lunes, 12 de mayo de 2008

La Guerrilla no Tiene Futuro Político’




Víctor Polay afirma que el MRTA, como movimiento guerrillero, no está activo. ¿Y qué piensa Víctor Polay del debate desatado en las últimas dos semanas? La pregunta es apenas obvia luego de todo el desbarajuste originado en la discusión sobre el futuro, e incierto presente, del movimiento subversivo que él lideró.
El líder del MRTA, quien cumple una sentencia de 32 años por terrorismo, envió una carta a los medios de comunicación donde rechazaba tener vinculaciones con la Coordinadora Continental Bolivariana. CARETAS se comunicó con su abogado, César Oyola, para proponerle una entrevista por vía de un cuestionario escrito. Aunque las circunstancias no permiten las repreguntas elementales (ver recuadro), las respuestas de Polay son reveladoras para entender el actual proceso de su organización.
–¿El MRTA está aún activo? –Es público que la última acción organizada como MRTA fue la toma de la residencia japonesa, hace ya más de una década. La mayoría de los dirigentes y fundadores estamos presos o muertos. Sé que han salido algunos ex militantes después de sufrir largas condenas y, en estos momentos, están más preocupados de cómo sobrevivir y de reinsertarse al movimiento social en las nuevas condiciones que vive nuestro país.
–¿A qué atribuye la exclusión del MRTA de la lista de organizaciones terroristas? –Es conocida la posición beligerante que tuvo el MRTA frente al imperialismo yanqui y sus ataques contra objetivos norteamericanos. Pues bien, desde el año 1999 o 2000 el MRTA no se encuentra en la lista de organizaciones que el Departamento de Estado considera terroristas. Con los servicios de inteligencia que cuenta Estados Unidos no tengo la menor duda de que si ellos conocieran de algún peligro armado, serían los primeros interesados en dar la alarma.

