La política y los cargos
públicos son para servir, quien lo duda y solo quienes realmente tenemos
esta vocación podemos afirmarlos, en este corto tiempo he conocido, alcaldes,
regidores, concejeros, congresistas, gobernadores y diversos funcionarios de todo
nivel y en todos los órganos de gobierno, el Perú de tanta
corrupción, es también un país de peruanos que se esfuerzan por hacer las
cosas bien, donde obvio también existe una utopía, pues cada funcionario
u autoridad hace y llega hasta donde su capacidad y motivación lo
permiten y claro también su ego en muchos casos colosal.

Definitivamente para
quienes venimos de años de trabajo público y privado, y que
nunca hemos trabajado en ninguna modalidad que se relacione
hacer dinero en gobiernos locales, es un costo alto, ingresar a ocupar cargos
públicos, pues todas las miradas se ponen sobre
nosotros y en lo que adelante hagamos como
gestores o sobre nuestro patrimonio, y también amistades, es la legítima
desconfianza de décadas de corrupción y modus operandi donde
solo nuestra propia trayectoria personal y la de
nuestras familias es nuestro aval y lo que habla por
nosotros.
Por ello considero de gran
relevancia que en todos los niveles de gobierno se haga eco y
asuman compromisos concretos con relación a la "Declaración de
Integridad y Lucha contra la Corrupción con enfoque en derechos humanos",
ciertamente un documento declarativo, pero que es el inicio de un gran
debate libre de morbo e hipocresías que mientras seamos cada vez más
contra la corriente, ya habremos hecho mucho, porque sépanlo ciudadanos, como
hay malos, hay mas buenos peruanos con ganas de hacer los que antes
pocos hicieron y que hoy es un deber histórico hacerlo.
Ser coherentes , educar y
sobre todo transparentar toda la gestión publica, implementar
SERVIR y el GOBIERNO DIGITAL, son urgentes para esta tarea, el reto es
mayor para quienes toman decisiones, pero también todos desde el cargo y
lugar que estemos podemos hacer mucho.
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