domingo, 16 de agosto de 2009

El gato en la despensa


Defendió a Alberto Fujimori, a los jerarcas militares acusados de corrupción Nicolás Hermoza, Américo Ibárcena y Julio Salazar Monroe, y cuestiona el sistema judicial anticorrupción, pero el legislador Rolando Sousa jura que será imparcial como presidente de la Comisión de Justicia. ¿Le podemos creer?Por María Elena HidalgoCada mes, religiosamente, los integrantes de la bancada fujimorista aportan un porcentaje de su sueldo para financiar la defensa del ex mandatario Alberto Fujimori. Todos dan dinero, excepto uno: Rolando Sousa Huanambal. Sousa no lo hace porque la contribución de los legisladores se destina directamente a una cuenta que pertenece al estudio de abogados cuya propiedad comparte con César Nakazaki Servigón, el abogado de Fujimori.Antes de ser elegido congresista, Rolando Sousa defendió al ex jefe de Estado y a sus hermanos Santiago, Pedro y Rosa Fujimori. También a notorias figuras de la corrupta cúpula militar: al ex comandante general del Ejército general Nicolás Hermoza, y al de la Marina Américo Ibárcena, así como al ex jefe nominal del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) general Julio Salazar Monroe. También al ex ministro de Economía, Carlos Boloña, y al ex director de la Policía Fernando Dianderas. Todos han sido condenados, incluido Alberto Fujimori, que ya sumó tres sentencias por usurpación de funciones (seis años), homicidio calificado (25 años) y peculado (siete años y medio).No obstante su estrecha relación con la defensa de figuras emblemáticas del régimen fujimorista sancionadas con severas condenas, y a su abierto cuestionamiento al sistema judicial anticorrupción, estos antecedentes, que podrían haber descalificado a un congresista en cualquier otra democracia, en el caso de Rolando Sousa no fueron ningún impedimento para ser elegido como presidente de la Comisión de Justicia. Una por otraPara los analistas políticos, era evidente que Sousa llegaba a la presidencia de la Comisión de Justicia como parte del acuerdo de la alianza aprofujimorista que controla el Congreso. Pero para el legislador es otra la historia: “Si soy presidente de la comisión es porque había un acuerdo con Unidad Nacional. Tenía que darnos una comisión de las tres que tenían, y ellos eligieron darnos Justicia y en la bancada fujimorista somos dos abogados, Santiago Fujimori y yo. Así que, ¿cómo no voy a asumir la responsabilidad de mi bancada?”, dice. Pero es obvio que necesitaba la bendición del Apra.“Cuando se me imputa que voy a utilizar la Comisión de Justicia para beneficiar a algún movimiento político, es porque no se me conoce o se me juzga de antemano, o se está prejuzgando mi trabajo parlamentario”, arguye Rolando Sousa. Sin embargo, la actividad parlamentaria de Sousa no está caracterizada precisamente por su mesura. Es porfiada y fanáticamente fujimorista.En la lucha contra la impunidad y la corrupción, especialmente durante el régimen de Fujimori, las organizaciones no gubernamentales cumplieron un papel fundamental. Las ONG promovieron los juicios a Fujimori por violaciones a los derechos humanos. Y fue justamente Sousa quien alentó la norma para restringir la actuación de las ONG con el argumento de que sus cuentas no eran fiscalizadas. El legislador fujimorista sostiene hoy, sorprendentemente, “nunca las he atacado”.“Cuando yo manejé el tema de las ONG fue para darles orden y a mí me contestaron de una manera absolutamente inapropiada”, explica: “La norma que promoví sobre las ONG tenía el objeto de pedirles transparencia. Pero ellos afirmaban que la transparencia es un principio aplicado al sector público y no al privado. Fue lo peor que escuché”.¿No es un contrasentido que un fujimorista presida la Comisión de Justicia cuando precisamente el Poder Judicial somete a proceso por corrupción y otros delitos no solo al ex presidente Fujimori sino también a ex ministros, ex funcionarios y ex miembros de la cúpula militar del régimen fujimorista?, preguntamos al dueño del estudio de abogados que defiende al ex jefe de Estado. Para contestar, Sousa apeló a los números: “En la Comisión de Justicia el fujimorismo tiene dos representantes, y yo no tengo la capacidad de hipnotizar a 14 representantes opositores para que favorezcan a Fujimori. Es absurdo”, dijo.Cuando La República reveló detalles del financiamiento de los estudios en Estados Unidos de Keiko Fujimori y sus hermanos, Rolando Sousa actuó como abogado defensor de la congresista y ofreció una conferencia de prensa en el Parlamento en la que sostuvo que Alberto Fujimori usó fondos lícitos para pagar las pensiones universitarias de sus vástagos. En esa ocasión Sousa exhibió una sentencia de la Corte Suprema que acreditaba que fue legal la venta de un inmueble con el que el ex presidente cubrió los gastos de sus hijos. ¿Qué hacía ese documento en sus manos si él no había sido parte del juicio? El hecho llamaba la atención porque la sala que archivó el caso el 10 de julio del 2008 estuvo presidida por Javier Villa Stein, actual titular de la Corte Suprema. El hijo de Villa Stein, Ernesto Villa Morán, trabajó en el estudio de abogados Sousa-Nakazaki y después en el despacho de Sousa en el Congreso. ¿Coincidencia?Rolando Sousa reconoció que Ernesto Villa Morán laboró en su