En los países petroleros de América Latina hay una tendencia que tiene preocupadas -y a la expectativa- a las empresas multinacionales del sector.
Los analistas creen que mientras más alto el petróleo habrá más control del Estado.
Con los altos valores de venta del petróleo se ha incrementado la presencia del Estado en las operaciones relacionadas con el crudo o el gas, llegando a casos como la anunciada nacionalización del sector en Bolivia; la imposición de nuevos impuestos a la extracción en Venezuela; o como sucedió en Ecuador, que se canceló el contrato con una empresa estadounidense y ahora el gobierno tomará sus activos.
"El factor principal que influye en este escenario es el elevado precio del petróleo que tiene a los gobiernos revaluando las condiciones en que funcionan sus industrias en el sector energético, porque quieren un mayor pedazo de la torta", explicó a BBC Mundo Robert Perkins, analista de Platts, una consultora británica en el sector petrolero y de materias primas.
Mientras más alto se ubique el valor del petróleo y del gas más se verá una corriente nacionalista. Es una nueva realidad
Jeroen van der Veer
Las autoridades bolivianas, por ejemplo, el pasado 1 de mayo anunciaron un decreto que obliga a las empresas a renegociar sus contratos de operación en el país en un lapso de 180 días, con la finalidad de cambiar el régimen de concesiones por asociaciones de riesgo compartido.
"Mi opinión es que hay mucho alarmismo actualmente, pues cuando se mira a profundidad el caso boliviano no todo es blanco y negro", señaló Perkins.
"Pese a que hay amenazas de acciones legales por parte de las empresas afectadas -que con razón se quejan por la ruptura de contratos existentes-, las grandes compañías están dándose cuenta de que las cosas están cambiando y que hay que adaptarse a la nueva realidad", añadió.
Actores
Entre las grandes corporaciones petroleras actualmente hay distintos puntos de vista sobre la tendencia de las naciones que producen el crudo a buscar mayor control sobre sus campos de petróleo o gas.
El director ejecutivo de Shell -considerada la tercera empresa energética con mayor capital- Jeroen van der Veer, le indicó al diario británico Financial Times que esta es una nueva realidad que hay que aceptar y que disputar por la vía judicial las decisiones estatal era "contraproductivo... ¡buena suerte! (a los que lo intenten)".
El Estado boliviano ocupó los campos petroleros de las empresas extranjeras.
"Mientras más alto se ubique el valor del petróleo y del gas, más se verá una corriente nacionalista. Es una nueva realidad. A fin de cuentas, los gobiernos siempre serán los que mandan", indicó el ejecutivo al diario.
Un vocero de Shell que pidió no ser identificado, le dijo a BBC Mundo que "de hecho nosotros seguimos en buenos términos con el gobierno boliviano en busca de una solución amigable".
Otras grandes petroleras, como Exxon-Mobil, han insistido más bien en la "santidad" de los contratos establecidos, los cuales han tratado de defender por la vía legal, mediante arbitraje internacional.
Impulso petrolero
Sin embargo, para varios analistas del mercado, esta tendencia quizás sea irreversible, especialmente cuando se prevén altos precios del crudo hasta nuevo aviso.
El valor del barril de petróleo en Nueva York se ubicaba este miércoles por encima de US$68, un 36% más que el promedio de 2005.
"Las compañías de petróleo y gas deberán acostumbrarse a que cuando se negocia con Estados soberanos son ellos quienes deciden y no hay mucho que hacer. Te puedes quejar, buscar acciones legales, pero los gobiernos tienen la palabra final", aseveró Perkins.
Las compañías de petróleo y gas deberán acostumbrarse a que cuando se negocia con Estados soberanos son ellos quienes deciden y no hay mucho que hacer
Robert Perkins
"Si se quieren quedar en los países productores y no perder la inversión en los proyectos, deben estar preparados para negociar las condiciones contractuales", añadió.
De acuerdo con el analista, la tendencia a un mayor control del Estado sobre sus negocios petroleros está ligada a un factor crucial.
"El valor del crudo se va a quedar alto en el mediano plazo, por encima de US$50, con lo que los países productores tendrán más confianza para renegociar las condiciones de explotación", concluyó Perkins.