domingo, 29 de agosto de 2010

ENTREVISTA A OLLANTA HUMALA

“Muchos se vendieron por un plato de lentejas el 2006”

Ollanta Humala fue el candidato sorpresa en el proceso electoral que llevó a AGP por segunda vez al poder. Humala quedó a muy poco del triunfo. Ahora se prepara para el 2011 y, a diferencia de los otros posibles candidatos, admite aquí que sí lo será.

Por Federico de Cárdenas

Hace poco tuvo una coincidencia inesperada con el ex presidente Toledo. Ambos le pidieron al presidente García que sacara las manos del escenario electoral.

–Sí, pero ahí hay dos posiciones: una principista y otra oportunista. Esta última es la del señor Toledo, quien siendo socio del señor García en la exportación del gas, y ambos defensores calificados de la Constitución delincuencial de Fujimori, ahora aparenta ser oposición y pide algo que él no practicó. Basta buscar los diarios del 2006 y se verá al señor Toledo haciendo campaña por AGP en la segunda vuelta, cuando decía que se tenía que votar por la democracia y no por el chavismo o el salto al vacío. Por eso me parece patético que no encuentre mejor manera de hacer su campaña. En cuanto al PNP, hemos denunciado en todo momento la decisión de García de intervenir en la campaña, y no solo ahora sino desde que dijo a la banca regional que no sabía quién sería el próximo presidente, pero sí podía cerrar el paso a quien no quería que fuera. Todos coincidieron en que el mensaje me estaba dirigido.

–En esas recientes declaraciones suyas en las que dice que todos los candidatos forman parte del fujimorismo sin Fujimori, ¿no reconocería matices?, ¿están todos en el mismo saco?

–¿Qué es el fujimorismo sin Fujimori? Es defender la Constitución delincuencial de 1993, la cual –con el problema del gas– revela una vez más su necesidad de ser cambiada. Toledo y García la defienden, con lo que descubren que sus gobiernos son lo mismo, y practican una relación Estado-capital en la que el Estado renuncia a la propiedad de los recursos y vive de la venta de los mismos, un sino común a los países primario exportadores, pero al menos la mayoría de los restantes defienden sus recursos naturales y son propietarios de ellos. El Perú es una excepción escandalosa, y eso es lo que han defendido Toledo y AGP. Por eso decimos que no hay diferencia entre ellos.

–¿Rescataría algo del segundo gobierno de Alan García?

–Claro que sí. El crecimiento económico, por ejemplo. Es verdad que es insuficiente, pero es real. También rescatamos la forma como se ha llevado el contencioso marítimo con Chile ante el Tribunal de La Haya. Pero no podemos tolerar el entreguismo de este gobierno al permitir la exportación del gas de los lotes 88 y 56, mintiendo a la población del Cusco y sembrando una bomba de tiempo en el futuro del país. Ahora mismo se está vendiendo gas del lote 88, el mismo que según el gobierno ha quedado reservado al consumo nacional. Eso es algo que no podemos avalar.

–Haciendo una autocrítica en retrospectiva, ¿aceptaría que la selección de sus congresistas en el 2006 no fue todo lo acertada que el caso requería?

–Por cierto. Hemos cometido muchos errores y entre ellos figura el no haber tenido una selección más adecuada e idónea de nuestros candidatos al Congreso. El 2006, una vez que terminaron las elecciones, y como no llegamos al gobierno, muchos de ellos se vendieron por un plato de lentejas.

–¿Por qué su partido no presentó candidato a la alcaldía de Lima y de qué manera enfrentan las elecciones municipales y regionales?

–Para nosotros lo más importante en el momento son las elecciones nacionales, y se encuentran tan próximas a las municipales y regionales que teníamos que ver una prioridad. Pero no estamos ausentes: en los lugares en los que lo hemos visto adecuado sí hemos presentado candidatos y estamos participando como partido en diversas regiones del país. Creo además que hay que saber respetar los liderazgos regionales y municipales, que muchas veces no se encuentran dentro de los partidos. Por eso planteamos la estrategia de abrir el proyecto nacionalista a diferentes candidatos que tengan una veta nacionalista y los estamos apoyando.

