El pueblo que el canon transformó
Domingo, 27 de julio de 2014 | 4:30 am
El distrito de San Marcos, en Áncash, es uno de los más
ricos del Perú. Recibe cientos de millones de soles por canon minero,
pero aún no tiene servicios básicos. Este año varios candidatos se
disputan la alcaldía y un clima de tensión flota en sus calles.
Texto: Raúl Mendoza.
Fotografía: David Huamaní.
Fotografía: David Huamaní.
-"¿Por qué estás tomando fotos?"- le dijo el sujeto a David, el reportero gráfico. Tenía la mirada y la voz amenazante.
Momentos antes se había bajado de un automóvil que se estacionó
frente a nosotros, a un lado de la pista. Bajó acompañado de otros dos
hombres y nos encaró sin titubear. Un segundo vehículo se detuvo más
allá. Había más gente.
-"Venimos con la municipalidad", respondió tranquilo el fotógrafo.
Entonces el sujeto se acercó al empleado de la municipalidad que nos acompañaba y le dijo prepotente:
-¿Tú quién eres? ¿Con quien has coordinado?
-Soy de la oficina de imagen, mi jefe ya sabe. ¿Tú quien eres?
-Soy Martínez... Llámalo a tu jefe, pásame con él. ¿Cómo nosotros no sabíamos nada? Tienen que coordinar pe'.
Mientras los otros dos caminaban delante de nosotros, el sujeto
siguió hablando con el joven de la municipalidad y después este lo puso
al teléfono con el jefe de imagen: "Aquí han estado tomando fotos...",
le escuchamos decir, nervioso, mientras se alejaba. Habló por unos
minutos.
Caminamos como 50 metros, mientras los autos en que llegaron
avanzaban a nuestro lado. Finalmente el tipo –bajo, achorado– se
tranquilizó. "Dile a los demás que ya no vengan", le ordenó a uno de sus
acompañantes. "Tienen que avisar pe'", dijo mirándonos. Subieron a los
carros, uno verde y otro plateado, y se fueron.
Eso nos ocurrió el último jueves a la salida de la zona urbana del
distrito de San Marcos, en Áncash, a unas 10 horas de Lima. Estábamos
haciendo fotos de las obras de la municipalidad, después de hablar con
el gerente municipal. ¿Quiénes eran esos sujetos? Gente cercana al
alcalde, Javier Medina. Nos amenazaron porque 'no sabían' que ya
habíamos ido al municipio.
¿Pobre San Marcos?
Hasta hace unos años una escena así hubiera sido impensable. Pero
desde que este distrito de 18 mil pobladores se convirtió en uno de los
más ricos del Perú por el canon que paga Antamina, su antigua y apacible
existencia se ha trastocado. Desde el 2006 en adelante la municipalidad
ha recibido año tras año cientos de millones, pero sus autoridades han
sido ineptas o corruptas. Por ejemplo, a pesar de tanto dinero solo
tienen agua unas horas al día y ni siquiera es potable. Es el principal
pedido de la población.
La señora Isabel Verde, 75 años, cuenta que a su casa solo llega el
líquido en horas de la mañana y por eso tiene que juntarla en unos
grandes recipientes. Luego nos invita a entrar a su casa para
demostrarnos que dice la verdad. "Aquí a pesar de que hay plata las
cosas no han mejorado para los pobres", dice.
Otro pedido de la gente es tener un centro de salud bien equipado y
con buenos médicos. "En el que tenemos no pueden hacerte ningún
análisis", cuenta un comerciante. Hace varios años que en la zona urbana
hay un local levantado para ser usado como sede del futuro hospital.
Sus instalaciones, pintadas de amarillo, lucen nuevas pero es un
elefante blanco: el gobierno regional –de César Álvarez– debía entregar
la obra pero no la culminó. Y ahí está, abandonada, vacía.
El gerente de la municipalidad de San Marcos, Eleuterio Mejía, acepta
que el problema del agua es cierto, pero explica que tienen un proyecto
para mejorar el servicio por un monto de siete millones de soles. "Aquí
el problema también es que la población no paga nada por el servicio y
debemos subvencionarlo. Eso debería cambiar con el tiempo", dice. Sobre
el hospital, señala que el gobierno regional debe entregarlo formalmente
para que ellos se hagan cargo.
