domingo, 28 de marzo de 2010

Los archivos codiciados

Carlos Castro

El último jueves, César Romero, editor de Judiciales de La República, dio a conocer que 592 archivos, entre audios y correos de los USB de Giselle Giannotti en el caso BTR, habían sido borrados en el 2009. Según la versión de la Fiscalía, el hecho ocurrió cuando los documentos estaban en poder de la jueza María Martínez, encargada del proceso.

El comunicado del Poder Judicial, emitido tras el informe de La República, dice que no hubo “robo” ni “asaltaron” el PJ, pero no desmiente lo central de la información: que los archivos habían sido “limpiados” por manos extrañas. En lugar de investigar la denuncia periodística, el PJ pretende desmentirla, sin lograrlo. El Ministerio Público y la OCMA se encargaron de confirmar la noticia, señalando que ya hay una investigación en curso por la pérdida de audios y correos de Giannotti.

La denuncia de Romero no es poca cosa. Los archivos borrados, según el fiscal Walter Milla, son los que le fueron incautados a Giselle Giannotti cuando fue detenida en enero del 2009. En el entorno de Giannotti se reconoce la pérdida y manipulación de documentos, pero tienen una diferencia sustancial con el fiscal: la adulteración de los archivos no ocurrieron cuando estaban en poder de la jueza Martínez sino en el período en el que estuvieron en manos del Ministerio Público y de la Policía.

¿Qué asuntos tan graves escondían los archivos de Giannotti para que manos misteriosas entraran, los adulteraran y hasta cambiaran la información? ¿Qué personajes, políticos, empresarios o de otra índole quedaron registrados en los USB de GG para que los autores de la “limpieza” penetraran en el sistema de seguridad y lo violentaran? O tal vez los “limpiadores” estuvieron al interior del sistema judicial o policial.

Lo ocurrido no es para hacerse de la vista gorda. Business Track S.A.C. (BTR), empresa formada por los marinos Elías Ponce Feijóo y Carlos Tomasio y que tenía a Giselle Giannotti como una ejecutiva importante, es responsable de interceptación telefónica de un número indeterminado de personas y empresas.

Ponce, Tomasio y los otros marinos de BTR son los que en el 2008 “chuponearon” las conversaciones de Rómulo León, Alberto Químper y el empresario dominicano Fortunato Canaán con ministros y funcionarios de este gobierno para la ilegal concesión de seis pozos petroleros y otros negocios que al final no se concretaron. El escándalo, conocido como el de los “petroaudios”, fue uno de los momentos más críticos de este gobierno y significó la caída del gabinete que presidía Jorge del Castillo.

Hoy, un año después, se hace público el borrado de más de 500 archivos en un proceso que desde un primer momento ha estado marcado por la falta de transparencia y por los encontronazos entre el Ministerio Público, el Poder Judicial y el Congreso. Hay demasiados intereses que se cruzan y las autoridades judiciales deben ser las primeras interesadas en aclarar esta denuncia, salvo que, como ha ocurrido en otras oportunidades, opten por echarle tierra y esperar a que pase y todos olviden lo ocurrido. Hasta el próximo domingo.

martes, 9 de marzo de 2010

LA APOLITISACION DE LAS UNIVERSIDADES - NADIE SE SALVA

De tiempo en tiempo el movimiento universitario hace una morisqueta de activismo para luego continuar con la letanía. Los dirigentes estudiantiles (existen, no es broma) no dejan de quejarse de la abulia de sus representados, y éstos, a su vez, sienten que no están representados, sin que tampoco les quite el sueño la misma representación.

Recogimos testimonios de primera mano de dos de las universidades más significativas del país —la Universidad Católica (PUCP) y la Universidad de San Marcos (UNMSM)— acerca de cómo se desenvuelve la actual movida política universitaria.
 
Católica: La minitancia estudiantil (Alejandra Cueto, Nancy Vidal)



Las elecciones en la PUCP no suelen pasar desapercibidas. La movida de los grupos estudiantiles es intensa. Los contrincantes se sirven de pancartas, polos, volantes, discursos, debates y hasta arroz con leche para poder convencer a los estudiantes de la importancia de los problemas que atañen a la universidad, y de la necesidad de la participación política activa. Las propuestas varían desde un discurso del representante estudiantil que ya tiene definida una posición política a escala nacional, hasta la solución de los problemas más directos de los estudiantes, como infraestructura, aumento de las boletas de pago, bibliotecas y cafeterías.



Pero a veces la batalla por el corazón del estudiantado se puede chocar de cara con una gélida indiferencia. No eres tú, soy yo, parecen decirles los disputados electores a los afanosos aspirantes a la representación estudiantil. Cual joven en tiempo febril interesada en otros galanes.



La parafernalia que se arma en época electoral se parece a una fiesta en la que hay de todo —equipo de sonido, comida, luces, bocaditos, orquesta y hasta invitados— pero los invitados no quieren bailar. Ése es el drama de la representación estudiantil desde hace ya varios años.

