domingo, 2 de marzo de 2008

El tribunal constitucional en la maestria jurídica



Por: Boris Sebastiani.
Hasta hace algunos años era habitual que la formación académica del profesional culminase formalmente con la titulación. Y si bien los estudios de postgrado existen desde hace mucho, en la actualidad, los estudios de maestrías, doctorados o diplomados, cursillos, etc., se han masificado de manera notoria, ello implica que, ahora, es usual que la formación académica del profesional se extienda a dicho tipos de estudios.
De alguna forma esta situación es similar a la del abogado, que ejercía su labor a la luz de las normas legales, de la doctrina, y, naturalmente, en base a la experiencia ganada. Ahora, como bien saben los abogados, ya no es así. Un claro ejemplo lo constituye la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el cual aclara el contenido de las normas y establece los métodos de interpretación de las mismas. Por ello, un profesional ajeno a la ciencia jurídica no podría de manera válida interpretar las normas legales sin el apoyo de un abogado, esto es tan igual como si una persona que no es médico se automedicara.
El Tribunal Constitucional, en estos años, ha resuelto temas jurídicos importantes en nuestro país, como es el caso del coto al incremento del acceso al régimen previsional del Decreto Ley 20530, la proscripción del despido laboral incausado, las pautas para la constitucionalidad de la jornada laboral minera, la constitucionalidad del régimen laboral agrario, el coto en las extralimitaciones de las cobranzas coactivas, la prohibición de métodos de cobranza que afecten el honor, etc. En ese sentido, el Tribunal, en sus sentencias desarrolla, por lo general, una profunda investigación jurídica del tema y un análisis jus-filosófico, que son precisamente algunas de las varias actividades que se realizan en los estudios de postgrado en materia jurídica, en la que el profesional ahonda su capacidad de investigación y análisis.
Como el Tribunal es un sólo órgano (colegiado) a diferencia de la Corte Suprema en la que existe una pluralidad de órganos, cae menos en el error de emitir sentencias contradictorias (aunque es importante decir que dicha situación sí ha llegado a suceder) y al tener dicho colegiado una web en la que es sencillo ubicar las sentencias que emite, hace que la ciudadanía tenga el debido acceso a sus criterios que son de cumplimiento obligatorio por parte de las autoridades judiciales y administrativas de nuestro país. De alguna forma, leer las sentencias del Tribunal Constitucional es casi tan igual a leer las normas que se publican en el diario oficial El Peruano.
Por ello, los abogados no deben esperar a ejercer la profesión o a estudiar una maestría para tomar el debido conocimiento de las sentencias de nuestro máximo intérprete de la Constitución, sino que desde las aulas universitarias de los estudios de pregrado, los estudiantes deben estar al día con dichas resoluciones de vital importancia para la solución o prevención de las contingencias legales.

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