Con la plata del canon la municipalidad ha construido escuelas,
estadios y losas deportivas, locales comunales, plazuelas o defensas
ribereñas, pedidos por los mismos pobladores en las reuniones de
presupuesto participativo. "Son obras que la gente plantea. Quizá no son
tan esenciales para el desarrollo, pero es lo que ellos quieren", dice
el gerente.
Mientras tanto, muchos pobladores expresan su descontento con lo que
pasa en el distrito. "Se han hecho obras sin criterio. Por ejemplo ponen
defensas ribereñas donde no se necesita. Los desagües se van al río y
no tenemos una planta de tratamiento. Se hacen estadios donde no hay
mucha gente. No siento que hayamos mejorado aunque sea un poquito", dice
una profesional que trabajó hace mucho tiempo en el concejo.
Lluvia de candidatos
Sólo entre 2011 y 2014 el distrito de San Marcos ha recibido unos 490
millones de soles por canon minero. Paradójicamente en ese mismo lapso
ha tenido tres alcaldes incluyendo al actual. El primero, Óscar Ugarte,
fue vacado acusado de nepotismo. El segundo, Máximo Blas, fue vacado
por la misma razón y poco después encarcelado cuando pretendía llevarse
300 mil soles de las arcas municipales antes de dejar el cargo.
A este le sucedió Javier Médina, el actual alcalde, quien en mayo
pasado fue detenido en Huaraz con 45 mil soles cuyo origen no ha
explicado. Lo detuvieron junto a un convoy de camionetas y
guardaespaldas. A pesar de ello, se mantiene en el cargo y además
intenta la reelección.
Para el proceso electoral de octubre se han presentado 16 candidatos,
aunque hasta ahora sólo 8 listas han sido admitidas por el Jurado
Nacional de Elecciones. La campaña electoral recién calienta, pero ya se
pueden ver pintas de varios de ellos en las paredes de las casas y en
la carretera. El alcalde Javier Medina, que va con Siempre Unidos, es de
los que más publicidad hace. Esta se puede ver hasta en el cercano
distrito de Chavín.
Otro de los candidatos con mucha publicidad es Óscar Ugarte, el ex
alcalde vacado por nepotismo, que postula por Somos Perú. Su principal
promesa electoral es mantener el 'Programa de mantenimiento de
infraestructura' también conocido como 'Plan piloto', que le da trabajo
temporal a la población a cambio de 600 soles quincenales, haciendo
limpieza de caminos, defensas ribereñas y otros trabajos de
mantenimiento.
Para muchos este programa es un derroche de recursos, un gasto sin
retorno, un asistencialismo que sólo busca asegurar el apoyo electoral
de la gente que participa del programa. Pues bien, el candidato Ugarte
no solo busca mantenerlo sino que ofrece pagar más: hasta 750 soles
quincenales a cada trabajador si gana la alcaldía.
Esta semana visitamos San Marcos y aunque los candidatos aún no
arrancan sus campañas, se siente un clima de tensión. "Desde que tenemos
el canon aquí fue llegando gente de fuera, delincuentes. Si te fijas
bien aquí en la plaza para un montón de gente que no hace nada, que está
vigilando quién llega, quién toma fotos. Antes del canon este era un
distrito tranquilo", cuenta el mismo comerciante que citamos líneas
antes. Tal parece que cada alcalde llega con su fuerza de choque.
Con el arribo de Antamina y el canon la vida del distrito cambió para
siempre: dejó de ser un lugar apacible, de puertas y balcones de madera
tallada, para convertirse en un sitio de construcciones de material
noble, camionetas 4 x 4, comercios de todo tipo y sujetos malencarados
que vigilan a los visitantes como guardaespaldas de la autoridad de
turno. Y además la gente ha abandonado el trabajo en el campo para
participar del 'Proyecto piloto' porque ahí ganan más. ¿Y cuando se
acabe el canon? San Marcos tiene mucha plata, pero su pobreza es más
fuerte.