En las postrimerías del régimen de Fujimori se insinuó un cambio. De pronto, legiones de estudiantes parecían nuevamente comprometidas con el destino del país. Pero la mecha del entusiasmo se humedeció pronto.

Los 2000 han seguido significando años de despolitización estudiantil y una ausencia de verdadera participación universitaria. Los movimientos estudiantiles que podemos encontrar hoy en la PUCP son Acción Crítica, Coherencia Universitaria, Frente de Izquierda Universitario (FIU), Unión Estudiantil (UNES) y Punto Aparte. Dentro de ellos, algunos de los integrantes militan en partidos políticos nacionales. Está también el Comando Universitario Aprista (CUA), el único grupo político universitario que es parte oficial de un partido nacional. Sin embargo, es el grupo de menor resonancia en el campus.

En la PUCP existen diferentes órganos de representación estudiantil, y los hay en todos los niveles. Los delegados son 26 alumnos que forman parte de la Asamblea Universitaria (REA), encargada de tomar las decisiones más importantes de la Universidad. Además, cada facultad cuenta con un Tercio Estudiantil en el que participan 4 estudiantes elegidos por los mismos alumnos y que se reúnen con las autoridades de esa facultad para llevar a cabo proyectos para la mejora de ese mismo ámbito.

En cuanto a los organismos propiamente estudiantiles, la Federación de Estudiantes de la PUCP (FEPUC) es su gremio general, y la mayoría de las facultades cuenta a su vez con un Centro Federado. A diferencia de los REA o del Tercio Estudiantil, los miembros de la FEPUC y de los Centros Federados no tienen la capacidad de tomar decisiones oficiales, pero representan la opinión de los universitarios organizándolos e informándolos.

Alberto de Belaunde, quien lideró hace unos años la extinta CUI, de inusual pero corto éxito entre el estudiantado, opina: “Los puestos de representación estudiantil están ocupados por alumnos que ya formaban previamente un movimiento organizado y no por personalidades independientes”. Es así que los estudiantes identifican a sus representantes no solo por su nombre, sino también por el grupo al que pertenecen.

En las últimas elecciones para la FEPUC se presentaron dos grupos, Acción Universitaria y Coherencia Universitaria, que ganó con 2.779 votos sobre un total de 4.327 votos válidos, cantidad esta última bastante superior a la registrada en procesos anteriores.

Aun así, no hay una gran participación estudiantil. La Universidad tiene algo más de 6 mil estudiantes, y apenas un promedio de 150 son miembros de algunos de los grupos ya mencionados. Incluso se podría afirmar que la participación e interés de los demás alumnos para con sus representantes se limita a las rondas electorales. Este problema no atañe solo a la falta de capacidad de convocatoria de estos movimientos, sino también a una carencia de identificación como colectivo universitario, debido a que no tenemos problemas tan críticos como los que hubo en las décadas de 1970 y 1980; y, si los hubiesen, no movilizan a los estudiantes. Además, las aspiraciones y los ideales de los estudiantes son diversos y se reducen al actual contexto.

Cambia, todo cambia…

El concepto de universidad, evidentemente, ha cambiado. Los alumnos la conciben como un lugar que puede asegurar no solo el éxito, sino también prestigio social y una nueva condición socioeconómica. La universidad provee un título y asegura cierto nivel académico que permitiría obtener un puesto de trabajo bien remunerado y gozar de un bienestar meramente material. Es, en suma, una vía de acceso al ideal de éxito. En este contexto, ¿cuál es el sentido de la representación estudiantil? ¿Es verdad que a los estudiantes no les interesa la política?

“Es falso que los jóvenes no participan en asuntos públicos. ¿Acaso los adultos participan más? Se ha creado una imagen perversa de lo que es la juventud. La forma de participación de los jóvenes ha variado: obviamente, no se discuten los mismos temas que en los setentas, pero sí otros. Además, los partidos políticos y los sindicatos son autoritaristas y mantienen relaciones verticales; es más sano que los jóvenes no participen directamente en partidos políticos”, dice el sociólogo Luis Fernán Cisneros, especialista en temas de juventud.

La forma de participación de los estudiantes en la política universitaria ya no es igual que en los decenios de 1970 y 1980. Aunque se puede encontrar bastante optimismo entre los dirigentes estudiantiles, existe un desfase muy marcado entre los representantes y los representados.

Sin embargo, decir que a los estudiantes no les interesa la participación social o política sería muy injusto. Los jóvenes universitarios sí participan, lo que se traduce, por ejemplo, en el éxito de Un Techo para mi País, Minkando o la marcha por Bagua. Muchos participan en actividades de servicio social, tienen opinión respecto de los problemas de la universidad y del país. Sin embargo, ser universitario no es una marca distintiva más allá de la posibilidad de obtener una carrera profesional.

