores respondió “porque queremos vivir”. Estos pastores sabían que el brillo de las Pléyades puede pronosticar con mucha precisión una inmediata sequía o las lluvias propias del Fenómeno del Niño. Y esto ha sido comprobado por los científicos del NOAA.
Urton, profesor de Estudios Precolombinos de la Universidad de Harvard, denomina etnoastronomía a las investigaciones que derivaron en el libro titulado “En el cruce de la tierra y el cielo”, publicado por el centro Bartolomé de las Casas (CBC) del Cusco.
Un libro de lectura obligada no solo para expertos, pues resulta útil para aquellos viajeros que aun podemos contemplar el cielo nocturno (fuera de Lima) y extasiarnos con la visión de la Vía Lactea, mas precisamente de las sombras de la Vía Lactea. Lo recomendabe es completar estas lecturas de un bibliografía básica de John Earls, Tom Zuidema y John Murra.Con las investigaciones de Urton resulta mucho más fácil leer el sorprendente libro de Johan Reinhard (el célebre descubridor de la “Momia Juanita”) titulado “Machupichu, el Centro Sagrado”, de lejos uno de los mejores trabajos para entender en entorno geográfico y astronómico de nuestra maravilla.A esto se suma el imprescindible “Astronomía e Imperio de los Andes”, de Brian S. Bauer y David S. Dearborn, también publicado por la CBC.Otra investigación de veras sorprendente es la del arqueoastrónomo japonés Masato Sakai, titulado “Reyes, estrellas y cerros de Chimor”(publicado por Editorial Horizonte) con una atrevida pero no bien sustentada hipótesis que, sin embargo, da pistas para futuras investigaciones.
Con respecto a la iconografía prehispánica se ha escrito mucho pero existe un audaz trabajo de interpretación referido al enigmático “Muro del Tema Complejo” descubierto por el equipo de arqueólogos dirigido por Régulo Franco en Huaca El Brujo, cerca de Trujillo. De lejos, me atrevería a afirmar que la iconografía de este muro es uno de los hallazgos mas sorpredentes de al cosmovisión Moche. Mas sorpredente aun fue saber que años después, un muro casi idéntico fue descubierto en la Huaca de La Luna, también en Trujillo.
Por último, hurgando en las ferias de “libros viejos” descubrí un interesante libro de don Guillermo Illescas Cook, titulado Astronomos en el antiguo Perú”, que merecería una inmediata re edición.Con todo esto, recomiendo salir de Lima por la Carretera Central, llegar al poblado de Cocachacra, ascender hasta el pequeño poblado de Chaute y luego de una corta caminata instalarse en una pequeña meseta desde donde se tiene una sorpredente visión del cielo nocturno. Un lugar cercano a Lima pero lejos de la niebla y de la contaminación lumínica. Y sin necesidad de telescopios.
Sigo apostando por la arqueoastronomía como punto de partida para ganar adeptos en el Perú ahora que el mundo celebra el 2009 como Año Internacional de la Astronomía. Pero para no quedar en una simple sugerencia, me atrevo a recomendar unas lecturas básicas que se pueden adquirir en librerías (recomiendo El Virrey) y aprovechar el cielo nocturno de la sierra ahora que pasaron las lluvias de temporada.
Todos sabemos que la ciencia nació de la observación del cielo. Pero cuando insistimos en los estudios de arqueoastronomía nos encontramos con incrédulos que reducen esta disciplina a una simple comparación de cuánto sabemos hoy del cosmos con respecto a los conocimientos de antiguas civilizaciones.
Nada más falso. Si el Perú es uno de los destinos turísticos mas atractivos del mundo es porque sus antiguas civilizaciones siguen vivitas y coleando. Esto lo comprobó el peruanista Gary Urton cuando investigaba en la comunidad de Mismimay, en Cusco. Durante su visita los pastores de puna mostraron su desazón luego de observar largamente el brillo de las Qullpa (Las Pléyades). Urton preguntó el porqué de su preocupación y uno de los pastores respondió “porque queremos vivir”. Estos pastores sabían que el brillo de las Pléyades puede pronosticar con mucha precisión una inmediata sequía o las lluvias propias del Fenómeno del Niño. Y esto ha sido comprobado por los científicos del NOAA.
Urton, profesor de Estudios Precolombinos de la Universidad de Harvard, denomina etnoastronomía a las investigaciones que derivaron en el libro titulado “En el cruce de la tierra y el cielo”, publicado por el centro Bartolomé de las Casas (CBC) del Cusco.
Un libro de lectura obligada no solo para expertos, pues resulta útil para aquellos viajeros que aun podemos contemplar el cielo nocturno (fuera de Lima) y extasiarnos con la visión de la Vía Lactea, mas precisamente de las sombras de la Vía Lactea. Lo recomendabe es completar estas lecturas de un bibliografía básica de John Earls, Tom Zuidema y John Murra.Con las investigaciones de Urton resulta mucho más fácil leer el sorprendente libro de Johan Reinhard (el célebre descubridor de la “Momia Juanita”) titulado “Machupichu, el Centro Sagrado”, de lejos uno de los mejores trabajos para entender en entorno geográfico y astronómico de nuestra maravilla.A esto se suma el imprescindible “Astronomía e Imperio de los Andes”, de Brian S. Bauer y David S. Dearborn, también publicado por la CBC.Otra investigación de veras sorprendente es la del arqueoastrónomo japonés Masato Sakai, titulado “Reyes, estrellas y cerros de Chimor”(publicado por Editorial Horizonte) con una atrevida pero no bien sustentada hipótesis que, sin embargo, da pistas para futuras investigaciones.
Con respecto a la iconografía prehispánica se ha escrito mucho pero existe un audaz trabajo de interpretación referido al enigmático “Muro del Tema Complejo” descubierto por el equipo de arqueólogos dirigido por Régulo Franco en Huaca El Brujo, cerca de Trujillo. De lejos, me atrevería a afirmar que la iconografía de este muro es uno de los hallazgos mas sorpredentes de al cosmovisión Moche. Mas sorpredente aun fue saber que años después, un muro casi idéntico fue descubierto en la Huaca de La Luna, también en Trujillo.
Por último, hurgando en las ferias de “libros viejos” descubrí un interesante libro de don Guillermo Illescas Cook, titulado Astronomos en el antiguo Perú”, que merecería una inmediata re edición.Con todo esto, recomiendo salir de Lima por la Carretera Central, llegar al poblado de Cocachacra, ascender hasta el pequeño poblado de Chaute y luego de una corta caminata instalarse en una pequeña meseta desde donde se tiene una sorpredente visión del cielo nocturno. Un lugar cercano a Lima pero lejos de la niebla y de la contaminación lumínica. Y sin necesidad de telescopios.
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