miércoles, 10 de febrero de 2010

Pezweon No Es Aceptado Por Indecopi



La palabra “huevón” existe en la institución máxima de la lengua. Significa, para la Real Academia de la Lengua Española (RAE), “perezoso e imbécil” en un lenguaje despectivo. Pero, ¿hasta qué punto una expresión del calibre de Pezweon -convertido en marca- va en contra de las malas costumbres y la moral de una sociedad?


Si bien, a decir del público, la expresión Pezweon no representa realmente una antítesis para la moral o a las buenas costumbres en nuestro país, tal como lo refiere la norma a la que algunos funcionarios de Indecopi se acogen para evitar que salga una marca de ropa con ese nombre, existe más de un caso realmente curioso para tomar en cuenta. Repasemos los más llamativos:



1. El Pezweon: El tema en discusión, según indican sus autores, dos jóvenes caricaturistas, proviene de la frase “Esto ya fue, pues, huevón”. Los creativos transformaron la idea en stickers y decidieron colgarlo en Facebook, con lo que adquirió una popularidad inesperada. Hoy, la marca se encuentra en problemas con Indecopi para ser lanzada como una línea de ropa.



2. Semanario Chesu!: Definitivamente, no se trata de una palabra que querramos desglosar necesariamente, aunque sí se puede decir que proviene de un insulto de alta capacidad ofensiva. El Chesu! apareció en los inicios de la década de los 90 como un suplemento del diario “Onda”, con la colaboración de distintos caricaturistas (entre ellos Toño Tapia, dibujante del diario “Correo”) que retrataban de una manera cómica las torpezas, desaciertos y defectos físicos de distintos políticos peruanos. Últimamente se le ve en distintos quioscos de la ciudad, amarillentos porque no se agotan debido a que la calidad del humor no es la misma que la de las primeras versiones. ¿Indecopi? Jamás escuchamos su voz al respecto.



3. El Pez-On: Es un restaurante cevichería muy pintoresco que sabe explotar de manera muy creativa su nombre. Sus creadores, ambos publicistas, eligieron un nombre que pueda prestarse para varias interpretaciones. “Consideramos a Pez-On como un nombre perfecto para el local, ya que tenía publicidad propia”, según nos contó su actual propietario, Alejandro Bermúdez. Actualmente, el Pez-On explota su denominación llamando a sus tres locaciones Pez-On derecho, Pez-On izquierdo y Pez-On armado. Del mismo modo, juega con los nombres de los platillos como “Tiraditas”, o “Pez on negro” y “Pez on solitario”. No hubo problemas con Indecopi. El local central de Pez-On se encuentra en la cuadra dos de la Av. del Ejército.



4. El restaurante “La concha de sus mares”: “Vamos a la concha de…” no es, precisamente, la frase que muchos sectores conservadores del país quisieran pronunciar, aunque nadie puede negar lo creativo y jocoso que resulta al escucharla. Wilter Hoyos, propietario del restaurante, contó que junto a un compañero crearon el nombre porque no vieron nada malo en hacer alusión a un molusco y al mar. “¿Qué va a decir la gente?”, pensaron en su momento, aunque tomaron en cuenta que “cuando las cosas se dicen con propiedad, no habría ningún problema”. Tras ello, Indecopi no les puso traba alguna por la inscripción de la marca. Actualmente, la dirección que le atribuye Internet es falsa, puesto que hoy se encuentran en cuadra 16 de la Av. Mateo Pumacahua.



5. El insecticida “Miliko”: No tiene un consumo masivo, pero posee más que un nombre sugerente. Quizás se le pueda encontrar en algunas ferreterías. Este extraño producto es además “el arrazador” (con Z y no S, en el sticker del producto) y su función y eslogan es nada menos que la noble labor de “Matar cucarachas”. Carlos Medina, gerente de M&C Industrias Químicas S.A.C., empresa que provee el insecticida, afirma que le puso el nombre solamente “por ser vendedor”, sin ningún tinte político. Lo cierto es que Miliko (tal como aparece en el sticker), está presto para “aniquilar” con sus botas a los insectos. ¿Se podría relacionar que esa bota de militar representa que la institución castrense atenta contra los derechos humanos?