Además, estamos en una época en la que la política se encuentra totalmente desprestigiada. La política no se entiende como un medio que contribuye a realizar cambios dentro y fuera de la universidad. Todos los ejemplos de personas relacionadas con el gobierno y la política se encuentran marcados por un imaginario corrupto que utiliza el Estado con fines personales. De igual manera, se puede interpretar que aquellos que participan en política estudiantil postulándose a los diferentes cargos lo hacen solo para mejorar su currículo y presentarse en un futuro a universidades extranjeras. El amplio desprestigio y rechazo a la política es una realidad.

“Hay un gran desprestigio de la política debido a que la política del país no tiene buenos ejemplos. Todo el tiempo vemos escándalos de corrupción que no nos hacen creer en ella como una vía para lograr algún cambio por el país”, comenta un alumno de la PUCP.

Es importante que los representantes estudiantiles comprendan que el país cambió y que, por lo tanto, las formas de hacer y concebir la política también deberían cambiar con él. Asumir el reto de devolverle a la política y a la universidad la importancia y trascendencia que se merece en un contexto de individualismo fuerte es esencial pero dificil.

Si bien los jóvenes de hoy no tienen el entusiasmo y la sed de cambio y participación de los setenteros y ochentenos, son más democráticos y realistas y tienen una visión de pluralidad, lo que permite una mayor tolerancia y diversidad de intereses, gustos, compromiso, ideales, etcétera. Y quizá en comparación a tiempos precedentes, la ausencia de dogmas políticos, religiosos y sociales nos permite tener una visión mucho más amplia de la realidad.

Los nuevos medios de comunicación, como el Facebook y los blogs, así como el acceso más amplio y plural a la información a través de la Internet, otorgan a esta generación la posibilidad de crear nuevos canales de expresión, comunicación y participación. Todo ello debe ser aprovechado por los grupos políticos universitarios.

“La generación actual es una generación de nativos digitales, personas completamente globalizadas y más flexibles”, dice Luis Fernán Cisneros.

Sea cual fuere la forma como se desarrollen las actividades políticas dentro de la universidad, si no se replantean los conceptos de la representación estudiantil será complicado acortar las distancias entre representantes y representados.

¿Es la universidad solo una empresa que nos brinda servicios educativos? ¿La función de la política estudiantil debe restringirse solo a los problemas específicos de la universidad? ¿Están en la obligación los grupos políticos universitarios de tener un ideal definido? ¿Tenemos algo que decir y aportar como gremio estudiantil a la realidad nacional?

La reciente marcha en respaldo a los nativos de Bagua nos hace pensar nuevamente en un estudiantado que relaciona la realización personal con el destino del país. Aunque el país y sus representantes oficiales, con sus abruptos y exabruptos, insistan en desanimar cualquier vestigio de buena intención

La sanmarquinidad nuestra de cada día (Tony Medina)

“La universidad pública es un espacio de estructuras premodernas en el que se reproducen todos los vicios y taras que caracterizan al Estado” —nos comenta uno de los alumnos de la carrera de Ciencia Política de la UNMSM que demostró tener inquietudes propias de cualquier joven, pero con un plus que les da una Universidad en la que la política se respira apenas se ingresa en ella.

La respuesta de los jóvenes de esta Universidad a nuestra primera pregunta fue unánime: “—¿Qué te inspira la política de la Universidad de San Marcos? —En principio, indiferencia”.

“Lo que pasa es que San Marcos es un reflejo a escala de la realidad de la gestión pública del Estado” —señala Diego Salazar, de 18 años recién cumplidos. “Vemos los mismos grupos de presión y culturas organizativas que anulan toda posible innovación política. Por un lado existen grupos que denuncian el amarillismo, pero por otro lado lo fomentan con estrategias políticas que solo apuntan a atacar y desacreditar sin ningún escrúpulo a estudiantes y profesores.” “Hay plata de por medio” —dice Leo Alcántara, del primer año—; “si no, no aguantarían tantos ataques de bandos opuestos y no harían tanta cosa.” “Las mismas autoridades fomentan eso” —anota Jimmy Huaccho, de 22 años—, “ya que muchas veces Consejos de Facultad o profesores específicos financian campañas de tercios con los cuales intercambian favores, como cargos administrativos que les permiten acceder a planillas doradas, o simplemente espacios a partir de los cuales pueden hacer contactos.”

“Si tú quieres cambiar el sistema desde dentro, no puedes” —dice Raúl Castillo, de 24 años. “Es ahí donde se ha perdido mucha gente honesta que decidió entrar con el verdadero interés de hacer algo bueno por su Universidad.”

“Ellos te terminan absorbiendo porque son mayoría; además son buena gente, son tíos criollones y campechanos que te ofrecen buenas chambas, becas y esas cosas. Los tercios se corrompen muy fácilmente, porque ellos quieren escalar y ya. Ése es su único objetivo y por ello son capaces de aguantar todos los insultos y denuncias que les caigan. En el caso del Centro Federado casi no les interesa, no votan” —dice Rogelio Huamaní, del quinto año.