Respuestas de su puño y letra.–Ante la Comisión de la Verdad usted pidió perdón a los familiares de las víctimas del MRTA y también a sus adversarios. ¿Mantiene esa posición? –Absolutamente. Además he pedido perdón a nuestro pueblo por el dolor o pérdidas irreparables que haya podido causar nuestro accionar armado. Según la Comisión de la Verdad nosotros somos responsables del 1% de las víctimas fatales del conflicto interno. Esperamos que los responsables del 99% restante hagan lo mismo. Por otro lado nosotros hemos asumido nuestra responsabilidad frente a los jueces y llevamos cerca de 18 años de carcelería. Pensamos que el esclarecimiento de la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas es el primer paso para una verdadera reconciliación que debe darse en algún momento, como lo plantean el líder histórico del APRA Armando Villanueva del Campo y el más conspicuo jurista del Perú, el doctor Javier Valle Riestra Gonzales-Olaechea.
–¿Considera aún que la lucha armada es la única vía para acceder al poder? –La ola insurgente y guerrillera que atravesó nuestro continente a partir de la Revolución Cubana se terminó con el fin de la guerra fría y la desaparición de los países del socialismo irreal. Los triunfos electorales de movimientos de izquierda y centro izquierda nos demuestran que es posible aspirar a los cambios dentro de los marcos democráticos. Ahora quienes complotan, preparan asonadas o aventuras golpistas son sectores de la derecha que ven amenazados sus intereses egoístas frente al avance de las mayorías por una sociedad justa.
–¿Víctor Polay está dispuesto ahora a defender la democracia? –Sí, definitivamente y sin ninguna ambigüedad, porque tenemos una democracia frágil y atrasada que debemos cuidarla de las amenazas autoritarias o intolerantes que propugnan el pensamiento único. Es importante recordar que el próximo 10 de diciembre se cumple el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que entre otras cosas dice que toda persona debe tener acceso a satisfacer sus derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y libre desarrollo de su personalidad. ¿Cuánto hemos avanzado después de firmar esta Declaración? Con un 50% de pobres, donde 1 de cada 4 peruanos se acuesta con hambre y los actuales niveles de educación, salud y seguridad, es difícil hablar de una democracia plena, por eso hablo de una democracia subdesarrollada. Debemos avanzar seriamente hacia un desarrollo justo, humano y participativo.
–¿El MRTA tiene futuro político? –Como organización guerrillera no, pero sí creo que con nuestra mística y autoridad moral por nuestra entrega y sacrificio podemos ayudar en la forja de un movimiento que busque reconstruir el tejido social y se plantee ganar las elecciones del 2011 con un programa amplio que aglutine la izquierda, el centro izquierda y el centro político. En este sentido estoy identificado con el esfuerzo de un grupo de dirigentes sociales y juveniles, y ex militantes del MRTA que se han propuesto inscribirse ante la ONPE como Patria Libre. Entiendo que en los próximos días darán una conferencia de prensa para anunciar una campaña de recojo de firmas.
–¿Usted promovió que ex emerretistas integren la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB)? –Desde 1992 tengo un régimen carcelario que permite únicamente la visita de familiares directos a través de un locutorio. Sólo veo regularmente a mi madre y una de mis hermanas, ya que mi esposa y mis hijos están refugiados en Francia. En estas condiciones no es posible alguna consulta. Además se sabe que la CCB está formada por capítulos nacionales y no por organizaciones. Por la TV he visto que la famosa reunión de Quito era pública, con presencia de periodistas y camarógrafos y con la participación de no más de un centenar de personas.
–En el último congreso de la CCB, en Quito, lo nombraron a usted y a Marulanda de las FARC presidentes honorarios de la CCB. ¿Estaba al tanto de esto? –Tengo entendido que (la CCB) tiene como una docena de presidentes honorarios, entre ellos algunos obispos, personalidades e intelectuales. En mi caso supongo que lo han hecho como una muestra de solidaridad con una persona que lleva tantos años presa.
–¿Los ex miembros del MRTA de la CCB lo hacen a título personal? –No sé qué nivel de participación tendrán, pero es obvio que lo hacen a título personal, porque en estos momentos nadie puede arrogarse de algo que no está organizado. Lo que sí me preocupa es que durante una semana algunos políticos y medios de comunicación han hecho de manera alucinante las siglas del MRTA el centro de la preocupación del Perú, cada uno con diversos intereses. Yo alerto sobre la posibilidad que en los próximos días aparezcan pintas, banderas o se produzcan atentados a nombre del MRTA con el objetivo de favorecer al fujimorismo y criminalizar la protesta social. No descarto que algunos “carapintadas” estén planificando alguna provocación.
–¿Conoce al ex emerretista Roque Gonzales, líder del CCB? –No conozco al cc. Gonzales. He leído en sus declaraciones que para él la violencia y el MRTA son un capítulo cerrado en el Perú. En un informe de la “Ventana Indiscreta” se le muestra como prueba de culpabilidad caminando y conversando con otras personas en el Centro de Lima, llevando un polo con imágenes del Che Guevara. Igualmente, durante su detención en Tumbes aparece con otro polo parecido. Según mi experiencia, no sé qué actividad clandestina se puede hacer con ese tipo de vestimenta. Me preocupa mucho que junto a Roque se haya detenido a señoras de edad avanzada, alguna enferma de cáncer, acusadas de terrorismo sin ninguna prueba que no sea haber participado en un evento público y legal en Ecuador.
–¿Cómo calificaría a las FARC colombianas? –Yo comparto la posición de la inmensa mayoría de los presidentes que se reunieron últimamente en Santo Domingo, que abogaron por el diálogo para resolver el conflicto armado en Colombia, como ocurrió años atrás en Centroamérica. Sólo Colombia, Estados Unidos y el representante peruano calificaron a las FARC de terroristas sin plantear ninguna salida que no sea la paz de los cementerios. (Entrevista Patricia Caycho)
Cuestión de FondoEntrevista con Polay plantea serias interrogantes sobre el pasado y presente del grupo que lideró.
La entrevista que aquí se presenta con Víctor Polay plantea, además, otras preguntas relacionadas con la discusión de estos días y lo que la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) calificó en su comentada y criticada carta de “persecución contra activistas sociales y opositores políticos, acusándolos injustamente de terrorismo”. Afirma Polay, por ejemplo, que los ex militantes del MRTA están preocupados por “reinsertarse al movimiento social”. ¿Esto incluye la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB)?
Cada vez queda más establecida la vinculación entre la CCB y la criminal guerrilla colombiana de las FARC con la que el MRTA tenía evidente correspondencia ideológica. La posición de Polay frente a estas, como parte de la izquierda latinoamericana, es ambivalente.
¿Es lícito que quienes purgaron pena por terrorismo se reencauchen en una organización de alcance continental vinculada a actores armados que han hundido a su país, Colombia, en una guerra sin fin? ¿Lo es cuando un elemento como Hugo Chávez también apoya a la CCB y usa los mecanismos a su disposición para intervenir políticamente en países como el Perú?
El premier Jorge del Castillo volvió a disparar la batería del gobierno contra Aprodeh. En el Congreso declaró a la prensa el martes 6 que “no debemos distraernos y perder de vista al tema de fondo. Aprodeh cometió el craso error de pretender pasar por agua caliente al MRTA justificando su no calificación de grupo terrorista”. Para Del Castillo, carece de sustento la carta enviada por la organización al Parlamento Europeo. “Yo también podría decir que el grupo Colina no esta activo pero sin embargo lo están juzgando. Es un despropósito que todos los peruanos hemos rechazado”.
Los argumentos del primer ministro son comprensibles. Varias de las organizaciones enumeradas en la lista de la Unión Europea llevan hibernando, aparentemente, varios años (CARETAS 2025). La no inclusión del MRTA termina siendo una anomalía. El vicepresidente Luis Giampietri llamó la atención sobre el manejo de los fondos del MRTA. Sumarlo a la lista hubiera permitido congelarlos. Al menos en el viejo continente.
El choque con Aprodeh llevó a calentar el ambiente con las demás organizaciones de Derechos Humanos. El Ejecutivo tuvo una desafortunada reacción inicial ante el conjunto de las ONG que trabajan con la materia, a las que se les retiró su condición de observadoras del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Luego, sin embargo, la ministra de Justicia Rosario Fernández se ha mostrado más conciliadora. Buena señal fue el reemplazo del cuestionado Facundo Chinguel como secretario ejecutivo del CNDH por el constitucionalista Luis Alarcón.
Fernández viajó esta semana a Ginebra para presentar la situación del Perú ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Allí debió responder al informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos que denunció la supuesta hostilidad por parte del gobierno.

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