6. La peña Del Carajo: Uno más que se le puede agregar a la lista de marcas –en la opinión de algunos- con palabras “de malas costumbres”. Nunca se hizo noticia por algún problema suscitado con la Indecopi (por este nombre) que muchos podrían considerar una palabra ‘grosera’, aunque exista en el diccionario de la RAE. Este lugar está ubicado en pleno corazón de Barranco. Nació en 1999, con tres jóvenes que quisieron promover la música criolla, comida y tradición. La interacción con los danzarines es la principal característica del local.



Seguramente hay muchas marcas o firmas más que han suscitado la polémica moralista y de las buenas costumbres. Anímese a aportar más casos.



Cortesia de : El Comercio





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Indecopi No Permite Registrar al Pezweon

By admin on October 15th, 2009

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Ya Pezweon. Es la frase más común del foro, y con la que decenas de lectores piden que se haga justicia con los creadores de esta original y divertida marca (Pezweon) que, de acuerdo con la Decisión 486 de la Comunidad Andina bajo la explicación de “es contrario a la moral o a las buenas costumbres”, fue censurada por el Indecopi.



“(…) hay canciones que tratan temas más inmorales que se registran sin ningún problema. De igual forma, hay libros que a veces pueden tocar temas que no necesariamente sugieren buenas costumbres. Si sobre atentar contra la moral y las buenas costumbres se tratase, todos los políticos debiesen ser censurados. Un pobre ‘pececito’ con genitales más grandes de lo ordinario, ¿qué le va a hacer a la moral del Perú?”, expresa Víctor A. Mendívil Garavito.



“Contra la moral? por Dios, los congresistas son una vergüenza y va contra nuestra moral, qué ganas de buscarle 3 pies al gato, ocúpense de la educacion”, indica Fabiola Herrera.



“Algunos funcionarios peruanos siguen viviendo con la moral del Virreinato. ¿Qué daño a los peruanos está causando esa tira cómica? Ninguno. Al contrario, fomenta la creatividad, brinda momentos de humor y recrea la jerga nacional”, argumenta Marco.



Otras frases de apoyo como “Larga vida al pezweon”, “Yo quiero mi polo pezweon” y “No lo censuren pues son originales”, expresaron su apoyo a la polémica marca, aunque realmente original.



FALTA LA RESPUESTA DE INDECOPI

Es así que, mientras avanza la discusión, el híbrido personaje Pezweon (un pez con genitales de mamífero), va adquiriendo una popularidad inusitada, más de la que ya tenía. Aunque de nada servirá para la marca de ropa que quieren crear sus inventores si es que la respuesta de la Dirección de Signos Distintivos del Indecopi vuelve a ser negativa, tras el recurso de reconsideración presentado por Banda y Tataje. El proceso está en trámite y la última decisión debería salir en diciembre.



Cabe recordar que, el Pezweon nació de un dibujo que hacía referencia a la frase “ya pues, huevón”. Tras ello, se volvió un sticker y a pedido de los fanáticos se subió al Facebook, logrando miles de seguidores. Hasta salió el libro.



fuente : El comercio





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¿Quién Rayos Es El Pezweon?

By admin on August 4th, 2009

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Salido de las entrañas del Facebook, un impasible pez de color azul, testículos rosados y un nombre que rinde culto a la jerga limeña, se ha ganado el corazón de miles en internet. Conozca al pezweon y a la dupla que conforman Carlos Banda y Andrea Tataje, sus jóvenes creadores.



Por Rafael Robles



El pezweon no habla. No sonríe. No aletea ni parpadea. No nada. Flota. Se deja llevar por la corriente y cumple con las convenciones sociales por las que pasa un joven cualquiera: jugar pichanga, ir a discotecas, tomar en un bar, festejar Halloween y no el día de la canción criolla, enamorarse, reventar cohetes por Año Nuevo, dar regalos misios en Navidad, mirar películas en el cine y veranear en la playa. Todo esto sin despeinarse una sola escama. Sin emitir sonido (salvo la vez en que sufría de gases) ni moverse de su sitio.



Partida de nacimiento



Como un zombie condenado a desempeñar un rol que no termina de entender, el pezweon podría tomarse como una crítica social de lo que nos hemos convertido: seres que se desplazan en el mundo sin más norte que lo que se considera correcto, ajenos al mínimo indicio de individualidad. Por supuesto, esta es una interpretación libre, más cercana a un extravío mental que al verdadero origen del personaje. El pezweon es en realidad producto del desgano del publicista Carlos Banda, uno de sus creadores. “Yo estaba estudiando matemáticas con unos amigos y como estaba aburrido me dije ‘Esto ya fue pues, huevón’, y dibujé un pez con testículos. Así se inició todo”.