“En la Facultad de Derecho el movimiento estudiantil se halla fraccionado y muchas de sus reivindicaciones tienen más de excusas que de propuestas. Grupos grandes como Integración Estudiantil y el FER, que tenían presencia interfacultades, se fueron fragmentando por esa tendencia tan propia de los marxistas peruanos de dividirse por cuestiones discursivas” —anota Diego Ayala, de 18 años y estudiante de segundo año. “Es el típico juego de repartija de cargos políticos” —señala Víctor Gutiérrez, cachimbo de Derecho; “y ése es un efecto cascada que viene desde arriba, comenzando por Luis Izquierdo Vásquez, que es el peor rector que ha tenido nuestra Universidad, el que ha negociado la construcción de un by-pass a cambio de nada, excepto, claro, la condonación de las deudas tributarias con la Municipalidad”.

Finalmente, todos coinciden: “No les interesamos. Para ellos solo somos ganado que importa una o dos veces al año, cuando hay elecciones”.

En eso surge la pregunta de fondo: ¿Y la gente honesta? Nuevamente, todos coinciden en el diagnóstico: —“Son la gran mayoría. El problema es que ven todas estas cosas y no quieren participar dentro del juego electoral”. —“Pero nosotros queremos ser politólogos y no podemos mantenernos al margen de la política, tanto de la sanmarquina como de la peruana en general”.

“Hay mucha gente que está haciendo cosas tanto dentro como fuera de la Universidad” —dicen los estudiantes con mayor optimismo. —“Claro, la gente hace un montón de cosas: eventos académicos, talleres, trabajo con organizaciones sociales y diversos espacios donde se pueden hacer cosas que la Universidad no permite por sus absurdos juegos de poder y su falta de proyección social”.

Los diferentes grupos que existen actualmente son minoritarios y muchos de ellos adolecen de los problemas ya mencionados. Pero cinco alumnos organizados tienen más peso político que mil desorganizados. La desorganización y la indiferencia son los principales factores que explican que los problemas mencionados por los alumnos se perpetúen en el tiempo. Y se perpetúan porque los movimientos políticos estudiantiles más importantes han desviado el debate de aspectos fundamentales que nadie quiere tocar.

Es éste el punto que genera mayor coincidencia entre los estudiantes entrevistados: no existe un centro político; es decir, el movimiento estudiantil no ha logrado ponerse de acuerdo sobre los objetivos de la universidad pública, y así la lucha se convierte en un fin en sí mismo y no en un medio para obtener una reivindicación específica.

Aparece además la famosa figura del “estudiante eterno”, totalmente nociva para el concepto de gratuidad de la enseñanza, que respaldamos, pero comprendiendo que esa “gratuidad” es pagada por el Estado, lo que implica que el profesional que egresa lo hace para proyectar los conocimientos aprendidos en la sociedad. Un “estudiante eterno” que goza de servicios universitarios termina siendo un parásito del erario público, por más incendiario que sea su discurso político.

Por ejemplo, una de las banderas de lucha del movimiento estudiantil sanmarquino es el aumento del presupuesto de la universidad pública; tema que, por cierto, respalda el cuestionado rector Izquierdo. Sin embargo, este presupuesto no ha dejado de aumentar desde el 2001 (en el 2007 fue de 274 millones de soles). Ese mismo año, la Universidad Federico Villarreal, que tiene casi la misma población estudiantil, solo recibió un poco más de 150 millones.

¿Cuál es el problema, entonces? ¿Falta de presupuesto o una desigual distribución presupuestaria? ¿Quizá
un vacío de asignación de competencias entre los trabajadores de rangos más bajos, lo que hace que cada vez que surja un problema se tiren la pelota entre ellos, de modo que terminan por convertirse en poderes de facto?

Se menosprecia la labor docente, lo que aleja a profesionales capaces que prefieren ir a enseñar a universidades e institutos privados que sí valoran su actividad; y los que se quedan lo hacen por amor a la camiseta, o por el prestigio que sin duda mantiene San Marcos, sobre todo en el extranjero.

Todos estos elementos condicionan al movimiento estudiantil y determinan la dirección de la dinámica política en la Universidad, ya que al tener que jugar con esas condiciones establecidas, se configuran “izquierdas” y “derechas” falsas que terminan anulándose mutuamente, como Sísifo.

WILMER CASTILLO TE LO RECOMIENDA

GARCIA Y BAGUATAR

WILMER CASTILLO TE LO RECOMIENDA

GARCIA Y BAGUATAR

WILMER CASTILLO TE LO RECOMIENDA

“UNIVERSIDAD LUGAR DE ACCION Y TRANSFORMACION”

Alumnos que ingresan sin ningún tipo de desparpajo pasados 30 min de iniciado las clases, algunos faltando hasta 20 minutos para que inicie la misma, otros que contestan en celular en plena clase y hasta salen del aula presurosos y otros tantos que a la pregunta - ¿todo claro? ¿Alguna consulta? Entran en mutis total , y algunos que según el pulso del profesor hasta banalizan el curso asiéndolos de lo más aburridos y envilecedores que finalmente no nos garantiza nada.

