sábado, 21 de noviembre de 2009

Un fracaso anunciado

César Lévano
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com

La reciente encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica encierra, más allá de los aspectos específicos, una verdad general: La política económica neoliberal que se implantó en el Perú desde los años 80 ha desembocado en un fracaso económico y social.

Nadie, ni siquiera los ricos -salvo algunos afortunados favorecidos por los bajos impuestos y la protección oficial–, se declara satisfecho con la acentuación de la pobreza y la desigualdad que esa política ha causado.

Recuerdo mucho la impresión que me produjo un estudio de Sebastian Edwards, investigador asociado de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, publicado en marzo / abril de 1997 por la revista Foreign Affairs. El título del trabajo era Latin America’s Underperformance (= “La baja performance de America Latina”).

Allí se leía: “El crecimiento económico de la región es más bajo que el promedio de seis por ciento de 1965 a 1980”.

“En la mayoría de los países”, añadía Edwards, “las condiciones sociales, en particular la pobreza, no han mejorado. En varios países, el desempleo se ha incrementado notablemente”.

El texto ofrecía un cuadro estadístico que demuestra que una política neoliberal puede generar crecimiento efímero, como ha ocurrido en estos años en el Perú.

Se ve en el gráfico que nuestro país creció un asombroso 13,1% en 1994, para luego bajar a 7% en 1995 y 2% en 1996. Como para enfriar la euforia del presidente Alan García, quien, cuando el Perú creció 9%, afirmaba que nuestra economía estaba blindada contra la crisis global. Pero este año va a crecer menos de uno por ciento.

Lo cierto es que los países que más servilmente se sometieron a los dictados del “Consenso de Washington” y a la economía excesivamente abierta son los que más han sufrido con la crisis.

Nancy Birdsall, de la Fundación Carnegie, y Augusto de la Torre, ex presidente del Banco Central de Ecuador, presentaron en 2001 un balance cruel. Lo expusieron en el libro Washington contentious (= El Contencioso de Washington), para criticar el Consenso de Washington, que es el padre de todas las criaturas (Fujimori, Toledo, García).

Recuerdan los autores que, desde que se introdujo el neoliberalismo, “el desempleo creció y la pobreza siguió siendo extensa. América Latina entró en el tercer milenio con casi 180 millones de personas (más de un tercio de su población) viviendo en la pobreza, con ingresos de menos de dos dólares por día. Casi 80 millones sufren de pobreza extrema, con ingresos de menos de un dólar diario”.

Desde el 2001 eso ha empeorado. La crisis ha castigado a millones de latinoamericanos, incluidos millones de peruanos. Para cambiar la situación no sirven los discursos ni las estadísticas maquilladas. Se necesita un cambio de modelo económico.

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