–¿Hay algún cambio en la estrategia política del PNP? Da la impresión de que ahora están más volcados al interior del país que a Lima. ¿Estoy en lo cierto?

–Lo que hemos hecho, luego de haber salido de la serie de procesos penales que se me armaron y que me tuvieron inmovilizado en Lima por más de tres años, es recorrer el país agradeciendo a la población el apoyo que nos dieron en la campaña anterior. Pero es cierto que estamos recorriendo las provincias, tratando de llegar hasta donde no pudimos hacerlo en la campaña del 2006. Luego nos dedicaremos a Lima.

–¿Cuánto se ha avanzado en la construcción partidaria? ¿Se podría decir que el PNP es ya un partido con implantación nacional?
–Claro que sí. Es un partido que genera identidad en su militancia. Hace un momento hablamos de errores: hay que recordar que no éramos partido en el 2006 y que fuimos bajo el paraguas legal de UPP. Apenas UPP se vendió al gobierno dimos por terminada la alianza, con el problema de que ellos se han quedado con la olla. Pero lo que no pudieron quitarnos fueron nuestras ideas y planteamientos, nuestra interpretación del país y las soluciones que tenemos. Por eso vamos ahora con la “O”.

Hace unos meses, un grupo de conocidos intelectuales le dio su apoyo, sin que eso implicara una afiliación al PNP. ¿Trabaja con ellos su plan de gobierno? ¿Qué tipo de vínculo mantienen?

–El proyecto nacionalista es más amplio que el partido, que es la columna principal del proyecto. He agradecido públicamente el apoyo valiente y desinteresado de esos intelectuales. Es un gesto pocas veces visto que, a más de un año de una campaña electoral, salga un grupo de intelectuales de diferentes raíces ideológicas y anuncien un apoyo. Ellos son una columna más de las que sustentan el proyecto; otras son los movimientos sociales y gremiales, con los que venimos trabajando desde hace buen tiempo. Y también hay movimientos de carácter local y regional ligados. Nuestra estrategia de trabajo es tratar de incluirlos a todos. Nuestro plan de gobierno es una responsabilidad compartida entre el partido y una comisión de intelectuales por el cambio, y está bastante avanzado. Recoge las bases del 2006 e incorpora nuevas propuestas: nueva democracia para todos, nueva Constitución, etc. Necesitamos redefinir el poder en el Perú y una revolución educativa.

–En el pasado, su cercana relación con Hugo Chávez acabó perjudicándolo. ¿Qué relación tiene con él y cómo ve al gobierno venezolano?

–En mi opinión, el Perú debe fortalecer la relación con todos los países latinoamericanos, sea la Venezuela de Chávez o la de Juan Pérez. Buscaremos una relación de integración y amistad con todos en el continente, siempre de acuerdo con los intereses nacionales. También creo que lo que pasa en cada país es problema de ellos. No tenemos por qué juzgar lo que pasa en una casa que no sea la nuestra. Aseguro que nuestra transformación del Perú no será copia o calco de la de otros países.

–¿Le son indiferentes esos casos de censura a la prensa en Venezuela, que se ha visto obligada a salir con espacios en blanco?

–En verdad, no sé lo que esté pasando con la prensa en Venezuela y sobre eso no voy a opinar. Mi compromiso es defender la libertad de expresión, no solo la de los de arriba –que ya la tienen– sino también la de los de abajo. Eso implica también un comportamiento adecuado de la prensa. Hemos defendido a Canal 4 cuando el gobierno maniobró con Crousillat, a radio La Voz de Bagua, a radio Orión en Pisco, a radio Cutivalú. Hemos denunciado el cierre de radios en Chimbote porque eran de oposición. ¿Qué más muestras quieren de que estoy con ustedes?

–Casi todos los posibles candidatos dicen que todavía lo están pensando. ¿Usted también?

–No. Voy a ser candidato y participaré en las elecciones. Pero será el Congreso del PNP el que así lo determine.

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