viernes, 5 de diciembre de 2008

‘No Soy Fujimorista’


Entrevistas :::: A puertas de elección en la Corte Suprema, vocal Javier Villa Stein responde a cuestionamientos.
‘No Soy Fujimorista’
De ser electo presidente del Poder Judicial, Villa Stein habrá coronado una meteórica carrera judicial con cuatro años en la Suprema.De ser electo presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein habrá coronado una meteórica carrera en la Corte Suprema, este jueves 4.
Villa Stein es presidente de la Segunda Sala Penal Transitoria y se afirma que lleva todas las de ganar.
La presencia de Francisco Távara, presidente del PJ, y de César San Martín, presidente de la Sala Penal Especial que juzga a Alberto Fujimori, en la presentación del libro ‘Derecho Penal Parte General’ de Villa Stein, fue interpretado como un tácito reconocimiento a su candidatura, el pasado martes 18.
El futuro presidente del Poder Judicial tendrá la enorme responsabilidad de elegir al Tribunal que vea la posible apelación de Fujimori y, sobre todo, deberá tratar de recobrar la confianza de la opinión pública en el PJ, que cuenta con un 78% de desaprobación, según la última encuesta nacional de Apoyo.
Las opiniones de Villa Stein sobre los “vladivideos” y la creación de los juzgados ad hoc anticorrupción, en el 2001, lo tiznaron como fujimorista. El magistrado admitió a CARETAS haber asesorado a la ex Fiscal de la Nación, Blanca Nélida Colán, durante el régimen de Fujimori. En la década de los 90’s., postuló al decanato de Derecho de San Marcos y a la Defensoría del Pueblo, sin que las fichas lo favorecieran.
Ahora confronta tres candidaturas rivales, la de Manuel Sánchez Palacios, Luis Almenara y Elcira Vásquez. El lunes 1, Villa Stein concedió una amplia entrevista a CARETAS y respondió a cuestionamientos en su contra. Aquí sus declaraciones.
–De ser elegido presidente de la Corte Suprema, ¿qué cambios realizará? –En el ámbito jurisdiccional, procurar el mayor acceso a la justicia con rapidez y transparencia. Propongo formar una comisión de coordinación con el Congreso de la República para propiciar una legislación procesal en los ámbitos involucrados que resuelvan este asunto.
–Hace dos años el Dr. Távara hablaba de conversar con el Congreso... –No es un tema de hablar con el Congreso, sería una declaración vacía de contenidos, yo hablo de formar una comisión, así como la comisión de coordinación presupuestal...
–Que no funciona. –Sí funciona.
–¿Hace cuánto? –Yo la he integrado con Lecaros.
–Recién. –Este año, sí, con el Dr. Távara. Nos hemos puesto bravos y ha funcionado.
–¿Cómo lidiar con la carga procesal? –He presidido una Sala Constitucional y tres Salas Penales. Hay cosas que se pueden resolver mejor usando nuestros propios recursos, una de ellas es bajar de un solo plumazo cientos de miles de expedientes en la Sala Provisional en coordinación con el Congreso y el Ejecutivo porque sabemos de antemano cómo van a fallar las causas en esa materia.
–¿Qué esperan del Congreso y el Ejecutivo? –Por ejemplo, en los casos jurisdiccionales existen 8 mil a 10 mil expedientes cuyas soluciones son exactamente iguales y, sin embargo, el Ejecutivo sigue apelando, la ONP sigue interponiendo recursos.
–¿El Estado es el principal enemigo de la reforma del PJ? –No es un tema de enemigos, es parte de la ineficiencia general del Estado. He dicho y lo ratifico: la reforma del Poder Judicial tiene que darse dentro del marco de una reforma general del Estado. He escuchado la propuesta de multiplicar el número de jueces. El principio de Peters nos dice que no es cuestión de multiplicar empleados para resolver problemas, hay que racionalizar los existentes y establecer los mecanismos de flujo.