Así estamos los universitarios, “La gente de derecho” como pomposamente les gusta a algunos que los llamen sin conocer bien el contexto social y político en el que nos encontramos, claro con honrosas excepciones que nos animan a creer en vientos de cambio pero que también tenemos “seudo académicos” dormidos y aletargados perdido en la critica a todo aquel que ose entrar a algún cargo, sabedores se su cobardía y mediocridad para no asumir ningún tipo de compromiso para rajar de aquel que tubo el valor de hacer lo que el, no. Trillando así el concepto de la palabra universitario y mas aún la del estudiante de derecho.

Honestamente ¿así pensamos responder a los retos de mañana? ¿cuantos entren al portal de justicia viva, dele y del programa no hay derecho para ver en contexto esta el realismo jurídico peruano? ¿que nos pasa?; ¿acaso nos hemos resignado a ser los desempleados que el gobierno esconde en los claustros universitarios que para no engrosar las cifras del desempleo y subempleo estamos en la “ universidad”? claro asiendo hora y de mero tramite con la ayuda de alguno y lastima de algunos docentes.

Sentimos la decencia de ser alumnos de derecho cuando nadie aporta nada a la sociedad ni se compra ningún compromiso, queremos estar solo en la chacota, el figuretismo, el raje, ¿eso es lo queremos?

Necesitamos sacudirnos de docentes que solo pasan las horas en las aulas; de quienes con sus hechos nos enseñan que no dictar varias semanas y cobrar es posible , so pretexto de “trabajo de investigación” para exponer en clase; lo que implica que seamos nosotros mismos quienes llevemos adelante el curso, que para pena nuestra no haya la fecha algún programa de radio que enseñe y absuelva dudas del publico teniendo una emisora universitaria, que en nuestra facultad por si no lo saben tiene por nombre también y CIENCIAS POLÍTICAS, donde irónicamente no haya ningún tipo de debate político programático en nuestro claustro; donde somos la única universidad no suscrita al diario el peruano que claro nadie se h dado cuenta, por que simplemente nadie ni se interesa en los temas del dia,consecuentemente somos lo que somos y no reneguemos de ello tal ves agachar la cabeza se mas digno, ante la inoperancia y mofa de nuestra actitud.

Claro todo ello; dicen los asiduos concurrentes y seguidores de la nada; es banal efímero y chauchillo entonces seamos consecuentes y asumámonos y planteemos nuestras propias reglas “claro si pretendemos ser una corriente de cambio que siente las bases de una FDDCCPP remozada y con futuro . En una época virtual los blogs nos permiten crear revistas virtuales donde solo necesitamos escribir e investigar sobre puntos relevantes que no solo pueden ser jurídico sino generadores de opinión y cambio ; asumamos el reto que es un problema de toda la universidad, pero comencemos con nuestro centro federado, si me dicen que es el problema principal, diré dejadez, irresponsabilidad, e incoherencia de muchos con la carrera sacudamos de esos que desprestigian el concepto de universitario y mas de lo que implica estudiar derecho.

Hay dos caminos o mas de lo mismo o cambios que nos lleven a decir en unos años con ORGULLO FUI ESTUDIENTE SANTIAGUINO DE DERECHO.

Firma - La juventud nos es pólvora mojada.

viernes, 5 de marzo de 2010

¿Y las cifras de trabajo infantil?

De acuerdo a la última Encuesta Nacional del Trabajo Infantil (ETI) aplicada por el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) en coordinación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2007 el 42% del total de niños y adolescentes entre cinco y diecisiete años realizaron actividades económicas. A continuación, pasamos a realizar un breve análisis al respecto.

De acuerdo a la información publicada por Gestión1, el 59% del trabajo infantil se concentra en actividades primarias (gganadería, agricultura, pesca y minería ) y geográficamente se centra en zonas rurales (58% del total). Al respecto, queda claro que el grueso del trabajo infantil en el país es rural, justamente el ámbito en donde persisten las mayores necesidades económicas.

Antes bien, un análisis del trabajo infantil en una realidad heterogénea como la nuestra, implica la revisión de un conjunto de aristas. Por un lado, está el ámbito rural en el cual la lógica de las relaciones sociales y productivas2 es disímil al de las ciudades. Así pues, en zonas rurales muchas de las actividades agropecuarias en las que participan los niños se dan generalmente en las unidades familiares campesinas. Es así que en la cosmovisión andina, el trabajo infantil es percibido muchas veces como algo positivo, pues forma parte del proceso de socialización del niño al mundo rural.

Por otro lado, esta la realidad del trabajo infantil en los lavaderos de oro; en la extracción de madera y en las canteras y ladrilleras. Estos tipos de trabajo que lindan con la explotación infantil debieran ser totalmente erradicados ya que atentan directamente con las actividades propias de un niño a cierta edad. Debemos tener presente que en última instancia el factor subyacente del trabajo infantil –sea rural o urbano- es la extrema necesidad económica que aqueja a las familias. Esta situación obliga a las familias a maximizar el uso de su fuerza de trabajo para sobrevivir, lo que implica enviar a los niños a trabajar.