estudio y en su oficina de congresista, pero solo hasta el año que pasó. Y dijo que la copia de la sentencia se la había dado el ex ministro Domingo Parlermo, quien fue parte del proceso.Esos clientesUno de los más cuestionados clientes de Rolando Sousa fue el general Nicolás Hermoza Ríos, uno de los símbolos de la corrupción del régimen. El congresista afirma hoy que su trabajo no consistió en demostrar la inocencia del “general victorioso”. “Nunca hubo una defensa de Hermoza en base a la inocencia, en cuanto al incremento de 25 millones de patrimonio injustificado”, explica Sousa: “No hay un escrito en el que se dice que el general Hermoza es inocente. Es más, una vez le pregunté a Hermoza si tenía forma de justificar el dinero y me dijo que no. Entonces, le dije, aquí hay dos cosas: o este dinero proviene de tropelías administrativas o de fuentes ilícitas, como el narcotráfico. Y me respondió que provenía de esto y de lo otro”.En cambio, en el caso de Fujimori, dice creer ciegamente en su inocencia. Esta convicción lo ha impulsado a aprovechar su condición de congresista para cuestionar los procesos judiciales del ex presidente. “Yo creo en la inocencia de Fujimori y creo que el Poder Judicial ha demostrado una incapacidad e imparcialidad para juzgarlo y sería deshonesto darle una respuesta evasiva con respecto a eso”, señaló: “Eso es absolutamente válido porque soy congresista, abogado y además político. Creo que debería ser en una circunstancia absolutamente excepcional, pero desde la Comisión de Justicia no se puede directa ni indirectamente interferir en un problema judicial”. Sousa no es exactamente un abogado que se subestime. Sabe que sus palabras en defensa de Fujimori, más aun ahora que preside la Comisión de Justicia, surtirán efecto. Empero, recientemente escribió una columna cuestionando la designación del ex procurador ad hoc del caso Fujimori-Montesinos, Luis Vargas Valdivia, como miembro de la Comisión de Ética Judicial. Sostiene que Vargas no es un profesional idóneo y mucho menos imparcial para que cumpla dicha función. Vargas Valdivia diría: “Mira quién habla”. El cuestionamento de Sousa se debe a la actuación protagónica del ex procurador en los procesos judiciales por corrupción contra Fujimori y otras figuras claves del régimen que presidió este.Por eso difícil creerle cuando asegura que no coordina para nada con su socio César Nakazaki la defensa de su más importante cliente, Alberto Fujimori. “Nakazaki es socio de mi estudio, pero yo estoy de licencia y no coordino ninguna defensa con él. Aunque parezca mentira, yo solo me dedico a la gestión legislativa”, arguyó Rolando Sousa, pero aceptó: “Ahora bien, no soy deshonesto si digo que como socio y amigo, Nakazaki me comunica cosas de la defensa de Fujimori como se las comunica a la opinión pública. Ni siquiera los fujimoristas le pueden quitar una coma a la defensa que ejerce César Nakazaki”.Es difícil creer en la independencia de Rolando Sousa Huanambal porque ha dado numerosas muestras de ser un soldado de Fujimori, un cruzado del fujimorismo, empecinado y leal. Reos contumacesLa congresista Cecilia Chacón De Vettori se convirtió en la segunda legisladora fujimorista en ser declarada reo contumaz por el Poder Judicial, debido a su negativa de presentarse a la audiencia en la que el fiscal Luis Devoto sustentó la acusación en su contra por enriquecimiento ilícito. La autoridad ha solicitado para Chacón seis años de prisión y el pago de US$ 333 mil en favor del Estado. Según el fiscal, la parlamentaria no ha justificado el origen de un patrimonio que asciende a los US$ 972 mil 316, cuyo origen se encontraría en los fondos que acumuló su padre, el general Walter Chacón Málaga, durante el régimen de Fujimori, en que cumplió funciones castrenses y gubernamentales. Al general se le detectó un desbalance patrimonial de US$ 1 millón 400 mil. El fiscal ha requerido diez años de cárcel para él.La denuncia fiscal señala que el general Chacón usó a miembros de su familia para ocultar el origen ilícito de sus ingresos. Por eso demandó seis años de prisión para Aurora De Vettori, esposa del ex militar, y para su hijo Juan Carlos Chacón y su yerno Luis Portal, esposo de la congresista Cecilia Chacón.La legisladora sostiene que las autoridades anticorrupción no tomaron en cuenta numerosos documentos que demostrarían el origen lícito de su patrimonio.El último 28 de junio, la Corte Suprema de Justicia confirmó la condición de reo contumaz del congresista Carlos Raffo Flores, por haber recibido US$ 150 mil del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) para financiar la campaña electoral de Fujimori, en el 2000. Sobre la entrega del dinero a Raffo han rendido testimonio el ex jefe del SIN Humberto Rozas, las ex secretarias de Vladimiro Montesinos Matilde Pinchi y María Angélica Arce, así como el propio Montesinos quien aseguró: “Conozco a Carlos Raffo pues me lo presentó el ex presidente Fujimori en Palacio de Gobierno. (…) He mantenido con dicha persona estrechas relaciones. El objetivo era lograr la reelección de Fujimori. (…) Raffo ha concurrido en múltiples oportunidades al SIN para coordinar sobre el particular y recibir dinero”. Así tratan a la justicia los congresistas fujimoristas

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