La Apelacion De Fujimori–Vamos a los temas polémicos. Hace dos años lo entrevisté y me dijo que los vladivideos eran pruebas prohibidas. ¿Aún piensa igual? –Lo dice la Constitución. Toda prueba obtenida en violación de derechos fundamentales es ilegal. A partir de una determinada prueba prohibida, el fiscal no puede cruzarse de brazos, puede empezar a obtener pruebas directas. Si esto se hace, no hay ningún problema.
–Dos vladivideos están siendo utilizados en el juicio a Fujimori. –No todos los valdivideos eran pruebas prohibidas. Por ejemplo, hay vladivideos puestos en autograbación y ocurridos en recintos del Estado, públicos, con el consentimiento por lo menos de uno de los protagonistas, ese es un tema que no tiene por qué servir como prueba prohibida.
–Hace cinco años usted dijo lo siguiente: “Si bien se encontró tres cuentas bancarias de Montesinos, no se concluye que el dinero se haya originado de un delito”. ¿Por qué? –Es muy sencillo. Uno puede encontrarle cuentas bancarias a Satanás y eso no necesariamente prueba que se haya generado delito. Cuando comienzan las cosas, eso no probaba nada. ¿Acaso prueba algo? ¿Si yo tenga tres cuentas bancarias acaso prueba que soy coimero?
–Pero si uno tiene un sueldo de S/ 16,000 y se le descubre cuentas por US$ 1 millón, ¿eso no es algo sospechoso? –Yo no he dicho que no es delito, a priori no es delito, tiene que explicar sí porque es funcionario público. Se invierte la carga de la prueba y tiene que probar. Y él declaró una serie de cosas que podrían explicar perfectamente por qué tenía dinero. Si no lo explica, allí le aplican el rigor. Pero a priori, decir que una persona tiene tres cuentas corrientes comete delito...
–También dijo: “Para mí el tema (Calmell del Solar) es atípico. Creo que hay una cacería de brujas”. –No me acuerdo bien el caso, pero que yo sepa en Chile no le quisieron conceder la extradición porque consideraron que es atípico, y la legislación peruana en esa materia es similar a la suya.
–Otra frase suya: “En el caso de los hermanos Wolfenson veo una vendetta que busca castigar a los medios incómodos al gobierno”. –No recuerdo el caso concreto pero el esclarecimiento de los delitos y de las ideas de los actos de corrupción tienen que hacerse con dignidad. Yo apelo a eso. Yo noté en ese momento mucha beligerancia, mucho encono.
–¿Sigue viendo una vendetta? –No, en el caso concreto y después de esclarecidos los hechos pareciera que se cumplió la ley como corresponde.
–Sobre el caso Fujimori, opinó: “Es un tema complicado que creo se ha politizado”. –No podemos negar que en un juicio a un ex presidente de la República necesariamente tiene un componente político y eso trae consigo apasionamiento de uno y de otro lado. Felizmente el juzgamiento está en muy buenas manos.
–¿Quién presidiría la Sala que verá la apelación del proceso a Fujimori? –Todos los jueces supremos en principio reúnen las condiciones, tendríamos que ver primero la especialidad. No podemos prejuzgar ni suponer que alguno es mejor que el otro porque eso sería una falta de respeto para los magistrados y para la presidencia del PJ. Eso demostraría que el presidente es un titiritero, y si salgo elegido, no lo seré. Elegiré a quien tenga que elegir, cuidando que sea un tribunal que despierte aquerencia, confianza en la opinión pública, eso desde luego.
–¿Elegiría a su amigo Robinson Gonzales? –No, no me dé nombres.
