miércoles, 3 de junio de 2020

EL DESPRESTIGIO DE LA CLASE POLÍTICA

Bien lo  decía ya el Dr, raul Ferrero – a quien tuve el gusto de conocer en una  visita que  hice el 2018 al Tribunal Constitucional-, “preocupa  comprobar el  deterioro que  viene sufriendo  cada vez  más, en los últimos  años  la clase  política”, y es que hoy  podríamos decir  luego de  todo  lo revelado a raíz del  caso  Odebreth, la cantidad de  gobernadores, alcaldes  y regidores  presos, que la  situación ya  es desbordada  y casi  nadie  confía en  los políticos  ni autoridades, siendo  hoy lo más  fácil   criticar a quienes actúan  en el campo  político  y dedicarle desde improperios, hasta  imputarles  algún acto  ilícito, por  ende  tratarlos con desprecio  y expresiones  duras, por  no decir  ofensivas,  poniendo en un mismo saco a todos  sin  distinguir  los  buenos de los malos.

Ligeramente se califica despectivamente a toda autoridad, alcaldes, regidores, concejeros, gobernadores, líderes de partidos, imputándoles ser responsables absolutos de todos los males posibles y culpándolos de todo lo negativo, como de las desgracias que ocurren a nuestros alrededores.

No existe hoy, nada más sencillo que cauce tanto morbo y hasta placer ciudadano, que despotricar a d

iestra y siniestra de nuestros gobernantes, y de los aspirantes a cargos públicos, culpándolos de ser los grandes responsables de todo aquello que no funciona en sus vidas, y claro de las desgracias que como país, hoy padecemos, donde los  cargos de elección popular están en primera  fila, las cargos políticos como los  sub. Prefectos y prefectos están sujetos a menores señalamientos, debido en gran parte a que sus cargos no son tan apetecibles.

Vuelvo a citar al Dr. Ferrero cuando sostiene que; “existen personas  decentes y correctas  que actúan en política a quienes  les corresponde un merecido respeto, y no  su inclusión en generalizaciones negativas”,  y es que la  sociedad reclama mejores políticos y autoridades, pero olvidan que son ellos quienes eligen muchas veces a impresentables o improvisados, por ende el primer paso para  mejor  nuestro sistema político  y el nivel de  autoridades es reducir la opinión arraigada en la  opinión publica de que los políticos de que no es posible separar los políticos responsables y correctos  de los otros, por el bien del sistema democrático  y de nuestra  misma  clase dirigencia, pues de lo contario ahuyentáremos a las personas decentes y probas de la función pública, como a los  jóvenes donde  reposa hoy la reserva moral

Pues no es verdad que la mayoría de políticos sean inmorales, irresponsables y corruptos, pues existen y puedo dar fe de ello, también políticos de gran sentimiento social, empáticos, capaces y visionarios y grandes gestores, que sacrifican carreras, dinero, familia y tiempo. En este objetivo contribuirían mucho la prensa, los jóvenes con ideas contemporáneas, al no generalizar a todos, al no emitir  juicios de valor que no les conste, a no prestarse a la infamia, al comentario ligero y suspicaz, cuando no les conste  aquello que consideran ya una  verdad, como  cata quinos  y ancashinos tenemos  la obligación histórica de aportar nuestro civismo, y espíritu reformista de lo que queremos construir, solo posible jubilando todas esas ideas  y actitudes de quienes  ya cumplieron con el distrito y la Región, es el momento de nuevas  ideas y formas de  hacer política, con crítica  y propuesta y sobre  todo son coherencia  y amor a nuestro distrito de Catac.

Catac, 02 de junio del 2020.

Wilmer Castillo Gamarra.

 


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