domingo, 6 de diciembre de 2009

Un oficio sin derechos


No tienen derecho a la seguridad social, tampoco pueden jubilarse y mucho menos cobrar un seguro de desempleo. No son sujetas de crédito para las entidades bancarias ni pueden acceder a un préstamo hipotecario. Revelar su condición implica perder sus derechos y ser blanco del abuso, la burla y la estigmatización. Son 120 mil peruanas que no existen como ciudadanas para la mayoría de peruanos.

Por María Isabel Gonzales

Sin familia, sin casa y sin dinero. Tres razones claves en los inicios de la mayoría de prostitutas en nuestro país. Su oficio, el más sórdido que existe, no les provee ningún beneficio social y las convierte en lacras de la sociedad. No hay partido político, ni ONG que defienda sus derechos porque nadie se compra el pleito de abogar por mujeres que ofrecen sexo a cambio de dinero. Ese es el caso de Nancy, a quien su esposo echó de casa cuando decidió vivir con otra mujer. A ella le bastaron tres meses sin trabajo para pedirle a una amiga que la lleve a las calles, donde podían “recogerla”. Su afán era juntar plata para mudarse lo más cerca posible a la casa de su ex y ver seguido a sus cuatro hijos. Han pasado 16 años desde la primera vez que Nancy atendió a un cliente. Tiempo suficiente para conocer a fondo ese mundo lleno de pobreza y violencia.

Por eso cuando a Nancy le alcanzaron una encuesta para que entregue datos sobre su oficio, lo hizo sin vacilar. Como ella, otras 800 trabajadoras de Lima - Callao, Chimbote, Iquitos, Piura, Pucallpa, Huancayo y Arequipa colaboraron con un estudio impulsado por seis instituciones.

Resultaron ser las más vulnerables a la violencia institucional, las de mayor riesgo de contraer enfermedades por transmisión sexual, las marginadas del sistema de salud y del sistema financiero.

Edad de inicio

•Adolescentes: Los conflictos con el padre o con otros parientes autoritarios o abusadores las obligan a salir de casa a una edad temprana y las insertan rápidamente en la prostitución. Tal es el caso de Iquitos, donde un 34% de las trabajadoras sexuales se inicia entre los 16 y 19 años y un 6% con menos de 15 años. “En la selva hay mucha pobreza y violencia, las niñas escapan de sus casas, las violan y esclavizan. No tienen otra opción, ejercen el trabajo en canoas donde cobran entre 3 y 5 soles por cliente”, revela Angela Villón, de la Asociación Miluska.

•Adultas: Rupturas de pareja con expulsión de la vivienda conyugal suelen impulsar a las mujeres de estratos muy pobres a iniciarse a una edad madura en la prostitución. Como Ana, una trabajadora sexual de la Plaza Manco Cápac que empezó a trabajar a los 42 años. Se fue a vivir a un hotel, porque su marido le pegaba y le decía constantemente que ella no valía nada. Él la ayudó a llegar a Lima desde Huancavelica y la llevó a vivir en un arenal en Villa El Salvador. Irse de casa la sumió en una profunda depresión porque además dejó a su hijo de tres años.

Una noche, el dueño del hotel donde se hospedaba le preguntó si quería trabajar con las “chicas” que se apostaban en la calles y ella muerta del miedo dijo que sí. Desde entonces empezó a recibir clientes en su cuarto.

Doble vida

•Miedo al rechazo: Ofrecer servicios sexuales las obliga a mantener dos identidades. Una para las calles y otra para sus familias. Sin embargo, muy a pesar del miedo al rechazo de quienes más quieren, cerca del 70% de trabajadoras sexuales no abandona su oficio. Según Ximena Salazar, investigadora del IESSDEH, si una mujer se inicia muy joven en la prostitución le será difícil dejar el oficio porque es la única actividad en la que se ha desempeñado y a través de la cual mantiene a su familia (si la tiene) y cubre sus necesidades básicas.

•Cuánto ganan: Sus ingresos mensuales son mínimos teniendo en cuenta que existen proxenetas y mafias de explotación sexual. En Iquitos, el 53.5% de las prostitutas gana menos de 500 soles al mes. En Lima-Callao, Chimbote e Iquitos un 30% gana entre 500 y mil soles. Solo en Lima-Callao y Chimbote pueden ganar cantidades mayores a mil soles. La edad y la frecuencia de días dedicados al meretricio determinan en el monto recibido. Las mujeres más jóvenes suelen realizarlo con mayor frecuencia –de lunes a domingo entre 6 y 7 horas– y perciben mayores ingresos, al contrario de las mujeres mayores quienes aunque trabajen de lunes a viernes y dediquen unas cinco horas a su clientela no llegan al mismo monto. Por lo general estas mujeres realizan alguna actividad complementaria como el comercio ambulatorio.