–La percepción pública ve a Robinson como fujimorista. –No podemos descalificar de antemano a nadie. Lo que digo es que tendríamos que poner a una persona que suscite confianza, pero hay unos que pueden suscitar más confianza que otros. En pro de la paz y en pro de la aceptación mayoritaria de los fallos, es importante que se busque a las personas que no vayan a suscitar dudas sobre su imparcialidad. Lo que sí debe quedar claro en tanto el juicio actual (a Fujimori) como el que viene –si es que viene– es que tiene que ser imparcial.
–El temor de la opinión pública es que usted llegue a la presidencia y luego... –Yo tengo una virtud que no tienen otros, jamás milité en el fujimorismo.
Cutras Y Corruptelas–¿Qué cuestiona de la nueva ley de Carrera Judicial? –La ratificación es un instrumento anacrónico, es un vejestorio.
–Está chocando contra el CNM. –Está bien, a mí no me preocupa chocar, primero que ellos no me van a elegir y, segundo, la ratificación es cada siete años, así que no hay problema.
–¿Peleará para que el CNM cambie su conformación? –Diría que voy a debatir. Además, el tema es un acuerdo de la Sala Plena. El juez va a tener que trabajar en pindinga y cada tres años será evaluado. Es un ataque frontal a su autonomía, a partir del supuesto que el juez es un corrupto, un bandido, un facineroso. Me resisto totalmente a esa percepción de culpabilidad crónica. Aquí hay jueces de una calidad magnífica, que con sólo insinuarles la ratificación, ya los están ofendiendo. Si la ratificación tiene que darse, que se dé, pero no apurando los plazos. Es peligroso ponerse a merced del evaluador de turno.
–¿Es peligroso? –Muy peligroso. Al corrupto hay que botarlo al toque, no hay que esperar siete años. Hay que activar mecanismos más bien de separación instantánea, no por criterio jurisdiccional, sino por actos de corrupción.
–¿Cada cuánto tiempo debería ratificarse a los jueces? –Siete años está bien. Usted no sabe la cantidad de presiones que pueden surgir por el tema de la ratificación.
–¿Qué más plantea? –Que se reactive el Consejo de Estado, integrado por los presidentes de poderes del Estado y algunos organismos autónomos, por ejemplo, el TC. La división de poderes no significa que cada quien vaya por su lado.
–¿El TC y el PJ están enemistados? –No, pero eso podría resolverse con una sala dentro del PJ y dentro de la Corte Suprema, que la Sala Plena se autocomponga como Tribunal Constitucional Supremo, o que se haga una Sala Constitucional con todos sus recursos.
–¿Y desaparecer al TC? –No, simplemente lo convertimos en parte de la Corte Suprema por un tema de eficiencia y racionalidad en el Estado,
–¿Propondrá eso? –Ya la hice como vocal de la Corte Suprema. Para evitar incoherencias, para evitar la duplicidad de gastos yen beneficio de la racionalidad, se integren a la Corte Suprema, que vengan con sus pertrechos.
–¿Cuál es su postura ante la labor de la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA). –La OCMA es muy importante, pero se debe insistir en la prevención. No creo que el índice de corrupción se mida por el número de jueces destituidos. El día que no haya jueces destituidos estaremos por buen camino.
–¿Hay mucha corrupción en el PJ? –Más hay corruptela. –¿Cuál es la diferencia? –La “cutrita”, la corrupción menor.
–Pero ambas son dañinas. –Sí, pero hay que buscar a la gran corrupción, a la megacorrupción, si es que hubiese. Y además habría que reunirse con los Colegios de Abogados. Si se investiga al milímetro a los jueces sería interesante que a todo abogado que litiga y firma escritos en el Poder Judicial se le dé el tratamiento que se le da a todo funcionario público.
–El Nuevo Código Procesal Penal, que está siendo implementado, nos deja en una situación de no estar todos iguales ante la ley. –Planteo que el Código se implemente de inmediato y para todos los distritos empezando por Lima. Esa propuesta ya se la hice al ministro de Economía. Tenemos que sentarnos con la Fiscalía y ver la forma de implementarlo en el más breve plazo. (Roberto More)

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