Lo más preocupante de esta situación es que de acuerdo a las cifras del INEI3, el porcentaje de 42% de trabajo infantil se ha mantenido casi invariable desde 1994. Entonces, nos queda reflexionar con respecto al actual modelo de desarrollo económico que si bien nos ha llevado a una necesaria estabilidad macroeconómica, lo cierto es que ha dejado rezagados a los niños del país. Si bien hay esfuerzos que reconocer por parte del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES) y del programa JUNTOS al parecer estos no son suficientes. ¿Acaso no resulta necesario replantear el ordenamiento de las prioridades en el país?
Así como nuestras autoridades económicas promueven fervorosamente la obtención del grado de inversión o el mejor posicionamiento de nuestra economía en el ranking del Doing Bussines, de la misma forma e intensidad debieran interesarse por los niños del país.

Finalmente, la permanencia a lo largo del tiempo del porcentaje de población infantil trabajando (desde 1994 hasta 2007), desnuda el estado de “orfandad” de los niños frente al Estado. Pero no nos quedemos en el Estado y reflexionemos también como sociedad y el valor que le damos cada uno de nosotros a la infancia como momento en donde los niños y niñas desarrollan su personalidad, sueños y capacidades. Desde Otra Mirada no solo hacemos llamado urgente al Estado en este tema, sino también a la sociedad peruana en su conjunto para que de esta forma la opinión pública se vuelva una permanente fuerza de presión social y así aliviar el trabajo infantil que perpetua los ciclos de pobreza y exclusión social de nuestro país.


23 y 24 de marzo: paro de estatales

La dramática situación de los trabajadores del Estado demuestra que la modernización propugnada por el gobierno aprista, sólo implica flexibilizar la legislación laboral vigente, despidos, mantener las condiciones precarias de trabajo, inequidad salarial y la privatización del aparato estatal. Por este motivo, las dos principales organizaciones sindicales de este sector CITE y CTE, han convocado a una paralización nacional los días 23 y 24 de marzo con la finalidad de demandar solución a su problemática.
Cabe mencionar, que el 30 de setiembre del año pasado ambas confederaciones con el apoyo de la CGTP, efectuaron un contundente Paro Nacional, que en Lima se expresó con una multitudinaria movilización al Congreso, teniendo como plataforma de lucha las mismas exigencias que se enarbolan en esta nueva huelga, que podría convertirse en indefinida, si el Presidente García persiste en su indiferencia al justo reclamo de los estatales.

Entre las principales exigencias de los estatales figuran la vigencia del derecho a la estabilidad laboral contenido en el Decreto Legislativo Nº 276 y su reglamento, amenazado por los Decretos Legislativos 1025 y 1026; respeto a la carrera administrativa; mejoramiento de los salarios a través de la negociación colectiva y el establecimiento de un sistema único de remuneraciones; nombramiento de contratados e incorporación a planilla única de los trabajadores contratados bajo la modalidad de CAS (DL 1057) y una frontal lucha contra la corrupción.

Los estatales desarrollarán también una serie de acciones previas al paro, como el Encuentro Nacional Estatal el 12 de marzo. Asimismo, se efectuarán actividades macro-regionales para difundir las exigencias e impulsar la paralización y un Fórum en la UNI con la presencia de candidatos a la Presidencia y de congresistas.

Es necesario precisar, que los gremios han presentado al Parlamento diversas iniciativas para derogar los Decretos Legislativos 1025, 1026 y 1057 y han interpuesto una demanda al estado peruano ante la OIT por la violación a los derechos laborales de los trabajadores públicos. A esto se suma, la demanda de inconstitucionalidad, presentada por el 25% de los congresistas contra los decretos cuestionados en el Tribunal Constitucional.

La CGTP considera que la lucha de los estatales ayudará a definir la responsabilidad del Estado frente a las necesidades de la población e impedirá la privatización de los servicios públicos, algo que conllevaría a nuevos conflictos sociales y mayor represión. La atención a estas justas demandas por parte del gobierno lo evitaría.

El empleo precario permanente

Por Humberto Campodónico

Hemos dicho que los bajos salarios tienen su explicación más importante, de un lado, en la hiperinflación del primer gobierno de García que los redujo a su mínima expresión y, de otro, en las leyes laborales de Fujimori que “consolidaron” a los salarios en el ínfimo nivel en que se encontraban.

Esta “consolidación”, de un lado, favoreció a los empresarios y perjudicó a los trabajadores y, de otro, hizo que el Estado dejara el rol de árbitro entre las partes para perjudicar, sistemáticamente, a los trabajadores.

Dos de las leyes claves fueron el Decreto Legislativo 728 de 1991 y el Decreto Ley 25593 de junio de 1992. Ninguna de estas leyes pasó por el Congreso (en la primera el Ejecutivo tenía facultades legislativas; la segunda vino después del golpe del 5 de abril).

