domingo, 27 de enero de 2008

hipocrates y Hipocrates

Cualquier persona en contacto con el sector popular sabe que la atención médica para los más pobres es en el Perú un desastre o más bien una burla. Eso, en un país donde la curva ascendente de la tuberculosis marcha paralela con la prosperidad del gran capital.Una posta médica en Lima es una triste inutilidad. Calcúlese cómo será en provincias.Será por eso que la huelga médica tiene fuera de Lima una fuerza estremecedora, mucho mayor que la que logra en Lima. Por algo, en muchas regiones la huelga dura ya casi cien días.La paralización de los galenos incluye reclamos no sólo gremiales. Su demanda más fuerte es la de un aumento de ciento por ciento en el presupuesto de Salud.En general, el trato del Estado a los médicos es un maltrato. Nuestro sistema de salud, si es que existe, necesita un tratamiento de urgencia. En ese contexto, todas las exigencias de la Federación Médica merecen atención.La huelga de los médicos ha suscitado las peores reacciones de un régimen que no se caracteriza por su sentido social. Es casi un ritual: primero las autoridades se niegan a dialogar y negociar, y luego, tomada la medida de fuerza sindical, los ministros salen a declarar que ésta es una puñalada por la espalda y que ellos no toleran presiones: así, los muy delicados, no negocian.Es una prueba de hipocresía: en el fondo, lo que crea el conflicto y lo agudiza es la indiferencia estatal frente a la salud pública.Es un ‘olvido’ que viene de lejos. Basta recordar las páginas de Latitudes de silencio, escritas por ese gran médico y humanista que fue Hugo Pesce allá por 1940, para saber que casi nada ha cambiado desde entonces en la indiferencia fiscal frente a los enfermos pobres de las provincias –y de Lima y Callao–.Ahora, los médicos anuncian que, en vista de la cerrazón gubernamental, van a dar de alta a los pacientes. Será de forma gradual. Además, prometen que instalarán carpas “en las zonas aledañas a los establecimientos de salud para atender gratuitamente a los pacientes”.El Perú es uno de los países del mundo que carecen de sistemas de atención sanitaria para todos sus habitantes. Los médicos en huelga pertenecen a la red de establecimientos que, como los de educación, dependen del Estado, es decir, están sujetos a la austeridad de un fisco que castiga a los pobres con una mano, mientras que con la otra otorga privilegios por millones de dólares a las grandes empresas.La salud y educación son para todos los gobiernos reaccionarios, como el que nos rige, temas buenos para los discursos, no para ‘perturbar’ la caja fiscal.Alan García, Jorge del Castillo y Hernán Garrido-Lecca, ministro de Salud, dicen a los médicos y al pueblo entero: “Primero no es tu salud; primero están mi capricho, mi capacidad de represión y mi incapacidad”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

NO AL RETROCESO DE LA POLÍTICA DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE

“Desde el gobierno de Sagasti venimos arrastrando recortes presupuestales a la Política de EIB, que tiene impacto directo en la formación y ...