domingo, 16 de diciembre de 2007

fuji comparece ante ante la justicia

Nunca se lo imaginó
El inicio del megaproceso al ex dictador empezó con sus dosis de histrionismo, las artimañas de sus incondicionales y una sentencia (la primera) en su contra, histórica e inobjetable. Fujimori ya es un condenado por la justicia peruana en democracia. Sus otros delitos y crímenes son materia de un proceso del cual somos todos testigos. Ojalá que el tribunal que lo juzga no permita que el reo convierta las audiencias en un show mediático. Ojalá que la acusación fiscal tenga portavoces con el temple y la convicción que amerita el caso.

Por Rául Mendoza

Una imagen quedará de Alberto Fujimori cuando los juicios que se le sigue por varios cargos, desde corrupción hasta crímenes de lesa humanidad, culminen: su rostro exaltado y su voz al filo de quebrarse gritando iracundo: "Soy inocente". Es el primer presidente de nuestra historia sometido a juicio, algo inédito. Y por eso el proceso debe ser transparente, justo, para que la sentencia sea indiscutible. El ex prófugo no vino aquí para dar discursos sino para responder por cargos precisos y crímenes documentados. ¿Qué hacer para no seguirle el juego? Veamos.

1. Fujimori es un reo, no debe politizar el juicio. Aunque sus partidarios se esfuercen en decir (Ca rlos Raffo dixit) "que ha llegado la hora de Alberto Fujimori", en palabras del periodista Fernando Vivas estamos asistiendo más bien a su peor momento, a la "mala hora" del ex presidente, porque está compareciendo no sólo ante los jueces sino ante todo el país a través de la televisión. "En ese sentido me parece bien que se transmita el juicio porque todos vamos a ser testigos de un ajuste de cuentas con la historia". Ahora bien, todos hemos visto los esfuerzos del ex prófugo por lanzar peroratas políticas más que respuestas concretas. Es su plan para contrarrestar la imagen de verse acorralado por la justicia. Y si en la tercera audiencia se le vio cachaciento, cínico, fue porque aprovechó la ineptitud del fiscal. Vivas precisa: "Si Fujimori quiere politizar el tema, entonces hay que pedirle mayor precisión en sus preguntas al fiscal para que junto con los jueces logren que se extienda menos en las respuestas". Para eso, el fiscal debe estar bien preparado sobre los cargos y los jueces mantener bajo control al reo y sus huestes (familiares y congresistas asistentes a las audiencias). El analista político Alberto Adrianzén tiene una frase concluyente: "Si no va a ser así, entonces el juicio sí puede ser propaganda gratuita para el prófugo".


Culpable. Un pedido es unánime entre las víctimas: juicio y sanción al ex presidente.

2. El acusado debe responder sobre lo que no quiere. Hasta el momento Fujimori se ha desmarcado de los crímenes atribuidos al grupo Colina y de las acciones de su asesor Vladimiro Montesinos, o se ha negado de plano a responder preguntas vinculadas a ellos. No es que se le deba obligar a dar respuestas sobre esos temas, pero sí hay información, videos, documentos, que pueden demostrar sus contradicciones, sus mentiras, cuando dice por ejemplo que no sabía nada del caso Barrios Altos o de La Cantuta. Y eso debe quedar meridianamente claro en las audiencias. El analista Carlos Reyna señala que Fujimori no ha dicho la verdad en varios temas y el fiscal debió hacerlo notar: "Él dice, por ejemplo, que firmó el ascenso para varios miembros del grupo Colina sin leer el documento y que no sabía de ese grupo. En principio nadie firma ascensos, un documento tan importante, sin tener referencias de los que allí figuran. Además hubo toda una política sistemática de su gobierno y de su bancada en el Congreso para proteger después a ese grupo paramilitar. ¿Y él no sabía nada? Otra mentira es decir que le perdió la confianza a Montesinos el año 97, cuando todos hemos visto, y hay videos, de que lo respaldaba por lo menos hasta el año 99". Sus respuestas deben ser cuestionadas y refutadas, con argumentos. A pesar de todo, Reyna ve algo positivo en lo visto hasta ahora: "Lo que Fujimori dice es poco serio. Ojalá que la gente se dé cuenta de cuán poco serio y cínico es".


El histrionismo del acusado. Quiere parecer ‘canchero’, pero eso solo oculta su nerviosismo ante las pruebas en su contra.

3. Fujimori perdió piso político, no puede ‘atarantar’ a nadie. Este megaproceso ha puesto en tela de juicio la capacidad de Alberto Fujimori como político calculador y cerebral. "Lo más importante sucedió el primer día: esa intervención destemplada lo ha presentado como un acusado que pierde los papeles. Son acciones que inducen a pensar que está muy nervioso y eso se percibe como que Fujimori se siente acorralado", interpreta Carlos Reyna. Y a eso se debe sumar que el ex mandatario no podrá participar en las elecciones del 2011, con lo que no tiene futuro político. Así las cosas, con un líder desdibujado, con los voceros fujimoristas negando lo evidente y armando ‘portatiles’ frente a la sala de audiencias, no queda duda de que su movimiento ha perdido espacio. Incluso tienen a la opinión pública en contra. "Hoy los canales son básicamente críticos de la figura de Fujimori y eso se puede notar cuando editorializan. En algunas notas tal vez puedan aparecer más los voceros fujimoristas, pero creo que eso es parte del juego democrático", dice Fernando Vivas. Además algo contribuye a seguir desconfiando del ex prófugo: el discurso de Fujimori gritando su inocencia y afirmando que salvó al país ha dejado en claro que no se arrepiente de nada.

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