•Explotadas: Un aspecto soslayado en este tema es el proxenetismo. Tanto Ángela, de Miluska, como Ximena, de IESSDEH, explican que si bien la prostitución no es ilegal, las leyes al respecto son ambiguas dejando libre el paso a mafias que las reclutan y explotan. “Los proxenetas, los que manejan la calle, o los dueños de burdeles, obligan a las trabajadoras sexuales a pagar el cuarto y a trabajar bajo cualquier circunstancia así estén enfermas. Si quieren descansar deben pagar al proxeneta, de lo contrario subarrienda el cuarto en el que vives”, dice Ángela.

Por esas razones hasta un 60% de trabajadoras prefieren los espacios públicos, a los burdeles, bares o night clubs.

Grupo de riesgo

•Grupo de riesgo: A pesar de estar considerada por el Ministerio de Salud (Minsa) como la población con el riesgo más alto de contraer una Enfermedad por Transmisión Sexual (ETS), su acceso a la salud es el más limitado. Un 80% de ellas acuden a la Atención Médica Periódica (AMP) de manera mensual para detectar si han sido infectadas con alguna ETS. Pero para el Minsa ellas solo pueden tener problemas de salud de la cintura para abajo, pues un 90% no cuenta con cobertura médica de ninguna otra índole que no sea la AMP. El Gobierno Regional del Callao es la única institución que sí les brinda un seguro de salud que incluye a sus hijos menores de 18 años.

•Víctimas de la policía: Hasta un 40% de las prostitutas que trabajan en las calles son víctimas de los miembros de la policía y del serenazgo, quienes las introducenn a la fuerza –empujones, golpes– a los vehículos policiales para despojarlas de su dinero y celulares, incluso las violan y extorsionan. Un 75% no cree que sirva de nada denunciarlo pues eso implica represalias y humillaciones constantes. En Arequipa el 71% de meretrices son detenidas por la policía y el serenazgo sin contar con una orden judicial.

•En Lima, Callao, Chimbote e Iquitos, un 80% de las prostitutas son agredidas por sus clientes. “A veces uno se da cuenta cuando el cliente puede traer problemas, pero otras no te das cuenta y te vas nomás. A mí me tocó un loco que tenía su cuchilla y me quería hacer unas marcas. Ahí uno aplica la psicología, hay que tratarlo bien para que la cosa no se ponga peor”, cuenta Nancy.

Su experiencia es uno de los testimonios más mesurados dentro de las situaciones que deben enfrentar. “Hay otros que te quieren agarrar sin condón porque le tienen cólera a las trabajadoras sexuales y tienen la enfermedad, el VIH”, remata Ana.

•En suma, todos los datos y cifras vertidas aquí nos muestran a una mujer que lejos de llevar una vida fácil se enfrenta a una sociedad machista que la juzga por usar su cuerpo para sobrevivir. Esa misma sociedad, que las considera un “mal necesario”, mira para otra parte cuando se le pregunta si estas 120 mil peruanas tienen los mismos derechos que el resto de los ciudadanos de este país.

Perfil de una trabajadora sexual

•Edad promedio: Entre 24 y 27 años
•Instrucción: Secundaria incompleta
•Estado civil: Solteras 60% de las TS.
•Convivientes /Separadas: 40%.
•De dónde son: Piura, Arequipa, Huancayo, Pucallpa, Chimbote, Iquitos, Lima-Callao
•Edad de inicio promedio: Entre los 16 y 21 años.
•Frecuencia: Lunes a domingo, entre 6 y 8 horas
•Dónde: La calle, night club, hostal.
•Nº de clientes promedio: Máximo 10, mínimo 4 a la semana.
•Ingresos: Hasta mil soles gana el 40% de las TS de Lima – Callao, Chimbote e Iquitos
–Más de mil soles gana el 60% de las TS de Lima-Callao, Chimbote
•Maternidad: Hasta un 80% manifestó ser madre.
•Trabajos adicionales: Comercio ambulatorio, vendedoras de ropa, vendedoras de comida o apoyan un negocio familiar.
•Cuenta en banco: Más del 80% de TS de Piura, Arequipa, Huancayo y Pucallpa no tiene ahorros.
•Acceso al crédito: Más del 80% de las TS de Piura, Arequipa, Huancayo y Pucallpa no tienen acceso al crédito.
•Seguro de salud: Hasta un 90% de las TS en todo el Perú no cuenta con seguro de salud.

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