Dice Francisco Verdera que el DL 728 flexibiliza el empleo y facilita el despido, tanto individual como colectivo, al promover formas de contratación temporal (ojo). Es de allí que salen los “services”, que privan del derecho al seguro social y a las pensiones a centenas de miles de trabajadores. De su lado, el DL 25593 interfiere en las relaciones laborales debilitando los sindicatos y promoviendo su división y atomización (“Cambios en el modelo de relaciones laborales en el Perú 1970-1996”, Lima, 2000).

Agrega Verdera, “el porcentaje de la PEA sindicalizada cayó de 58% en 1981 a solo 13% en 1997. La mayor caída se da sobre todo entre 1994 y 1996, periodo en el que se utilizan al máximo las cooperativas de fomento de empleo para eliminar sindicatos”.

Además, la reforma fujimorista incidió en la política salarial, a través de la virtual eliminación de la negociación colectiva, la remuneración mínima vital y la política de remuneraciones del sector público. Verdera señala: “Lo que se busca es la contención salarial; impedir que se recuperen los niveles de remuneraciones reales”. Ajá.

Esta legislación modifica de manera drástica la calidad del empleo que, desde allí en adelante, se caracteriza por su precariedad. Así, en 1970 los empleos estables eran varias veces superiores a los empleos eventuales (ver gráfico). Esta situación comienza a revertirse en los años 80 y principios de los 90, pero aún en esos años la cantidad de empleos estables era superior a los eventuales.

Dice Julio Gamero (1): “A partir de 1992, la reforma laboral llevó a la consagración de la contratación temporal como el medio privilegiado de la relación laboral. Así, hacia 1994 la cantidad de trabajadores en situación de contratación temporal superaría a aquellos que gozaban de un contrato indefinido, situación que continuaría acentuándose. En una perspectiva de mediano y largo plazo, ello ha conducido a que en el 2006 casi el 75% del empleo asalariado privado de Lima Metropolitana venga laborando bajo un contrato a modalidad” (contrato temporal, sin jubilación, vacaciones ni CTS).

Ese es el empleo precario: contratos de trabajos de 3 o 6 meses, que se renuevan si el trabajador “se porta bien”.

Resumiendo: después de la hiperinflación de García, vino la reforma laboral fujimorista bien empaquetadita: recorte de los derechos laborales, contratos temporales, fomento a la no sindicalización, restricción de la negociación colectiva, impulso a las “services”, entre otros. Resultado: salarios superbajos y empleos precarios. Es El Dorado empresarial que el gobierno de García ha mantenido intacto.

(1) El empleo precario en el Perú, 1980–2008, Tesis para optar el grado de Magíster, FIECS, UNI, Lima, enero 2010.

¿A dónde van los precios de los minerales?

.Por Humberto Campodónico
El banco de inversión Natixis pronostica que en el 2010 los precios del cobre, zinc y plomo superarán a los del 2009 en 53%, 69% y 49%, respectivamente (ver cuadro). Dice que esto se debe, en buena medida, a que el crecimiento de la economía china permitirá mitigar el “paso de tortuga” de los países industrializados.

Por tanto, recomienda a sus clientes invertir en “commodities”: “los metales siguen ganando aceptación como activos de inversión y son cada vez más usados por los fondos de inversión para diversificar sus portafolios”. Y agregan: “la única razón para temer algún peligro son las ganancias excepcionales del 2009, que han dejado los precios muy por encima de los costos marginales de producción. Esto podría llevar potencialmente a algunas “tomas de ganancias”, pero, con todo, eso no debiera llevar a un éxodo masivo del sector” (www.mineweb.com, 24/02/2010).

El súper optimismo de Natixis contrasta con la visión del conocido analista David Threlkeld: “una catástrofe acecha al precio del cobre, que podría bajar hasta menos de 1 dólar la libra porque fueron especuladores los que compraron el año pasado más del 90% del cobre. No importa si fueron fondos especulativos en las bolsas o los especuladores chinos criadores de chanchos, la cuestión es que ese cobre va a regresar al mercado y el precio se va a caer” (www.bloomberg.com, 02/02/2010).

Agrega: “China tiene 3 millones de toneladas de cobre comprado, pero del cual no ha informado. Como China consumió cerca de 5 millones de toneladas el 2009, eso significa que el cobre no reportado equivale a 7 meses de su demanda”. Demasiado.

Dicho esto, si bien ambos análisis difieren en su pronóstico, están de acuerdo en un hecho central: que el alza del precio del cobre de los últimos años tiene un componente real y otro especulativo.

A mediados del 2008 estalló la burbuja especulativa y comenzó la recesión mundial, con lo que los precios cayeron y, en el Perú, la recaudación por impuesto a la renta de las empresas mineras bajó 57%, pasando de S/. 6,700 a 3,000 millones del 2008 al 2009. Pero desde mediados del 2009 los precios del cobre, zinc y plomo han vuelto a subir (el oro nunca cayó) y en el 2010 y el 2011 seguirían súper altos (con optimistas y catastrofistas de por medio).