Una vez trazado el héroe, la idea de continuar su historia cayó por sí sola. Andrea Tataje, diseñadora gráfica, se entusiasmó con el proyecto y juntos plantearon los primeros episodios que, si bien no están habitados de escenas de acción o guiones elaborados, su preciso minimalismo y el manejo de situaciones cotidianas hacen de su “lectura” un momento de relajo que se actualiza precisamente el día más pesado de la semana: el lunes.



Sale a flote



La presentación en sociedad del pezweon se dio casi sin querer. Fue a mediados del año pasado en una exposición de stickers en la galería de arte Miró Quesada Garland, en Miraflores. “Nos tomó por sorpresa la invitación. Imprimimos solo tres aventuras, pero la acogida de la gente fue tan buena que tuvimos que abrirnos un gmail inmediatamente”, recuerda Andrea. De eso a darle un hogar en el Facebook, pasaron apenas un par de meses. Rápidamente la creación de la dupla Banda-Tataje se fue haciendo popular de boca en boca, de click en click, superando hasta el momento los 9 mil fanáticos confesos. “La jerga en el Perú es tan fuerte que no me sorprendió que tuviéramos éxito”, confiesa Carlos, el responsable del guión. Andrea, por su lado, es la que dibuja en Ilustrator al pececito de los testículos rosados que, incólume a lo que sucede a su alrededor, tiene más amigos de los que uno podría esperar de un animal tan silencioso.



Actualmente se están haciendo polos y stickers del pezweon. Además la firma Alegoricom ha sacado postales con su imagen como la obra de arte del mes. “Todo esto da miedo y emociona al mismo tiempo, pero pensar en hacer dinero con él no está en nuestros planes. No ha sido hecho para eso”. Andrea habla como la madre de un niño prodigio al que no se anima a explotar económicamente porque, ciertamente, le ha cogido cariño. Nadie podría culparla.



Contra la corriente



En plena euforia por los blogs, este par de jóvenes optaron por una ruta diferente para hacer conocido a su personaje. Para ellos el Facebook –red social por internet– les da una mejor posibilidad de llegar a más personas. En palabras de Andrea: “Un plus es que cuando alguien se vuelve fan del pezweon, aparece como noticia en la sesión de todos sus amigos. Es una forma sencilla y efectiva de publicitarse. Como una cadena”. Otro de los puntos a favor es que el trato con los visitantes es más directo que en los blogs. También se puede saber quiénes te ven, así como conocer las estadísticas de las visitas. Por ejemplo, en este caso específico, un 60% son hombres. “Son más jergueros que las mujeres”, se adelanta Carlos. En cuanto a las edades, predominan los que tienen entre 18 y 24 años, dando por hecho que lo suyo son los jóvenes, los que lo nombran cada vez que terminan una frase.



Más que mil palabras



El silencioso pezweon ha superado los 1,300 comentarios en los 25 episodios que conforman su pedrigree. Esquivo a manifestar emociones, genera sin embargo una lucha interna de sentimientos. De la simpatía que despierta su sonrisa tímida (¿es una sonrisa o una mueca de la más calculada ironía?), se pasa rápidamente a la exasperación porque, ya esté en el quinto piso de un edificio en llamas o a punto de casarse con una pelirroja, no dice ni hace nada. “Es como un pata al que todo le resbala. Alguien que está en otra”, se excusa Carlos. Entonces uno no puede evitar imaginarse al pezweon mordiendo un anzuelo y terminando sus días en un plato de cebiche. Inalterable como un rehén fundamentalista, valiente hasta el final, moriría sin decir una sola palabra.



“Lo divertido es que te identificas al toque con él, porque hemos pasado por situaciones iguales”, agrega Andrea. Y es cierto. Aquel almidonado que es humillado en la discoteca con un “¡Baila pezweon!”, así como el tipo en la cola del banco al que todos apuran al grito de “¡Avanza pezweon!” y el torpe que resbala en el piso recién trapeado, recibiendo la burla filuda de un amigo: “¡No seas weón pezweon!” Todos estamos, de una u otra forma, incluidos en sus aventuras. Por eso no será difícil que nos abra una sonrisa en la cara, por más que digan que sus historias son monótonas y sus desenlaces previsibles. A veces las cosas más tontas son divertidas. A veces lo absurdo da risa, pezweon.



Fuente diario La Republica

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