Inquietante realidad. Maestro, escritor, consultor en UNESCO y condecorado con las Palmas Magisteriales, Rivero pone en relieve que no obstante la bonanza macroeconómica que el país exhibe, estamos aún lejos de iniciar el proceso de cambio educativo que el Perú demanda.
Por José Rivero Herrera.Educador, experto regional de la UNESCO. Palmas Magisteriales.
Ausencias. Se requiere de una política a largo plazo. El Proyecto Educativo Nacional no puede ser ignorado. (Foto: Archivo. La República)
Alain Touraine, profesor del joven Alan García, señalaba que en la evolución latinoamericana no coincide la historia política con la económica. Ello se está dando aquí en materia educativa. En un período de indudable bonanza macroeconómica y con mecanismos de política educativa consensuados como el Proyecto Educativo Nacional, estamos aún lejos de haber iniciado el proceso de cambio educativo en él demandado.
La reciente evaluación SERCE - Unesco indica que el Perú tiene la educación más desigual de la región; los bajos resultados obtenidos por nuestros niños fueron mucho más deficitarios en medios rurales. Si bien ello tiene relación con la herencia fujimorista y una administración Toledo sin reflejos ante la emergencia educativa, la actual gestión tiene poco que mostrar y no hay indicios de decisión para enfrentar la precariedad educativa en medios rurales. Se ha cerrado el Proyecto PEAR sin logros significativos ni explicaciones al país respecto a fondos del Banco Mundial no utilizados. Locales educativos sin servicios básicos, precarios índices de educación inicial, débil educación bilingüe intercultural y escasas oportunidades de estudios secundarios, son expresiones de la inmensa tarea por realizar.
El gobierno presenta como principal aporte en materia de equidad al actual Pronama. Sin embargo de razonables dudas sobre la consistencia de este programa y sobre sus voceados 600 mil alfabetizados, el presidente García acaba de afirmar que se ha llegado a la cifra de un millón de personas atendidas. La urgencia de presentarle y alentar resultados "políticos" pesa más que la realidad.
CALIDAD EDUCATIVA
En materia de calidad educativa es mérito gubernamental haber sincerado los temas de evaluación y de formación docente, culminando el proceso de creación de una carrera pública con incentivos para mejorar rendimientos.
Buscar resolver problemas impostergables es importante pero no debiera estar reñido con la forma de hacerlo. En sus intentos por aplicar la evaluación este gobierno puede ser recordado como el que más maltrató al conjunto de maestros. Los efectos devastadores en la autoestima magisterial del proceso evaluativo tienen el agravante de su poca idoneidad con una estructura de examen y preguntas ambiguas no vinculantes con la medición de aptitudes académicas para el ejercicio docente. La obsesión por derrotar políticamente al Sutep sin hacer distingos se expresa en el spot utilizando la figura de Montesinos. Prima la tesis de un cambio educativo sin maestros.
La legitimización de la nueva carrera pública demanda convencer y no imponer al magisterio sobre las ventajas de su aplicación. Demanda al propio MED respetar el texto legal y dejar de ver al maestro como obstáculo. Será importante que la definición de metas anuales para el tránsito de un régimen a otro sea acompañada por metas presupuestadas y definir que el desempeño del docente en el aula sea lo más importante a ser evaluado en los ascensos. La formación inicial y continua debe servir para acentuar la condición profesional de nuestros docentes y superar sus actuales rendimientos en las aulas.
Importantes iniciativas regionales de cambio educativo como las de Apurímac y San Martín o, en menor grado, Cajamarca, Amazonas y Junín, así como la excelencia de experiencias institucionales con centros educativos públicos en diversos lugares del país, son signo de vitalidad y renovación merecedor de mayor difusión y estímulo.
CORTO PLAZO
Sigue siendo inexplicable que el propio gobierno que oficializó el Proyecto Educativo Nacional como política de estado de largo plazo lo ignore y minimice en los hechos. El MED no lo difunde y convirtió en adversario al primer Consejo Nacional de Educación por señalarle inconsistencias en acciones sin una lógica de convertir los objetivos del PEN en planes, programas y presupuestos articulados entre el poder central y las regiones.
En cambio, la voluntad política liderada por el presidente García con el apoyo del ministro Chang se identifica con medidas de corto plazo, de impacto mediático con fuertes rasgos de improvisación y con un presupuesto que apenas bordea el 3% del PBI; no incluye la participación social.
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