Por eso Natixis dice bien claro que “los precios están muy por encima de los costos marginales de producción”, lo que quiere decir que las empresas mineras vuelven a tener ganancias extraordinarias.

¿Qué nos debiera interesar a los peruanos? El efecto fiscal del alza del precio del cobre y los demás minerales. La cuestión es que como el gobierno aprista rehusó plantear el impuesto a las sobreganancias mineras que prometió en la campaña electoral del 2006, la recaudación fiscal fue solo el impuesto a la renta, mientras las empresas mineras tuvieron utilidades netas por US$ 12,500 millones del 2007 al 2009. Con impuesto a las sobreganancias no hubiéramos tenido déficit fiscal. Enorme oportunidad perdida.

Vamos a seguir, entonces, con una presión tributaria mínima (13.7% del PBI), lo que nos llevaría a otro déficit fiscal en el 2010.

Justo cuando las presiones sociales están poniendo sobre el tapete la necesidad de mayores recursos para inversión y una pugna distributiva. Pero el gobierno no quiere saber nada sobre el impuesto a las sobreganancias y, más bien, está planteando que nos endeudemos en el exterior hasta por US$ 5,000 millones. Así vamos.

WILMER CASTILLO TE LO RECOMIENDA

Inversión: Lo que nos dejó el 2009

.Por Humberto Campodónico

La última Nota Semanal del BCR viene con las estadísticas actualizadas al IV Trimestre del 2009, lo que confirma varias cosas: que el crecimiento del PBI en el 2009 fue de 0.9%, y no de 1.1% como se dijo inicialmente. También nos dice que hubo superávit de la cuenta corriente del 0.2% del PBI.

Además, que el resultado económico del sector público no financiero fue un déficit de 2.1% del PBI (el primero desde el 2005), que ha sido financiado en un 50% con deuda externa y el otro 50% con ingresos internos. Otro dato importante es que las remesas de peruanos en el exterior ascendieron a US$ 2,378 millones (2% del PBI), casi lo mismo que en el 2008 (lo que indicaría que tan mal no les ha ido, por lo menos hasta ahora).

Dicho esto, queremos detenernos en el análisis de la inversión extranjera directa (IED) en los últimos 4 años. En la línea 1 se puede apreciar que las utilidades acumuladas ascienden a casi US$ 30,000 millones. De éstas, los accionistas han decidido repartir dividendos por el 52%, mientras que el 48% restante se ha reinvertido.

De acuerdo a cálculos realizados por nosotros con información de la CONASEV, las utilidades netas de 5 empresas mineras (Barrick, Southern, Antamina, Tintaya y Yanacocha) ascendieron a US$ 20,000 millones en el periodo 2005-2009 (ver Cristal del Mira, 23/11/2009). Por tanto, del total de utilidades de las empresas extranjeras (US$ 30,000 millones), el 70% corresponde a la gran minería.

Otra constatación interesante es que la IED en el periodo 2006-2009 superó los US$ 20,000 millones (ver cuadro). Hubo una disminución notable en el 2009, pero la IED sigue siendo superior a los US$ 3,400 millones del 2006.

¿Cómo está compuesta? De acuerdo a las Memorias y a la Nota Semanal del BCR, ésta se desagrega así: Reinversión, Aportes de Capital (capital fresco, o nuevo) y los préstamos que la filial suscribe con la Casa Matriz.

Del 2006 al 2009 la reinversión de utilidades representa el 70% del total de la IED (nótese que esta cifra es la misma que aparece en la parte superior). Dicho de otra manera, de las utilidades hechas en el Perú es que proviene buena parte de la IED.

En segundo lugar vienen los aportes de capital, que pueden ser de empresas que por primera vez invierten en el país o de las ya establecidas. Después vienen los préstamos con la Casa Matriz en que incurren las filiales peruanas, lo que solo representa el 5% del total (en el 2009 el flujo neto de préstamos fue negativo).

Se podría seguir haciendo otras inferencias como, por ejemplo, cuál es la participación de la IED en el total de la inversión privada y, también, cuál es su relación con la inversión pública. En ambos casos sería clave este dato en % del PBI para tener una cifra comparativa con otros países, lo que dejamos para un próximo artículo. También sería importante conocer la rentabilidad de las inversiones, para lo cual habría que cruzarla con aquellos que periódicamente publica la consultora Gerens.

Baste saber, por ahora, que las magnitudes de la IED son muy distintas a las de décadas anteriores, lo que tiene su correlato en un mayor poder económico y, por tanto, en influencia política. Veremos qué pasa en los meses que vienen

NO AL RETROCESO DE LA POLÍTICA DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE

“Desde el gobierno de Sagasti venimos arrastrando recortes presupuestales a la Política de EIB, que tiene impacto directo en la formación y ...